Arist¨®teles Onassis, las fortunas y tragedias de un hombre hecho a s¨ª mismo

Se cumplen 45 a?os de la muerte de uno de los millonarios m¨¢s famoso y temido del siglo XX, Arist¨®teles Onassis, un hombre que se hizo a s¨ª mismo y consigui¨® levantar un imperio naviero superando tras de s¨ª una guerra y diferentes varapalos y tragedias, como la muerte de su esposa e hijos y la negativa del que muchos consideraron su amor verdadero: Mar¨ªa Callas. Pero Onassis no solo acumul¨® fortuna ¡ªfue considerado el hombre m¨¢s rico de su ¨¦poca y en aquellos a?os se dec¨ªa que si vend¨ªa todos sus activos ¡°Wall Street temblar¨ªa¡±¡ª, sino tambi¨¦n una agraciada vida social que increment¨® sin duda ese ¨¦xito empresarial.

Nacido en Esmirna, Turqu¨ªa, en 1906 y procedente de una familia de la alta sociedad griega, Onassis huy¨® a Argentina tras el comienzo de la guerra greco-turca. Su don de gentes y sus reputados or¨ªgenes le permitieron hacerse un hueco en el mundo empresarial, primero con el negocio del tabaco, lo que le introdujo en el mundo del transporte mar¨ªtimo, para despu¨¦s convertirse en un aut¨¦ntico magnate naviero. Con una m¨¢s que consolidada y numerosa flota de barcos, este empresario griego supo invertir su tiempo y su dinero en grandes personalidades. ?ntimo amigo de Rianiero III de M¨®naco, Onassis apunt¨® hacia Montecarlo, convirti¨¦ndolo en su siguiente y gran adquisici¨®n. Conocedor de la enorme fuente de riqueza que manaba de esas tierras monegascas ¡ªprocedente principalmente de su c¨¦lebre casino y el puerto¡ª y sabedor del toque de modernizaci¨®n que faltaba, el magnate fue adquiriendo de manera secreta importantes propiedades.

Paralelamente a la construcci¨®n de esa exitosa vida profesional y empresarial, Onassis supo hacer de las relaciones sentimentales una forma de prosperar en los negocios. En 1946 se cas¨® con Athina Mary Livanos, hija del tambi¨¦n magnate naviero Stavros Kivanos. De su matrimonio, que muchos tildaron de conveniente, nacieron dos hijos, Alexander ¡ªsu debilidad¡ª y Christina, heredera universal de los bienes de su padre que batall¨® duramente contra la que fue la segunda esposa de Onassis, Jacqueline Kennedy.

De sobra eran conocidas las infidelidades de Onassis quien, tras quedarse viudo, encontr¨® en la diva de la ¨®pera Mar¨ªa Callas, a su verdadero amor. De esa relaci¨®n poco convencional dejan constancia las im¨¢genes de ambos navegando en el famoso yate del magnate as¨ª como declaraciones de amor de la propia Callas sobre su rendici¨®n incondicional hacia el griego. ¡°Amor m¨ªo, necesito afecto y ternura, soy toda tuya, haz conmigo lo que quieras¡±, le dec¨ªa la soprano a Onassis seg¨²n un documental que reconstruye la vida de la cantante de ¨®pera m¨¢s famosa de la historia publicado en 2018. En cambio, el millonario griego jug¨® con ella una d¨¦cada hasta que un buen d¨ªa en 1968 Callas ley¨® en el peri¨®dico que su novio se casaba con Jacqueline Kennedy.

El 20 de octubre de 1968, la pareja se cas¨® en Skorpios, la isla privada propiedad del armador y de su familia hasta 2013, cuando la nieta del magnate la vendi¨® por 117 millones de euros a la hija de un multimillonario ruso. Un matrimonio, el segundo para ambos, que comenz¨® como una glamurosa historia de amor pero que acab¨® con el mismo distanciamiento e infidelidades que hab¨ªan protagonizado el primer casamiento de Onassis.

Los conocedores de la historia aseguran que Onassis nunca super¨® separarse de Maria Callas, a quien intent¨® recuperar en vano, pues ella nunca le perdon¨® que se hubiera marchado con la exprimera dama. La negativa de la cantante hizo que el empresario se sumiera en una profunda depresi¨®n, agravada con otras tragedias familiares. Arist¨®teles Onassis perdi¨® a su hijo y heredero con tan solo 23 a?os de edad en un accidente a¨¦reo, mientras su hija Christina llev¨® una vida llena de excesos y relaciones sentimentales fallidas. Tras la muerte del patriarca a causa de una neumon¨ªa el 15 de marzo de 1975, Christina fue designada heredera universal, pero Jackie Kennedy, su viuda, reclam¨® la tercera parte de las posesiones del que fue su marido. Resuelto el conflicto y tras la muerte tambi¨¦n prematura de Chrsitina, a los 37 a?os, los dos tercios restantes de la herencia ¡ªunos 3.000 millones de euros¡ª pasaron a su ¨²nica nieta, Athina, quien a diferencia de su familia siempre ha intentado llevar una vida m¨¢s discreta y alejada del foco medi¨¢tico. Todo lo que se puede cuando procedes de una de las familias m¨¢s conocidas y millonarias de la historia.