Isabel Preysler, tres bodas y un lustro de amor con Vargas Llosa
La ¡®socialit¨¦¡¯ ha ido encadenando matrimonios desde los 19 a?os. Medio siglo despu¨¦s, no tiene prisa por sellar la relaci¨®n con el escritor
Isabel Preysler solo ha estado sin pareja unos meses desde que cumpli¨® 19 a?os, el tiempo que transcurri¨® desde que falleci¨® su tercer marido, Miguel Boyer, y reapareci¨® en su vida Mario Vargas Llosa. A los 19 a?os se cas¨® con Julio Iglesias, embarazada de su primera hija, y luego ha ido encadenando matrimonios. Est¨¢ claro que a la reina de la prensa del coraz¨®n le gusta vivir en compa?¨ªa, ella que se declara una mujer independiente. Tras tres bodas, Preysler celebra en estos d¨ªas un lustro de amor con Vargas Llosa que no tiene fecha fija en el calendario de los aniversarios porque ellos se ocuparon de que su historia pasara inadvertida en sus inicios.
Fue precisamente hace ahora un a?o cuando la pareja desvel¨® algunos detalles. Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler contaron en una entrevista su versi¨®n del idilio que sacudi¨® el mundo de la cultura, la pol¨ªtica y el coraz¨®n. Escogieron un medio peruano, la revista Cosas, y como interlocutor al escritor Santiago Roncagliolo. En la charla desvelaron que en la primavera de 2015, el editor de una revista llam¨® a Isabel Preysler porque ten¨ªa fotos de Mario Vargas Llosa y de ella en la casa de Enrique Iglesias en Miami y pensaba publicarlas. Era el primer documento que confirmaba la relaci¨®n de la pareja y, por tanto, ten¨ªan gran valor. ¡°Le dije al editor que ya estaba cansada de esto. La gente acababa de estar li¨¢ndome con el presidente del Real Madrid Florentino P¨¦rez y yo no quer¨ªa empezar de nuevo con otro rumor¡±, recuerda Isabel Preysler. ¡°Lamentablemente, no ten¨ªa manera de detener la publicaci¨®n de las fotos. Al final, lo que nos salv¨® fue que la terraza de Enrique est¨¢ techada. Si un juez llegaba a considerar ese lugar como un interior de la casa, podr¨ªa acusar a la revista de atentado contra la intimidad y condenarla a pagar una indemnizaci¨®n millonaria¡±. Pero, aunque sin im¨¢genes, para entonces la relaci¨®n de la pareja era un secreto a voces.
Fue una portada de ?Hola!, la revista de cabecera de la reina de la prensa del coraz¨®n, la que oficializ¨® la relaci¨®n en junio de 2015 mostrando a la pareja una noche por las calles de Madrid. Horas despu¨¦s, Patricia Llosa de Vargas, entonces esposa del premio Nobel de Literatura, ped¨ªa respeto para la privacidad y negaba que estuviera separada del escritor. Pero el escritor estaba decidido a comenzar p¨²blicamente una nueva vida y, desde ese momento, proclam¨® su amor por Preysler a la que conoci¨® cuando estaba casada con Boyer y cuentan que entonces ya le cautiv¨®.
Cinco a?os despu¨¦s, Vargas Llosa ha encajado en el universo Preysler. La pareja vive en la lujosa casa de Puerta de Hierro que ella levant¨® con Miguel Boyer. El despacho del economista lo es ahora del Nobel. Los hijos de Preysler han aceptado como uno m¨¢s al escritor. Tamara es quien vive con ellos. ¡°Le llamo Mario, lo de t¨ªo Julio o t¨ªo Miguel para los otros maridos de mami estaba bien cuando era peque?a¡±. Tamara cuenta que le encanta hablar y aprender con Vargas Llosa: ¡°Es tan sencillo que habla con todos¡±. Con ¨¦l y con su madre estaba la ganadora de MasterChef cuando recibi¨® la noticia de la muerte de su padre, Carlos Falc¨®, el pasado 20 de marzo.
Preysler tiene la f¨®rmula para llevarse bien con sus exmaridos. Con Falc¨® manten¨ªa una cordial relaci¨®n aunque su ruptura no lo fue. ¡°?ramos amigos. He sentido much¨ªsimo su muerte¡±, ha dicho esta semana. Lo mismo, dice, sucede con Julio Iglesias, con quien mantiene el contacto y el cari?o.
Las complicadas relaciones de Vargas Llosa con sus tres hijos despu¨¦s de la separaci¨®n de la que fue su esposa durante 50 a?os tambi¨¦n se han ido suavizando. ¡°Poco a poco, he ido restableciendo una relaci¨®n amistosa y cordial con buena parte de mi familia. No con todo el mundo, pero s¨ª con buena parte. Eso es muy importante. Sobre todo porque tengo cinco nietas y un nieto. No me los quiero perder¡±, ha explicado el Nobel.
Es pregunta obligada en todas las comparecencias p¨²blicas de Preysler cu¨¢ndo se casa con Vargas Llosa. Ella insiste una y otra vez que est¨¢n bien, que ya lo har¨¢n. Ni ¨¦l a los 84 a?os, ni ella a los 69 tienen prisa. Lo suyo es un amor maduro.
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