Macron en el sur de Francia: vacaciones entre sobresaltos pol¨ªticos
El presidente pasa varias semanas en el fuerte Br¨¦gan?on, la residencia de verano de los mandatarios galos
Pocos dir¨ªan que Emmanuel Macron est¨¢ de vacaciones. A pesar de haberse instalado a finales de julio en el fuerte Br¨¦gan?on, la tradicional residencia de verano de los presidentes de Francia sobre un fant¨¢stico islote en la Costa Azul, el mandatario galo ha tenido que interrumpir sus vacaciones constantemente este verano, y no solo por el coronavirus: la devastadora explosi¨®n en Beirut el 4 de agosto hizo que Macron realizara varias llamadas a diversos dirigentes libaneses e internacionales y partiera en una visita rel¨¢mpago a la capital libanesa. Solo unos d¨ªas m¨¢s tarde, organiz¨® desde el denominado El¨ªseo de verano la conferencia internacional de donantes con hom¨®logos de todo el mundo que comprometi¨® m¨¢s de 250 millones de euros de ayuda de emergencia para el atribulado pa¨ªs mediterr¨¢neo.
Si pensaba que ya pod¨ªa descansar, se equivoc¨®. El asesinato, el mismo domingo que Macron dedicaba a ayudar a L¨ªbano, de seis cooperantes franceses en N¨ªger, presuntamente a manos de yihadistas, conmocion¨® al pa¨ªs y a su dirigente, que esta semana convoc¨® un consejo de defensa para analizar la situaci¨®n en el Sahel. Y por supuesto, ah¨ª sigue el coronavirus, con un repunte evidente en Francia que tiene muy preocupado al Gobierno y que tambi¨¦n lo ha obligado ¡ªy probablemente seguir¨¢ haciendo¡ª a celebrar reuniones telem¨¢ticas con sus ministros del ramo.
A pesar de ello, Macron est¨¢ consiguiendo ara?ar algo de tiempo para descansar y dedicarse a sus pasatiempos favoritos. Como las motos acu¨¢ticas. La revista Voici ha publicado esta semana en su portada una foto del presidente franc¨¦s pilotando su propia moto, vestido ¨²nicamente con ba?ador y chaleco salvavidas, bajo el titular ¡°Alerta en Br¨¦gan?on¡±, en un juego de palabras con ¡°Alerta en Malib¨²¡±, como se conoce en Francia la popular serie veraniega estadounidense Bay Watch (Los vigilantes de la playa). En las p¨¢ginas interiores, se descubre que Macron comparte esta pasi¨®n acu¨¢tica ¡ªes el tercer a?o que es ¡°pillado¡± sobre una moto acu¨¢tica¡ª con su mujer, Brigitte, y dos de las hijas de esta, Tiphaine y Laurence, acompa?adas de sus respectivos v¨¢stagos. El presidente ¡°parec¨ªa feliz. Hasta hizo magn¨ªficos derrapes y salpic¨® a sus guardaespaldas, uno tras otro¡±, cont¨® un testigo a la revista, cuyas fotos han creado bastante algarab¨ªa en las redes sociales y en algunos medios. De hecho, la revista Valeurs Actuels recuerda al comentar la noticia que en sus vacaciones en el mismo lugar en 2018, ¡°el presidente de la Rep¨²blica infringi¨® una ordenanza de la prefectura mar¨ªtima del Mediterr¨¢neo al circular en moto acu¨¢tica por una reserva marina protegida¡±, aunque ahora parece haber aprendido y ya solo navega por aguas permitidas.
Pese a las constantes interrupciones por motivos de pol¨ªtica nacional o internacional, los Macron han disfrutado de algunos otros momentos de calma, varios de ellos, aunque muy pocos, captados por las c¨¢maras. La pareja presidencial sabe que puede contar con la intimidad m¨¢s absoluta en el fuerte Br¨¦gan?on, que Macron recuper¨® como residencia estival del jefe de Gobierno: su predecesor, Fran?ois Hollande, que lo detestaba, lo hab¨ªa abierto al p¨²blico. Los nuevos inquilinos del El¨ªseo se han hecho construir una piscina en los terrenos, inaccesibles por su forma de fort¨ªn sobre un islote con un ¨²nico acceso por tierra a las c¨¢maras indiscretas de los paparazzi.
Aun as¨ª, se prodiga de vez en cuando por los alrededores de la popular zona de vacaciones en la Costa Azul, momentos escasos que sin embargo se encarga de que sean recogidos por la prensa local o, si no hay otra manera, del coraz¨®n. As¨ª, este verano, justo antes del desastre de Beirut, los Macron se dejaron ver en la cercana localidad de Lavandou, donde disfrutaron de una pizza en un restaurante que ya conocen de a?os anteriores.
¡°Pidieron pizza y se quedaron dos o tres horas, con gran sencillez. Pasaron un momento simp¨¢tico y fueron muy agradables con todo el personal, como suelen hacer. Siempre es un placer recibir al presidente y a su esposa¡±, cont¨® al d¨ªa siguiente la due?a del local al diario regional Nice-Matin. Lo que s¨ª fue diferente este a?o: la ya tradicional foto con el personal del restaurante, en la que presidente, primera dama y equipo restaurador posaron con mascarilla, como obligan estos tiempos de pandemia. Antes de que Beirut lo trastocara todo, Macron tambi¨¦n tuvo tiempo de tomarse un caf¨¦ en la terraza de un bar con el alcalde de Bormes-les-Mimosas, Fran?ois Arizzi, y de saludar ¡ªcon mascarilla y guardando las distancias, haciendo el ¡°saludo budista¡±, como lo describe el Var Matin¡ª al p¨²blico que r¨¢pidamente se congreg¨® a ver al mandatario.
?Habr¨¢ m¨¢s ¡°avistamientos¡± presidenciales? Seguramente, pero no muchos. Macron, que seg¨²n dijeron fuentes oficiales al Var Matin sigue atendiendo los diversos temas que le ocupan ¡°entre ocho y diez horas diarias¡±, tiene una pesada agenda ante s¨ª antes de que acabe el verano: seg¨²n varias publicaciones, Macron recibir¨¢ a la canciller alemana, Angela Merkel, en Br¨¦gan?on ¡°alrededor¡± del 20 de agosto. El mandatario tambi¨¦n tiene que preparar el ambicioso plan de recuperaci¨®n econ¨®mica, de 100.000 millones de euros, que su Gobierno prev¨¦ presentar el 25 de agosto. Y el 1 de septiembre, ha prometido que volver¨¢ a Beirut a echar un vistazo a c¨®mo est¨¢ la situaci¨®n de un pa¨ªs hundido en su peor crisis econ¨®mica y pol¨ªtica que es muy cercano a Francia.
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