Los agentes de las estrellas compiten ahora por las mejores fiestas virtuales
Guy Oseary, representante de Madonna y U2, y Richard Weitz, de Adele, Amy Schumer y Demi Lovato, re¨²nen a los famosos para conciertos o citas solidarias en tiempo de pandemia
Guy Oseary y Richard Weitz no tienen problemas a la hora de convocar una fiesta. En sus agendas figuran lo m¨¢s granado de las estrellas de la m¨²sica y el cine y ellos mismos se han convertido en parte del espect¨¢culo desde sus agencias de representaci¨®n en las que aparecen incontables nombres m¨ªticos, desde Madonna a U2, Alicia Keys, Adele o Demi Lovato, por nombrar solo algunos de ellos. Pero decir que son solo representantes o agentes de famosos es quedarse corto. Cada uno a su manera ha reinventado la forma en la que sus artistas se presentan al mundo y siguen aumentando el nivel de sus ingresos, que al mismo tiempo les hace a ellos tambi¨¦n ricos e influyentes. Ahora, en tiempos de pandemia los eventos se han paralizado, pero ellos no. Sus reuniones virtuales se han convertido en todo un ¨¦xito para seguir entreteniendo a los suyos y para recaudar fondos frente a la crisis provocada por la covid-19. Y sin hacerlo expl¨ªcito, uno y otro compiten por convertirse en los mejores anfitriones tambi¨¦n por Internet.
Guy Oseary tiene experiencia en esto de ser el rey de las fiestas. En 2008 una huelga cancel¨® la famosa fiesta que organiza tras los Oscar la revista Vanity Fair, y Oseary no dud¨® en organizar una en su propia casa de Coldwater Canyon. Doce a?os despu¨¦s es la cita preferida de Madonna, que es la coanfitriona y debe dar su aprobaci¨®n a la lista de invitados, y la ¨²nica que dicen que espera con ansia Leonardo DiCaprio cada a?o. Si un novato consiguiera colarse en ella quedar¨ªa deslumbrado por los rostros que se cruzar¨ªan en su camino, porque por all¨ª han pasado desde desde Oprah Winfrey a Taylor Swift, Miley Cyrus o Julia Roberts, Tom Brady y Gisele B¨¹ndchen, Jack Nicholson, Bradley Cooper, Ryan Gosling, Emma Stone o Lady Gaga. La ¨²nica norma es que est¨¢ prohibido hacer fotograf¨ªas para que sus invitados puedan disfrutar sin miedo a im¨¢genes indiscretas del libertinaje que se ha convertido en su bandera.
Oseary lleg¨® al mundo del espect¨¢culo a los 17 a?os, cuando se incorpor¨® a Maverick Records, el sello musical que fund¨® Madonna junto a su representante de entonces, Frederick Demann. Los sellos discogr¨¢ficos, los maridos y los amantes han cambiado con el paso de los a?os, pero Oseary sigue al lado de la cantante y dicen que es la ¨²nica persona de la que realmente se f¨ªa. Al buen olfato del agente y empresario se atribuye el despegue de artistas como Alanis Morissette, The Prodigy y Muse, que firmaron con Maverick Records sus primeros contratos discogr¨¢ficos. Pero m¨¢s importante a¨²n ha sido su intuici¨®n para ver c¨®mo ha ido cambiando la industria musical y c¨®mo adaptar a sus artistas a la nueva situaci¨®n. Ocurri¨® en el caso de su querida Madonna a quien dirigi¨® en 2007 para alcanzar un acuerdo que revolucion¨® la forma de entender la industria de la m¨²sica. Guy intuy¨® que la venta de discos ya no ser¨ªa el negocio en el futuro y que s¨ª lo ser¨ªan las actuaciones en directo y la convenci¨® para ceder durante diez a?os a la promotora de conciertos Live Nation todos los derechos y gesti¨®n de sus discos, giras y merchandising. Las ventas de su disco MDNA fueron discretas, pero la gira para presentarlo recaud¨® en 2012, casi 208 millones de euros.
En paralelo el agente-empresario hab¨ªa conseguido quedarse con el nombre de Maverick cuando en 2004 su divisi¨®n de discos se vendi¨® a Warner Bros Records y todos su cat¨¢logo de artistas, incluida la propia Madonna, pasaron a depender del sello madre. ?l sigui¨® trabajando con el resto de divisiones y centr¨® la compa?¨ªa en producir pel¨ªculas, libros y programas de televisi¨®n. Maverick Films, por ejemplo, ha sido quien adapt¨® al cine la saga Crep¨²sculo, que ha recaudado m¨¢s de 3.000 millones de euros en todo el mundo.
Ahora, confinado, Oseary ha estado realizando reuniones semanales a las que se han sumado artistas como Tom Hanks, Rita Wilson, Leonardo DiCaprio, Chris Rock, Dave Chappelle, David Spade, Jessica Chastain, Alex Rodr¨ªguez, Lenny Kravitz, Jimmy Fallon, Shaquille O¡¯Neal, Adam Sandler, Dakota Fanning o Laura Dern, adem¨¢s de ejecutivos del mundo del cine y la televisi¨®n. Algunos testigos de estos encuentros han desvelado en medios estadounidenses que los temas a tratar han sido de lo m¨¢s variados, desde el documental The last dance, que recorre la historia de Michael Jordan y los Chicago Bulls, al nuevo film sobre los Beastie Boys, dirigido, producido y escrito por Spike Jonze, por no nombrar los detalles que han compartido algunos de ellos sobre los ex¨®ticos lugares desde los que se conectaban y en los que pasaban su confinamiento.
Por su parte la iniciativa de Richard Weitz para seguir divirtiendo a sus variados representados ha girado en iniciativa solidaria. Hace un par de meses ni hubiera imaginado que sus programas web se est¨¢n convirtiendo en los eventos musicales de la temporada a falta de algunos de los festivales que reun¨ªan a artistas, p¨²blico y espectadores famosos en los recintos de medio mundo. El socio de la empresa William Morris Endeavor (WME) y codirector de su departamento de televisi¨®n, todav¨ªa est¨¢ sorprendido con su nuevo papel durante la cuarentena. ¡°Soy como un broker¡±, ha declarado divertido a la revista Variety, ¡°literalmente es como si estuviera organizando minifestivales de m¨²sica. Ante la ausencia de Coachella pens¨¦ ?c¨®mo puedo hacer un evento familiar¡±.
Para cada nueva entrega, y por estricta invitaci¨®n, los convocados reciben una contrase?a para entrar en la reuni¨®n a cambio de un dinero que Weitz destina a organizaciones ben¨¦ficas que luchan contra la covid-19. Las citas se llaman Quarantunes, duran unas tres horas cada una de ellas, y como ¨¦l mismo ha explicado quienes se unen a estos conciertos no son artistas que ¨¦l representa porque no es una iniciativa de WME, sino algo que ha hecho de forma familiar. ¡°Se trata simplemente de personas geniales y artistas talentosos que quieren compartir su arte. No represento a estas personas. Solo soy un fan m¨¢s. Las personas que estoy eligiendo son un grupo ecl¨¦ctico de m¨²sicos que me gustan y que forman parte de la banda sonora de mi vida y de la de mucha otra gente, y estoy tratando de crear reuniones ¨ªntimas¡±, ha explicado.
Su principal ayudante es su propia hija, Demi, de 17 a?os, que se ha convertido en la estrella de la iniciativa por su capacidad para conseguir donaciones de los invitados a estas citas tan especiales, y que es quien controla las salas virtuales en las que pueden llegar a juntarse 500 personas. Un espect¨¢culo que se emite a trav¨¦s de Zoom y que est¨¢ limitado a esa cifra de asistentes para no romper la magia. Para recaudar m¨¢s fondos se plantea vender cierta cantidad de entradas a 5.000 d¨®lares cada una, pero entre el p¨²blico escogido tambi¨¦n invita a maestros, personal sanitario, o empleados de peluquer¨ªas. Lo que no va a hacer es permitir el acceso del p¨²blico en general: ¡°He recibido ofertas de un par de plataformas de transmisi¨®n, pero no quiero hacer eso¡±, dice Weitz en Variety. ¡°Lo que lo hace especial es la privacidad e intimidad del grupo, personas a las que conozco en su mayor¨ªa. Tampoco hay publicaciones en redes sociales de las actuaciones completas, aunque lo hicimos con un par de ellas al principio. Respeta la privacidad y se trata de pasar solo un buen momento para que la gente disfrute durante este aislamiento. No se trata de vender, quiero que sea un regalo. La recaudaci¨®n es solo la guinda del pastel¡±.
Lo m¨¢s curioso es que la iniciativa comenz¨® con una actuaci¨®n fallida destinada a amenizar el cumplea?os de su hija Demi. Weitz consigui¨® que uno de sus pianistas favoritos, Dario Giraldo, tocara para ella y sus amigos invitados a una fiesta a trav¨¦s de Zoom. No acert¨® con el artista para ese p¨²blico y lo compens¨® organizando otras reuniones casuales de m¨²sica a trav¨¦s de la web. Despu¨¦s deriv¨® en estos conciertos que adem¨¢s de las actuaciones se ven salpicados por intervenciones casuales de los participantes a la cita. Maneras de reinventar el confinamiento y seguir teniendo entretenidos a los amigos y clientes, al mismo tiempo que se recauda dinero para un fin solidario.
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