Las confesiones de Gonzalo Mir¨® ante los fogones de ¡®MasterChef Celebrity¡¯

Gonzalo Mir¨® cumpli¨® 39 a?os el pasado 13 de febrero y para muchos es solo el ¨²ltimo concursante eliminado del programa MasterChef Celebrity. El que ha ejercido, durante todo el tiempo que ha durado su participaci¨®n, de infiltrado de la edici¨®n, o al menos as¨ª se lo han hecho saber sus compa?eros, a veces en broma y otras no tanto, acus¨¢ndole de saber m¨¢s de cocina de lo que ¨¦l hab¨ªa declarado al principio del concurso televisivo. Ayer acab¨® su participaci¨®n en el programa y pudo cerrar las bocas de sus compa?eros, que le despidieron con gran cari?o. ¡°He estado por encima de las expectativas. Hace dos meses no sab¨ªa ni coger una sart¨¦n. Mi madre estar¨ªa orgullosa de m¨ª¡±, dijo Gonzalo Mir¨®.

Y en esa frase est¨¢ la clave de lo que Gonzalo ha sido para una generaci¨®n que naci¨® antes de que los realities, las redes sociales y los programas de cocina llegaran a Espa?a e inundaran el prime time de las cadenas de televisi¨®n. Porque para esos otros espectadores, el concursante que ayer dijo adi¨®s a los fogones era el hijo de Pilar Mir¨®, una de las directoras de cine y televisi¨®n que marc¨® una ¨¦poca y que visibiliz¨® a la mujer en una profesi¨®n en la que abundaban los nombres y casi no se sab¨ªa nada de las f¨¦minas. El hecho de que la realizadora decidiera tener a su ¨²nico hijo como madre soltera y que se quedara hu¨¦rfano cuando ten¨ªa 16 a?os, tras el fallecimiento de Pilar Mir¨® a causa de un infarto, le convirti¨® un poco en el ni?o de muchos, aunque ni siquiera le conocieran. Tener como padrino al socialista Felipe Gonz¨¢lez, entonces presidente del Gobierno, y la amistad del rey Juan Carlos I, adem¨¢s de la de muchos de los compa?eros de profesi¨®n de su madre, fij¨® sobre ¨¦l un foco del que a¨²n no est¨¢n muy claros los beneficios o prejuicios.

Pero s¨ª es cierto que su entorno le marc¨® tanto en su devenir profesional como personal. Comenz¨® a estudiar Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad Carlos III de Madrid, pero pronto abandon¨® esta carrera para estudiar Periodismo en la Universidad Francisco de Vitoria. M¨¢s tarde se lanz¨® a cruzar el Atl¨¢ntico y establecerse en Nueva York para estudiar cine y a su regreso a Espa?a comenz¨® una discreta carrera colaborando en distintos programas de televisi¨®n como periodista: Las ma?anas de Cuatro junto a Concha Garc¨ªa Campoy (que falleci¨® de c¨¢ncer en julio de 2013); Deportes Cuatro, Punto Pelota en Intereconom¨ªa Televisi¨®n, La Goleada en TV2 y desde abril de 2018 en el programa de La Sexta Liarla Pardo. Un historial que recoge una de sus pasiones no profesionales: el f¨²tbol, deporte que adem¨¢s de comentar y diseccionar, practica en un equipo amateur y donde se declara ferviente seguidor del Atl¨¦tico de Madrid.

Ser conocido desde tan joven tambi¨¦n ha significado que los avatares amorosos de Gonzalo Mir¨® se hayan convertido en asunto p¨²blico, a pesar de la discreci¨®n que siempre le ha caracterizado en lo referente a sus asuntos personales. Este martes la participaci¨®n de Boris Izaguirre como invitado en MasterChef Celebrity sirvi¨® como excusa para desgranar algunos de sus amores m¨¢s conocidos. El presentador y escritor fue desgranando nombres a los miembros del jurado como el que cuenta un secreto a voces: de la actriz Natalia Verbeke, a la cantante Mal¨² ¡°antes de Albert Rivera¡±, pasando por la actriz Marta Torn¨¦, la cantante Amaia Montero y Eugenia Mart¨ªnez de Irujo, la hija de la duquesa de Alba que por los comentarios de Izaguirre no debi¨® mostrarse muy contenta con la relaci¨®n de su hija mientras dur¨®.

Pero la sorpresa en este cap¨ªtulo fue cuando Boris Izaguirre, que conoce mucho a Gonzalo Mir¨® porque mantiene una buena amistad con su marido, afirm¨® que Loles Le¨®n fue la primera mujer conocida que le gust¨® mucho al periodista. ¡°Su madre le tuvo que recordar que era su madrina, porque ¨¦l ve¨ªa a su madrina con otros ojos¡±, brome¨® Izaguirre. ?l mismo fue el encargado de resumir el secreto del ¨¦xito de Mir¨® con las mujeres: ¡°Es muy entregado", resumi¨® el venezolano.

En la actualidad esa entrega la disfruta Noelia Velasco, la modelo y azafata que es su novia desde hace dos a?os y a la que dedic¨® el triunfo en el programa en el que los jueces le consideraron ganador del pin dorado que le otorg¨® la inmunidad hasta que tuvo que entregarlo: ¡°Estoy deseando compartirlo con mi chica, porque ella es la que m¨¢s ha sufrido la inexperiencia que yo tengo en los fogones. Creo que se va a alegrar incluso m¨¢s que yo¡±, dijo en ese momento.

Noelia Velasco naci¨® en Talavera de la Reina, Toledo, y se les vio juntos por primera vez en 2018 en el estadio de f¨²tbol madrile?o Wanda Metropolitano donde acudieron a ver un partido de Champions League entre el Atl¨¦tico de Madrid y el Borussi Dortmund. Aficionada como ¨¦l a los deportes, de lo poco que se conoce sobre ella, se sabe que ha tenido que ver con el mundo de las motos y ha estado ligada a ¨¦l como azafata en algunas ocasiones.

Las confidencias entre el invitado y los jueces se desarrollaron mientras Mir¨® lanzaba miradas a Boris Izaguirre y alguna exclamaci¨®n que advert¨ªa en tono jocoso que no traspasara los l¨ªmites de una vida personal que guarda en privado. Tanto como para que en un determinado momento de su vida interpusiera demandas para que los medios dejaran de especular sobre la identidad de su padre. Unos procedimientos judiciales que llegaron al Tribunal Constitucional, que en noviembre de 2013 emiti¨® una sentencia que anulaba otra del Tribunal Supremo de 2010 y daban la raz¨®n a Mir¨® afirmando que en su caso el derecho a la intimidad no deb¨ªa ceder frente al derecho a la informaci¨®n, ya que su filiaci¨®n paterna ¡°no es asunto de inter¨¦s p¨²blico¡±. Y que cerraba un debate que part¨ªa de hechos que sucedieron en agosto de 2005, cuando los programas Aqu¨ª hay tomate y TNT, ambos de Telecinco, ¡°difundieron manifestaciones sobre la identidad del padre del recurrente¡±. Simples conjeturas que el Constitucional termin¨® por zanjar afirmando que el inter¨¦s que pudiera tener ese dato para ¡°un mayor o menor n¨²mero de espectadores no justifica la invasi¨®n que tal revelaci¨®n ha ocasionado en su derecho a la intimidad¡±.