Andr¨¦s de Inglaterra, en el punto de mira por un pago a su secretaria
Amanda Thirsk, despedida como responsable de la entrevista que el pr¨ªncipe dio a la BBC, fue indemnizada por una de sus fundaciones que ahora le obliga a que pague de su bolsillo
Desde que su madre, la reina Isabel II, le apart¨® de las actividades oficiales de la familia real brit¨¢nica, el pr¨ªncipe Andr¨¦s se esfuerza en ofrecer una imagen filantr¨®pica y arrepentida, pero las consecuencias del desastre que fue su relaci¨®n con el millonario y ped¨®filo estadounidense, Jeffrey Epstein, no le dan respiro. La organizaci¨®n caritativa que apadrina, la Prince Andrew Charity Trust (PACT), ha obligado a Andr¨¦s a devolver de su propio bolsillo los m¨¢s de 400.000 euros que recibi¨®, en concepto de i...
Desde que su madre, la reina Isabel II, le apart¨® de las actividades oficiales de la familia real brit¨¢nica, el pr¨ªncipe Andr¨¦s se esfuerza en ofrecer una imagen filantr¨®pica y arrepentida, pero las consecuencias del desastre que fue su relaci¨®n con el millonario y ped¨®filo estadounidense, Jeffrey Epstein, no le dan respiro. La organizaci¨®n caritativa que apadrina, la Prince Andrew Charity Trust (PACT), ha obligado a Andr¨¦s a devolver de su propio bolsillo los m¨¢s de 400.000 euros que recibi¨®, en concepto de indemnizaci¨®n, su secretaria personal, Amanda Thirsk. Ella fue la responsable de convencer al pr¨ªncipe de que se sincerara con la periodista de la BBC, Emily Maitlis, en una entrevista que acab¨® siendo un desastre de relaciones p¨²blicas y la puntilla definitiva del hijo d¨ªscolo de Isabel II.
El Palacio de Buckingham decidi¨® el despido fulminante de Thirsk, quien llevaba al servicio de Andr¨¦s m¨¢s de 15 a?os y cobraba su n¨®mina directamente de las cuentas reales. Educada en la Universidad de Cambridge y con una carrera de ¨¦xito en el mundo de las finanzas hasta que se incorpor¨® al personal del pr¨ªncipe, gozaba de su absoluta confianza y lleg¨® a presumir de tener el despacho pr¨¢cticamente a unos pasos del dormitorio de Andr¨¦s. Thirsk hab¨ªa cobrado su indemnizaci¨®n por los servicios prestados en calidad de fideicomisaria de la fundaci¨®n, pero la ley brit¨¢nica es muy severa al respecto y proh¨ªbe percibir cualquier emolumento bajo ese concepto. Era la v¨ªa para compensar a una servidora de absoluta lealtad, de la que solo a rega?adientes se decidi¨® a prescindir.
Thirsk hab¨ªa batallado contra el resto del equipo de comunicaci¨®n de Buckingham y defendi¨® en solitario la oportunidad de que Andr¨¦s se sincerara frente a una periodista con fama de dura en sus preguntas. Ser¨ªa el modo, pens¨®, de alejar todas las sospechas que flotaban en torno a la relaci¨®n del miembro de la familia real con Epstein, y de intentar convencer a la ciudadan¨ªa de que era ajeno a su red de ¡°esclavas sexuales¡±, que le acab¨® suponiendo una condena penal en Estados Unidos y que acab¨® con su suicidio en una celda neoyorquina. Los balbuceos, inconsistencias y oportunas lagunas de memoria de Andr¨¦s durante la entrevista provocaron una reacci¨®n airada del p¨²blico brit¨¢nico y la condena definitiva del tercer hijo de Isabel II. Su imagen llevaba ya tiempo en declive, muy alejada de la popularidad alcanzada d¨¦cadas antes, cuando fue aclamado como h¨¦roe de guerra por su participaci¨®n como piloto a¨¦reo en el conflicto que enfrent¨® al Reino Unido con Argentina por las Islas Malvinas.
¡°Despu¨¦s de considerar el asunto y le¨ªdo el informe de la comisi¨®n, la junta de la PACT concluy¨® que el mejor modo de servir a los intereses de la entidad seria asegurando un reembolso del pago, que fue aceptado y realizado por la oficina de Su Alteza Real, el Duque de York¡±, ha dicho en un comunicado la organizaci¨®n filantr¨®pica. En los ¨²ltimos a?os el dinero hab¨ªa fluido en abundancia, gracias a la iniciativa Pitch@Palace, un proyecto para juntar en proyectos comunes a inversores y emprendedores. Andr¨¦s se mov¨ªa en su salsa en un esquema que le permit¨ªa viajar por el mundo, organizar eventos, codearse con multimillonarios y mantener un elevado tren de vida. El esc¨¢ndalo suscitado por la entrevista de la BBC provoc¨® en cuesti¨®n de d¨ªas que las principales empresas que participaban en el proyecto con cuantiosas donaciones retiraran sus nombres, hasta que el proyecto se dio por finiquitado por falta de recursos y del respaldo del Palacio de Buckingham.
En los ¨²ltimos meses, Isabel II ha tenido gestos de amabilidad con quien, seg¨²n el sentir popular brit¨¢nico, fue siempre su hijo preferido. Se ha dejado ver con ¨¦l en p¨²blico, pero ha sido inflexible en su decisi¨®n de alejarle de todo papel oficial en representaci¨®n de la monarqu¨ªa. Detr¨¢s de esta firmeza est¨¢ la mano de su hermano mayor y heredero al trono, el pr¨ªncipe Carlos, quien lleva cada vez con mayor asiduidad las riendas de los asuntos reales y no est¨¢ dispuesto a permitir que un nuevo esc¨¢ndalo ponga en duda la trayectoria de austeridad que ha dise?ado para los nuevos tiempos de la casa de Windsor. Isabel II sigue siendo la figura central de la instituci¨®n, como se pudo comprobar en su ¨²ltimo discurso a los brit¨¢nicos con motivo del 75? Aniversario de la Victoria en Europa, el pasado viernes, pero el acto con el que se dio inicio a los frugales homenajes por todo el pa¨ªs lo protagoniz¨® el pr¨ªncipe Carlos junto a su esposa, Camilla Parker-Bowles, en el castillo de Balmoral. La Casa Real brit¨¢nica no ha contado con Andr¨¦s en ninguno de los escasos y controlados eventos en los que sus miembros han querido mostrar su solidaridad con los brit¨¢nicos durante los meses de crisis del coronavirus.