Adriana Dom¨ªnguez, la heredera de ¡®la arruga es bella¡¯ que venera la vejez

¡°La empresa est¨¢ mejor en manos de las profesionales de mis hijas que en manos de los bichos profesionales¡±. Con semejante crudeza explic¨® en un acto p¨²blico en diciembre de 2018 el modisto Adolfo Dom¨ªnguez (nacido en Ourense hace 70 a?os) por qu¨¦ puso el punto final a la fat¨ªdica etapa de su negocio textil que, empe?ado en un crecimiento sideral liderado por directivos de renombre ajenos al germen familiar, lo empujaron al borde del precipicio.

Tras a?os acumulando p¨¦rdidas, el dise?ador tuvo claro que deb¨ªa renovar la empresa heredada de sus padres y devolverle su esencia. As¨ª que mostr¨® la m¨¢s grata sorpresa cuando la mayor de sus tres hijas, Adriana, se ofreci¨® para pilotar el regreso a la propia identidad y al endeudamiento cero. La remontada fue total. En los cuatro a?os transcurridos desde su desembarco en la empresa ha logrado frenar el r¨ªo de p¨¦rdidas de la ¨²ltima d¨¦cada.

Hace unos d¨ªas, en el marco de la peor recesi¨®n mundial generada por el coronavirus, el veterano modisto complet¨® el traspaso de poderes que ya hab¨ªa ido acumulando su hija y le cedi¨®, con el respaldo un¨¢nime del consejo de administraci¨®n, la presidencia ejecutiva de la empresa en la que se cri¨® jugando entre patrones y linos.

Nacida en Ourense hace 44 a?os, Adriana Dom¨ªnguez habla como su padre, mira como su padre y hace gala de la misma sobriedad. Fue ¨¦l quien le forj¨® el car¨¢cter. El dise?ador, nacido en el municipio ourensano de Trives y criado junto con sus hermanos (todos ellos dedicados a la moda) en el piso superior de la tienda de tejidos de sus padres, ha cultivado siempre una cierta espiritualidad, posiblemente perfilada en sus a?os de seminario, antes de acudir a estudiar arte y cine a Par¨ªs.

Aunque vegano y yogui, su hija ¡ªque no se ha decantado por esas opciones¡ª asegura que es, sobre todo, un hombre apegado a la tierra, a sus ra¨ªces gallegas, y que medita dando enormes paseos por la finca en la que vive, a escasos kil¨®metros de la ciudad, o cuidando la huerta; es decir, ¡°algo bastante parecido a lo que pueda hacer cualquier vecino en el entorno rural gallego¡±, concluye la primog¨¦nita.

A ella la envi¨® con ocho a?os a los m¨¢s selectos internados europeos. La peque?a Adriana lleg¨® a estudiar a Londres sin saber nada de ingl¨¦s. Lo aprendi¨® rauda, como los otros tres idiomas que domina adem¨¢s de la lengua materna.

¡°Visto desde fuera parece bastante duro pero yo lo asum¨ª con naturalidad y creo que el balance es muy positivo; aumenta la resiliencia¡±, comenta la presidenta de la firma con una taza de t¨¦ entre las manos en una sala de la f¨¢brica ourensana.

Reconoce que su padre se empe?¨® en que sus tres hijas estuvieran ¡°preparadas para todo¡± hasta el punto de colocar en un extremo de la finca una especie de gran U met¨¢lica que les hac¨ªa escalar atadas con cuerdas. ¡°Dec¨ªa que deb¨ªamos prepararnos por si alg¨²n d¨ªa nos ve¨ªamos en una emergencia¡±, cuenta entre risas. ¡°Pero cuando ven¨ªan mis primas ?preguntaban si pod¨ªan hacerlo ellas tambi¨¦n!¡±.

Tras los internados lleg¨® la Universidad. Se licenci¨® en empresariales (ICADE y CESM) hizo un m¨¢ster en Pensamiento por la Escuela Contempor¨¢nea de Humanidades de Madrid y realiz¨® una breve pero intensa andadura como actriz. Lleg¨® a compartir reparto con Robert de Niro o Geraldine Chaplin tras pasar por las aulas del instituto Lee Strasberg y la New York Film Academy.

Pese a ser miembro del Club Profesional de Actores de The Actors Studio, dej¨® la pasi¨®n del cine por la de la empresa familiar. En cuanto el negocio comenz¨® a hacer aguas, ella tuvo claras sus prioridades. En 2016 decidi¨® regresar a Ourense y revertir a su provincia la producci¨®n completa y las oficinas que hab¨ªan sido derivadas a Madrid por los directivos que la precedieron. Se asent¨® con su beb¨¦ y su marido ¡ªel empresario Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez-Agull¨® Willis-Fleming¡ª, en una de las viviendas de la finca de sus padres.

¡°Podr¨ªa vivir sin necesidad de hacer nada pero adora la empresa levantada por sus abuelos y sus padres y ah¨ª est¨¢, renunciando a una vida f¨¢cil para intentar salvarla¡±, sostiene la empresaria Inmaculada Rodr¨ªguez Cuervo, que hace algunos a?os se vio en una tesitura similar y regres¨® tambi¨¦n de Madrid con un hijo peque?o para coger las tiendas de la empresa de su padre.

Rodr¨ªguez ¡ªque fue vicepresidenta del Parlamento gallego con el PP entre 2001 y 2005¡ª elogia la capacidad de trabajo de la nueva directora general de Adolfo Dom¨ªnguez, a la que ha conocido hace escasos a?os. Est¨¢ convencida de que conseguir¨¢ su prop¨®sito: ¡°Tiene una formaci¨®n impresionante, mucho mundo, una gran capacidad de liderazgo, y un enorme compromiso con lo social y lo medioambiental¡±.

La misma definici¨®n que hace su amiga de adolescencia y compa?era en los a?os de Universidad, Laura Seara, exsecretaria de Estado de Igualdad del gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. ¡°Sobria, feminista, muy trabajadora: ese perfil de persona que sabe que lo que conseguir¨¢ en la vida ser¨¢ por su propio esfuerzo¡±, a?ade.

Ella habla de los esfuerzos anteriores: de los de sus padres y de los de sus abuelos. De c¨®mo estos emigraron a Catalu?a y de c¨®mo levantaron en 1950 el taller de sastrer¨ªa en el pueblo con las telas compradas en Barcelona.

¡°Mi padre no me proyect¨® para que me dedicase a la empresa¡±, asegura precisando que lo hace por su familia, por sus ra¨ªces. Lo ha dejado claro con el eslogan que pretende suceder en impacto al famoso ¡°La arruga es bella¡±: ¡°S¨¦ m¨¢s viejo¡±, una llamada al consumo moderado y a la puesta por la moda sostenible que defiende.