Gucci quiere redise?ar el sistema de la moda

A lo largo de sus cinco a?os al frente de Gucci, Alessandro Michele ha demostrado ser uno de los dise?adores que mejor ha le¨ªdo las necesidades y pulsiones de la sociedad; un creador cuyas arriesgadas decisiones ¡ªdesde la supresi¨®n de las rebajas hasta la apuesta por un canon de belleza diverso e inclusivo¡ª han terminado siendo imitadas por el resto de la industria de la moda. Por eso, el cambio de estrategia que confirm¨® este lunes en rueda de prensa cobra especial relevancia. A trav¨¦s de videoconferencia, el creador romano present¨® un nuevo modelo de negocio que se asienta en la dr¨¢stica reducci¨®n del n¨²mero de colecciones anuales, que pasar¨¢ de ocho a dos.

As¨ª, Michele vuelve a poner a Gucci a la cabeza del sector, convirti¨¦ndola en la primera gran marca en abanderar la ralentizaci¨®n en los ritmos en la producci¨®n, venta y promoci¨®n de sus propuestas. Un cambio de paradigma que otros destacados dise?adores, como Dries Van Noten, han reclamado y que algunos, como Armani, han empezado a aplicar escalonadamente. En todos los casos, con la crisis del coronavirus como detonante. ¡°Hemos ido demasiado lejos, nuestras temerarias acciones han prendido fuego al hogar en el que vivimos¡±, reflexionaba el romano.

Michele ha confirmado que sus dos colecciones incluir¨¢n prendas de hombre y mujer y no responder¨¢n al ¡°viejo ritual de las temporadas¡± primavera-verano, oto?o-inverno. ¡°Los considero t¨¦rminos pobres y obsoletos. Etiquetas de un discurso impersonal que perdi¨® su significado. Recipientes que se fueron desvinculando poco a poco de la vida que los gener¨® y acabaron perdiendo el contacto con la realidad¡±, explicaba en unas notas que ha ido publicando estos ¨²ltimos d¨ªas en la cuenta de Instagram de Gucci.

La marca no participar¨¢ el pr¨®ximo septiembre en la semana de la moda de Mil¨¢n. ¡°En nuestro caso resulta imposible. Me alegro si otras compa?¨ªas con capaces de llegar a tiempo a esta cita, pero nosotros queremos empezar a manejar otros compases¡±, argument¨® Michele. Y aunque no dej¨® claro si volver¨¢n a integrarse en el calendario oficial italiano, tampoco parece querer ir por libre en esta aventura. ¡°Me gustar¨ªa recorrer este camino junto a otros e incitarles a repensar que hacer cinco shows al a?o es malo para la creatividad. Yo lo he hecho porque soy hiperproductivo, pero eso tambi¨¦n puede ser una enfermedad¡±.

En su opini¨®n, los desfiles, como todo el sistema de la moda, no volver¨¢n a ser iguales tras el coronavirus. ¡°Si de m¨ª dependiera, los har¨ªa siempre a puerta abierta, me encanta reinventarlos. Pero nuestra creatividad debe adaptarse a nuevos lenguajes visuales. Quiz¨¢, aunque no nos encontremos en directo, nos volveremos a ver de otra forma¡±. Michele ya se comunicaba as¨ª con una parte muy importante de la audiencia, que, en su opini¨®n, trascendi¨® hace a?os a los compradores de las grandes superficies y periodistas especializados. ¡°El mundo de la moda se ha convertido en una especie de Woodstock. Existe una comunidad global que nos sigue a trav¨¦s de muchos medios¡±.

Frente a la intenci¨®n de producir menos y m¨¢s razonablemente, se alzan los objetivos de ventas y las expectativas de negocio. C¨®mo conseguir¨¢ Gucci mantener una facturaci¨®n en la que las precolecciones y colecciones c¨¢psula eran tan importantes, con solo dos colecciones al a?o es la pregunta de los 10.000 millones de euros. ¡°Lo m¨¢s importante es querer hacerlo. Desearlo. Puede que parezca una locura, pero este modelo tambi¨¦n permitir¨¢ que la ropa est¨¦ m¨¢s tiempo y tenga una vida m¨¢s larga en las tiendas. De todas formas, desde que estoy en Gucci hay un equipo que siempre ha tenido ¨¦xito a la hora de traducir mi creatividad en negocio y estoy seguro de que esta vez tambi¨¦n nos sorprender¨¢n¡±.

Haciendo gala una vez m¨¢s de su pasi¨®n por la semi¨®tica, el dise?ador ha decidido, adem¨¢s, rebautizar las colecciones con t¨¦rminos pertenecientes al campo sem¨¢ntico de la m¨²sica cl¨¢sica. ¡°Habr¨¢ sinfon¨ªas, rapsodias, madrigales, nocturnos, oberturas, conciertos y minuetos en la constelaci¨®n de mi senda creativa. A fin de cuentas, la m¨²sica viaja m¨¢s all¨¢ de las fronteras, restableciendo el v¨ªnculo entre la fragilidad y el infinito¡±.

Aunque ha sido la primera en abrazar un cambio de paradigma, Gucci no es la ¨²nica marca que durante la crisis de la covid ha puesto sobre la mesa la necesidad de regenerar una industria de la moda cada vez m¨¢s alejada de las sensibilidades y necesidades contempor¨¢neas. Para empezar, las asociaciones de creadores del Reino Unido y Estados Unidos ¨Cel British Fashion Council (BFC) y el Council of Fashion Designers of America (Cfda)- han recomendado a sus miembros que ¡°se centren en no m¨¢s de dos colecciones principales al a?o¡±. Giorgio Armani, por su parte, resumir¨¢ sus dos desfiles de alta costura en uno solo, que se celebrar¨¢ este pr¨®ximo enero en Mil¨¢n y no en Par¨ªs, como ven¨ªa sucediendo hasta ahora. En ¨¦l se mostrar¨¢n prendas de oto?o-invierno y primavera-verano juntas. De la misma forma, el italiano solo organizar¨¢ un desfile de Emporio Armani que tendr¨¢ lugar en septiembre. Adem¨¢s, estudia la posibilidad de dejar de producir colecciones de prefall y crucero (las que llegan a las tiendas en junio y diciembre, respectivamente). El objetivo de Armani, como confirma en una entrevista a El Pa¨ªs Semanal, es ¡°bajar el ritmo, mostrar menos colecciones y volver a una posici¨®n en la que se tome en consideraci¨®n las demandas reales de los consumidores¡±.

Tambi¨¦n Saint Laurent, perteneciente al grupo Kering como Gucci, ha anunciado que no participar¨¢ en la semana de la moda de Par¨ªs del pr¨®ximo septiembre y que reorganizar¨¢ su agenda para mostrar sus propuestas a lo largo del a?o.

Reestructurar los calendarios de los desfiles es una de las principales demandas de un grupo de dise?adores y distribuidores capitaneados por el creador Dries Van Noten, y que cuenta entre sus filas con firmas como Marine Serre y Gabriella Hearst y centros comerciales del peso de Nodstrom, Selfridges o Bedgorf Goodman. En una carta publicada a mediados de mayo, piden que se ajusten las campa?as de ventas a las estaciones y que se retrasen las rebajas. Es decir, que las colecciones de verano est¨¦n en las tiendas de febrero a julio; y las de invierno, de agosto a enero. ¡°No es normal comprar ropa de invierno en mayo¡±, resume Van Noten.