La jequesa Zeynab de Dub¨¢i denuncia que quieren quitarle a sus tres hijas
La tercera esposa de Said Bin Maktum Bin Rashid al Maktum, sobrino del emir, pide ayuda en Instagram ante el acoso que sufre desde que dej¨® a su marido. Desde la emisi¨®n de los v¨ªdeos en Youtube no se ha vuelto a saber nada de ella
¡°Sin comida, sin agua, sin nada. Perseguida durante nueve meses. Van a forzar la puerta y llevarse a mis hijas¡±. La voz temblorosa del v¨ªdeo corresponde a la jequesa Zeynab, seg¨²n la organizaci¨®n Detained in Dubai, que ha difundido otra denuncia de abusos y maltrato de una mujer de la familia gobernante de ese emirato. La mujer asegura que desde que dej¨® a su marido es objeto del acoso de su poderoso esposo y pide ayuda. El caso pone de relieve la enorme diferencia entre la imagen de modernidad que proyecta Dub¨¢i y la realidad de los privilegios cuasi medievales de sus gobernantes.
La historia de Zeynab es la de un cuento de hadas al rev¨¦s. Nacida en Bak¨² (Azerbaiy¨¢n) hace 29 a?os como Zeynab Javadli, la joven fue una destacada gimnasta que triunf¨® en varios campeonatos europeos y mundiales, e incluso fue coronada Miss Elegancia en una de las competiciones celebradas en Rusia. No est¨¢ claro c¨®mo conoci¨® a su futuro marido, un jinete y antiguo tirador ol¨ªmpico quien adem¨¢s era hijo del anterior emir de Dub¨¢i y sobrino del actual gobernante. Sea como fuere, en 2015 la gimnasta azerbaiyana pon¨ªa fin a su carrera deportiva y se convert¨ªa en la tercera esposa del jeque Said Bin Maktum Bin Rashid al Maktum, un hombre que le llevaba 14 a?os.
Tuvieron tres hijas: Sana, de 4 a?os, Asiya, de 3, y Salama, de 1. Las im¨¢genes de la cuenta de Instagram de la jequesa Zeynab, como pas¨® a ser conocida, mostraban a una mujer esbelta y aparentemente feliz. Sin embargo, algo debi¨® de torcerse y, seg¨²n la denuncia que ahora ha hecho p¨²blica, hace nueve meses dej¨® a su marido, abandon¨® el palacio que compart¨ªan y se instal¨® con sus hijas en un chal¨¦, a la espera de obtener el divorcio y poder recuperar la libertad.
Antes dicho que hecho. Su decisi¨®n no debi¨® de gustar al jeque, quien ha tratado de recuperar a las ni?as por las bravas. De acuerdo con la versi¨®n de Zeynab, su exmarido le ha enviado a la polic¨ªa para quitarle a las peque?as. Por eso se ha parapetado en su casa y en un gesto que se est¨¢ haciendo crecientemente habitual entre las mujeres de las monarqu¨ªas de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga que se sienten v¨ªctimas del machismo imperante, ha recurrido a las redes sociales para gritar auxilio.
En una primera retransmisi¨®n en directo en su cuenta de Instagram denunciaba el jueves que la polic¨ªa hab¨ªa detenido a su padre, quien junto a su madre se traslad¨® a vivir con ella cuando dej¨® a su marido. ¡°Tiene 78 a?os, ?qu¨¦ ha hecho ¨¦l?¡±, lloriqueaba mientras mostraba im¨¢genes grabadas desde la ventana de unos individuos en el patio de su casa. Un poco m¨¢s tarde, otra retransmisi¨®n mostraba la habitaci¨®n en la que se ha parapetado con las ni?as, mientras de fondo se oyen gritos. Ambas fueron grabadas y pueden verse en el perfil de YouTube de Detained in Dubai.
¡°No puedo entregar a mis hijas a extra?os. As¨ª es como me tratan. No hay ley¡±, asegura la jequesa, extremadamente nerviosa y compungida. ¡°No he hecho nada para merecer esto. No he hecho nada¡±, repite una y otra vez. ¡°El jeque Said me llam¨® por error desde el coche cuando estaba con tres mujeres. Tuve que o¨ªrlo¡ Pero yo no hecho nada¡±, a?ade.
Tambi¨¦n se queja de que le han arrebatado el m¨®vil en el que ten¨ªa pruebas del acoso que ha sufrido. Zeynab responsabiliza al director de la oficina del jeque (¡°the manager of the Sheikh¡±, dice en ingl¨¦s) de la persecuci¨®n f¨ªsica y moral que est¨¢ sufriendo. ¡°Nadie ha intentado ayudarme, dicen que es ¡®un asunto del jeque¡¯ y que no pueden hacer nada¡±, subraya.
Sus palabras son a menudo interrumpidas por una voz infantil, probablemente de la hija mayor. ¡°No pod¨¦is llevarnos a ninguna parte¡±, afirma con desafiante inocencia. En un momento determinado identifica a alguien entre quienes se mueven por el patio. ¡°Esa es la mujer que me peg¨®. Viene a quitarme a las ni?as¡±, dice. En la grabaci¨®n no llega a verse si se produce el asalto a la vivienda, pero desde su difusi¨®n no ha habido noticias ni de la jequesa Zeynab ni de sus hijas.
EL PA?S no ha podido verificar los v¨ªdeos, pero las denuncias que contienen son consistentes con casos anteriores y con las acusaciones de organizaciones de derechos sobre el trato a las mujeres en Emiratos ?rabes Unidos, la federaci¨®n de principados a la que pertenece Dub¨¢i. En los ¨²ltimos a?os han adquirido prominencia desde la huida de la princesa Haya, la m¨¢s joven de las mujeres del emir, hasta el secuestro ordenado por el propio mandatario de su hija Latifa tras escapar del pa¨ªs, pero tambi¨¦n de emirat¨ªes de a pie como Hind Albolooki, madre de cuatro hijos que busc¨® asilo en Europa porque su marido se negaba a concederle el divorcio.
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