El pr¨ªncipe Guillermo refuerza su popularidad durante la pandemia
El nieto de Isabel II es el m¨¢s activo de la familia real en tiempos de la covid. Una reciente encuesta indica que la mayor¨ªa de los brit¨¢nicos preferir¨ªa que reinara en vez de su padre, Carlos de Inglaterra
El pr¨ªncipe Guillermo (38 a?os), tercero en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono brit¨¢nico, ha decidido que el mejor modo de sofocar un incendio es ignorarlo. El mi¨¦rcoles por la noche particip¨® a trav¨¦s de un v¨ªdeo grabado con anterioridad en la ceremonia de entrega de premios de la fundaci¨®n Spirit of Fire, a favor de los bomberos del Reino Unido. Era la primera vez que comparec¨ªa en p¨²blico el duque de Cambridge despu¨¦s de que el diario The Sun revelara en exclusiva que el primog¨¦nito de Carlos de Inglaterra hab¨ªa ocultado que padeci¨® la covid-19 el pasado abril. Ocurri¨® d¨ªas despu¨¦s de que los brit¨¢nicos supieran que tanto el heredero de la Corona, el pr¨ªncipe de Gales, como el primer ministro, Boris Johnson, hab¨ªan ca¨ªdo v¨ªctimas de la enfermedad. En el caso del pol¨ªtico, con la suficiente gravedad como para acabar ingresado en la UCI.
El Palacio de Kensington, residencia oficial de Guillermo y Kate, no ha querido confirmar ni desmentir una informaci¨®n tan relevante, pero fuentes cercanas a la pareja se han esforzado estos d¨ªas por transmitir la raz¨®n por la que no quiso hacer p¨²blico su diagn¨®stico. ¡°Estaban sucediendo cosas muy serias, y yo no quise a?adir mayores preocupaciones¡±, asegura The Sun que explic¨® Guillermo a sus allegados. Continu¨® atendiendo sus obligaciones desde Anmer Hall, su residencia en Norfolk, donde tanto ¨¦l como su esposa e hijos llevaron a cabo el aislamiento recomendado por los m¨¦dicos que le trataron. Sus s¨ªntomas, al parecer, fueron lo suficientemente llevaderos como para atender durante el mes de abril hasta catorce intervenciones telef¨®nicas y a trav¨¦s de videoconferencia. ¡°Fue algo muy bien pensado. Decidi¨® acertadamente que causar¨ªa alarma saber que tantas figuras de relevancia hab¨ªan contra¨ªdo la enfermedad a la vez¡±, ha dicho la bi¨®grafa de la realeza, Ingrid Stewart. Una m¨¢s de las voces que se han apresurado a proteger a Guillermo frente a las cr¨ªticas surgidas por la falta de transparencia desplegada.
Los duques de Cambridge, el matrimonio formado por el pr¨ªncipe Guillermo y Kate Middleton, han acumulado una gran dosis de popularidad durante los meses de la pandemia. Sus constantes actos p¨²blicos, aunque durante largo tiempo fueran telem¨¢ticos, y la imagen de solidez y optimismo que se han esforzado en transmitir han sido bien acogidos por una poblaci¨®n que, en un 67%, sigue apoyando que el Reino Unido sea una monarqu¨ªa parlamentaria. Retorna, sin embargo, el eterno dilema que surgi¨® desde el fallecimiento de Lady Di, la madre de Guillermo. A pesar de que el debate ya se ha enfriado considerablemente, todav¨ªa son m¨¢s los ciudadanos que, ante la pregunta, preferir¨ªan que la l¨ªnea hereditaria de los Windsor se saltara un escal¨®n y, llegado el momento, Carlos de Inglaterra (71 a?os), abdicara en su hijo. No muchos m¨¢s. Un 41%, seg¨²n la encuesta realizada por YouGov entre enero, marzo y octubre, desear¨ªa que fuera el tercero en la l¨ªnea de sucesi¨®n quien sustituyera a Isabel II (94 a?os). En el ¨ªndice de popularidad de los miembros de la familia real brit¨¢nica, la figura indiscutible sigue siendo la reina, con un respaldo del 80%. Pero quienes m¨¢s de cerca le siguen son Guillermo y Kate, con un mismo apoyo del 76%. Carlos de Inglaterra, quien ya ha dejado claro en numerosas ocasiones su deseo de llegar al trono y su voluntad de emprender una profunda renovaci¨®n en la monarqu¨ªa brit¨¢nica, tiene un nivel de popularidad del 59% (su esposa, Camilla Parker-Bowles, apenas llega al 44%).
Los brit¨¢nicos quieren exotismo y diversi¨®n de los miembros de la Casa de los Windsor, excepto aquellos a los que considera referente de estabilidad. En ese caso, los prefieren aburridos y previsibles. Como Isabel II, o como su nieto Guillermo que, con una actitud y una agenda apacibles, convencionales y sujetas al canon, ha logrado desbancar en la estima de la ciudadan¨ªa a su hermano Enrique, a la fuga primero a Canad¨¢ y despu¨¦s a Estados Unidos con su esposa, la actriz californiana, Meghan Markle. Como su bisabuelo, Jorge VI, Guillermo se ha abierto paso de la sombra proyectada por un hermano mucho m¨¢s medi¨¢tico que, sin embargo, no deja de fallar en sus estrategias de relaciones p¨²blicas. El duque de Cambridge se ha buscado los aliados necesarios para transmitir una imagen de modernidad y continuidad. Si durante a?os la causa del ecologismo de Carlos de Inglaterra fue considerada por muchos cr¨ªticos una excentricidad m¨¢s del eterno aspirante a la Corona, Guillermo se ha juntado con un icono brit¨¢nico como Sir David Attenborough para lanzar su propia campa?a contra el cambio clim¨¢tico en un momento en el que adherirse a esa causa es simplemente tener los pies en la tierra. Tambi¨¦n comparti¨® pizza y cervezas con estrellas del f¨²tbol, en un especial de la BBC, para combatir su propia lucha personal con la salud mental y defender una de las causas a la que m¨¢s tiempo dedica.
El resultado de tal construcci¨®n del personaje ha sido que una mayor¨ªa de los brit¨¢nicos consideren, cuando ni siquiera se ha producido a¨²n el relevo en el Palacio de Buckingham, que la pareja m¨¢s relevante de la pr¨®xima d¨¦cada no ser¨¢ la formada por Carlos y Camila ¡ªmucho menos la de Enrique y Meghan¡ª sino la de Guillermo y Kate. Y que el miembro de la realeza al que m¨¢s atenci¨®n se presta haya sido capaz de ocultar durante seis meses un secreto de tal dimensi¨®n como la enfermedad de la covid-19 y salir indemne del asunto cuando finalmente ha visto la luz.
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