Rania de Jordania, la madurez viral de una reina a los 50
La consorte de origen plebeyo se ha refugiado en su exitoso reinado sobre las redes sociales para disipar sombras del pasado y enviar un mensaje de sobriedad
En Jordania a¨²n se recuerda con indignaci¨®n el aura de frivolidad y el escandaloso boato que rode¨® la celebraci¨®n de su 40? cumplea?os. M¨¢s de 600 invitados, muchos de ellos llegados desde el extranjero, fueron transportados hasta el des¨¦rtico espacio natural de Wadi Rum, escenario de las andanzas de Lawrence de Arabia. La Casa Real hachem¨ª no repar¨® entonces en gastos de iluminaci¨®n y decoraci¨®n vegetal en medio de las ¨¢ridas aldeas del sur del pa¨ªs que carecen de electricidad.
Un decenio despu¨¦s, Rania de Jordania parece mostrase arrepentida por haberse comportado, en v¨ªsperas del estallido de la primavera ¨¢rabe, como Mar¨ªa Antonieta derrochando a manos llenas poco antes de la toma de la Bastilla. Nacida en Kuwait el 31 de agosto de 1970 en el seno de una familia palestina exiliada, Rania al Yassin, cumple ahora 50 a?os exhibiendo madurez en plena pandemia de coronavirus. Lejos parecen quedar sus lujosas vacaciones en Mil¨¢n o la Costa Azul, o los d¨ªas de navegaci¨®n junto a Bono, l¨ªder de U2 y uno de sus muchos amigos famosos.
La consorte de origen plebeyo se ha refugiado en su exitoso reinado sobre las redes sociales para disipar sombras del pasado y enviar un mensaje de sobriedad encarnado en su propia imagen, icono de modernidad femenina en el mundo ¨¢rabe y reverenciada en el papel cuch¨¦ occidental. Las revistas del coraz¨®n se han apresurado, precisamente, a difundir la buena nueva de las fotograf¨ªas de su posado previo a la celebraci¨®n del cumplea?os.
En una de ellas aparece con un vestido de manga larga ¡°de crep¨¦ blanco, cuello redondo con bordados y filigrana de corte ¨¢rabe a la altura de la cadera y el pecho¡± de la colecci¨®n de 2018 de la marca libanesa Ashi Studio, de acuerdo con la autorizada descripci¨®n de ?Hola!. De porte regio, el atuendo es todo un gui?o solidario a las v¨ªctimas y afectados por la brutal explosi¨®n que devast¨® a comienzos de agosto el centro de Beirut.
Para estrenar la cincuentena, Rania de Jordania airea en especial su madurez en otra imagen, relativamente informal, en pantalones vaqueros y con jersey azul marino de ¡°mangas abullonadas¡±. No resulta dif¨ªcil imagin¨¢rsela de esta guisa en la oficina del palacio real de Am¨¢n que gestiona sus cuentas en las redes sociales, donde de verdad es soberana. Cuenta con cerca de 17 millones de seguidores en Facebook, 10,4 en Twitter y algo m¨¢s de seis en Instagram, en cuya imaginer¨ªa se prodiga, sin olvidar otras plataformas visuales como YouTube. En cuesti¨®n de minutos, actividades oficiales e hitos privados dan la vuelta al mundo.
Adem¨¢s la representaci¨®n de elegancia que proyecta una familia numerosa es el principal activo en las redes de la consorte hachem¨ª. Sus tres hijos mayores han echado a volar para cobrar notoriedad propia en los ¨²ltimos a?os. Por estudiar y graduarse en Estados Unidos ¡ªel heredero del trono, Hussein, de 25 a?os, y la princesa Im¨¢n, de 23¨C o, como su hermana menor, Salma, de 19, por haberse convertido en la primera mujer piloto de las Fuerzas Armadas. Tan solo el benjam¨ªn, Hashem, de 14 a?os, sigue a¨²n con bajo perfil de los algoritmos virales mientras afronta la secundaria en la Academia Internacional de Am¨¢n, el colegio ingl¨¦s biling¨¹e fundado por su madre en 2004 y en el que le precedieron todos sus hermanos.
Superada en principio la etapa en la que los retoques est¨¦ticos parec¨ªan haber alterado su apariencia, la reina jordana se consagra a preservar la continuidad de la monarqu¨ªa por la v¨ªa de la celebridad compartida. Mientras, su marido hace equilibrios entre la Casa Blanca y la Autoridad Palestina, o Israel y L¨ªbano, en el torbellino de Oriente Pr¨®ximo. Rania ha tenido que aprender a adaptarse. Su matrimonio con un pr¨ªncipe que no estaba destinado al trono dio un vuelco cuando el rey Hussein nombr¨® heredero a su hijo Abdal¨¢ apenas dos semanas antes de morir en 1999. Desde entonces la pareja real est¨¢ al frente de la dinast¨ªa hachem¨ª, que se reclama descendiente directa del profeta Mahoma.
Hija de la di¨¢spora palestina ¨Csu padre era un m¨¦dico originario de Tulkarem, en el norte de Cisjordania bajo ocupaci¨®n israel¨ª¨C estudi¨® Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas en El Cairo antes de instalarse en Am¨¢n, adonde su familia se hab¨ªa trasladado tras la invasi¨®n de Kuwait por Irak. Trabaj¨® en los departamentos comerciales de Citibank y Apple en la capital jordana antes de conocer al pr¨ªncipe Abdal¨¢ en enero de 1993. Se casaron cinco meses despu¨¦s. Al cumplirse recientemente 27 a?os desde su boda, proclamaba en las redes sociales la devoci¨®n que siente por su marido de manera tan id¨ªlica que no parec¨ªa real. ¡°?C¨®mo no enamorarte de esta sonrisa, una y otra vez durante 27 a?os¡±, escribi¨® junto al emoticono de un coraz¨®n rojo.
Su condici¨®n de desterrada palestina que no se cubre con el velo isl¨¢mico le ha acarreado sucesivas controversias con la conservadora ¨¦lite beduina de Jordania. Los transjordanos (originarios de la orilla oriental del Jord¨¢n) no ven con buenos ojos el auge de la poblaci¨®n procedente de Cisjordania (orilla occidental). Los palestinos representan la mitad de los cerca de siete millones de habitantes con plena ciudadan¨ªa de un pa¨ªs que alberga a casi diez millones de personas, incluidos refugiados e inmigrantes.
En cierta medida, su matrimonio tendi¨® un puente ente ambas orillas demogr¨¢ficas. Entre posados y post en Instagram, la consorte ha encabezado campa?as contra los malos tratos y abusos sexuales a menores o contra los llamados cr¨ªmenes de honor (asesinatos de mujeres en el seno de las familias) que le han granjeado simpat¨ªa popular. En la madurez de los 50 a?os, Rania de Jordania sigue en el foco global al cabo de dos d¨¦cadas de fotograf¨ªas de portada en su reinado.
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