Carme Ruscalleda cerrar¨¢ su Sant Pau de Tokio en septiembre
El restaurante, que cuenta con una estrella Michelin, ofrecer¨¢ su ¨²ltima comida el pr¨®ximo 2 de septiembre
El restaurante Sant Pau Tokyo de Carme Ruscalleda, pionero de la cocina mediterr¨¢nea en Jap¨®n, cierra tras 19 a?os de existencia. Dar¨¢ su ¨²ltima comida el pr¨®ximo 2 de septiembre, y desde junio ofrecer¨¢ un men¨² con platos ic¨®nicos de su trayectoria. El socio japon¨¦s de la cocinera catalana ha anunciado la noticia a trav¨¦s de un comunicado oficial en el Instagram de Sant Pau Tokyo, que tiene una estrella Michelin, y se?ala que sorprender¨¢n al p¨²blico ¡°con nuevos retos¡±. ¡°Es realmente un cierre con el honor y la satisfacci¨®n de un trabajo de gran calidad. Y con el sentimiento de Yuji Shimoyama de no perder en Tokio la marca Sant Pau-Cocina Catalana¡±, dice Ruscalleda a EL PA?S.
El Sant Pau original cerr¨® en 2018 tras cumplir 30 a?os de brillante trayectoria y mantener sus tres estrellas. El Sant Pau japon¨¦s cierra con una estrella tras casi 20 a?os de andadura y un cambio de ubicaci¨®n, del elegante barrio Nihonbashi al no menos elegante Chiyoda-Ku, dentro del lujoso Hotel Kitano. Pero esta dependencia empresarial de un hotel parece haber supuesto un lastre en el futuro del establecimiento.
La crisis de la pandemia y el largo tiempo de cierre de fronteras en Jap¨®n ha propiciado bajas en hosteler¨ªa, aunque pasan desapercibidas en la vibrante escena de Tokio, con el mayor n¨²mero de restaurantes con estrellas del mundo y siempre con novedades. ¡°Han cerrado muchos restaurantes franceses en silencio en Jap¨®n, pero Shimoyama ha querido anunciar nuestro cierre y agradecer su fidelidad a los clientes y proveedores¡±, explica Ruscalleda, quien lleg¨® a ser cocinera con m¨¢s estrellas del mundo, siete, cuando Sant Pau Tokyo sumaba dos brillos a las tres de Sant Pau de Sant Pol de Mar y las dos del barcelon¨¦s Moments.
Sant Pau Tokyo resisti¨® los efectos econ¨®micos colaterales al tsunami. Y un cambio de ubicaci¨®n a los 15 a?os de existencia. Por el camino, perdi¨® una estrella. Sin embargo, la trayectoria de este local pionero de cocina espa?ola en Jap¨®n ha sido impecable y celebrada tanto por la clientela fiel (comensales que llegan a ir todas las semanas) como por sus impulsores, satisfechos de lo logrado. Y queda la puerta abierta a nuevas colaboraciones entre la familia Ruscalleda-Balam y su socio nip¨®n.
¡°Ha sido una gran experiencia profesional y amistosa¡±, subraya la cocinera, quien viajar¨¢ a Tokio en septiembre y permanecer¨¢ all¨ª una semana. ¡°Queremos dar las gracias a todos quienes nos han acompa?ado: proveedores, clientes, equipo, medios¡ ?Va a ser un cierre con un bagaje emocional muy bello! ¡°, cuenta Ruscalleda, quien recuerda emocionada cuando lleg¨® a Jap¨®n, en plena floraci¨®n de los cerezos. De hecho, su sakria (especie de sangr¨ªa hecha con sake), es simb¨®lica de la sakura.
Y es que Sant Pau Tokyo naci¨® en la primavera de 2004, en abril, en el elegante barrio de Nihonbashi. Era una r¨¦plica exacta del Sant Pau original de Sant Pol de Mar, con la enorme cocina abierta a trav¨¦s de cuyo ventanal, quienes pasaban por el gran jard¨ªn entre edificios comerciales y de oficinas, pod¨ªan ver el traj¨ªn de los cocineros. Las vistas no eran al mar Mediterr¨¢neo, pero los cristales del rascacielos de frente reflejaban el local con efectos ¨®pticos casi marinos.
Yuji Shimoyama fue el empresario gastron¨®mico japon¨¦s que logr¨® convencer a Carme Ruscalleda y a su marido, Toni Balam, de abrir un restaurante en la capital japonesa, tras varios viajes y una maqueta del proyecto. Los men¨²s de la catalana le enamoraban: ¡°La cocina de Carme me hac¨ªa sentir como si estuvieran abraz¨¢ndome cari?osamente¡±, asegura en el pr¨®logo del libro de la cocinera Felicidad.
Tras casi veinte a?os de aventura profesional conjunta ¡ªcon viajes y comunicaci¨®n constante por videollamadas Catalu?a-Jap¨®n¡ª, la familia Ruscalleda-Balam ya tiene una relaci¨®n de amistad con su socio. ¡°La influencia de la delicadeza de la gastronom¨ªa japonesa, los ingredientes y las t¨¦cnicas nuevas ya se han sumado a la cocina mediterr¨¢nea de Carme¡±, afirma Shimoyama. ¡°Siempre me ha dicho que yo era japonesa sin saberlo¡±, constata Ruscalleda.
Ruscalleda y su socio japon¨¦s quieren emprender m¨¢s proyectos juntos. Yuji Shimoyama es muy activo en la escena gastron¨®mica nipona, con una veintena de establecimientos, varios de ellos con estrellas Michelin, y considera el trabajo de Ruscalleda una marca de valor. ?Y qu¨¦ pasar¨¢ de junio a septiembre? De momento, un men¨² degustaci¨®n hist¨®rico del Sant Pau, con platos que gustaban mucho a los japoneses como el arroz con gambas, la sopa fr¨ªa de tomate y fresa, la brandada Mondrian, el canel¨®n al rev¨¦s¡ Posiblemente, habr¨¢ un librito conmemorativo, Ruscalleda es una cocinera artista que dibuja e ilustra sus cartas. ?Habr¨¢ sorpresas? ¡°Seguro. No es un cierre triste, sino digno y con alegr¨ªa¡±.