Mike Tyson, el ¨²ltimo asalto para cambiar su leyenda de maldito
El boxeador ha vuelto a pelear con fines ben¨¦ficos para dejar atr¨¢s la imagen de violento y drogadicto que acab¨® con su carrera deportiva hace m¨¢s de 15 a?os
La historia de Mike Tyson parec¨ªa escrita y cerrada. Creci¨® pobre en un barrio violento, se prepar¨® para ser boxeador con un entrenador m¨ªtico, Cus D¡¯Amato, y a los 20 a?os lleg¨® a ser el campe¨®n m¨¢s joven de la historia de los pesos pesados. Su nombre sigue resonando en la memoria de los seguidores de este deporte que tiene tantos admiradores como detractores. Pero Tyson se perdi¨®, su vida deriv¨® en una carrera de excesos, descontrol y episodios de violencia dentro y fuera del ring y se convirti¨® en la ant¨ªtesis del deportista. Hasta quienes defendieron su visceralidad sobre el cuadril¨¢tero se quedaron sin argumentos ante algunas de sus acciones, incluido el mordisco con el que arranc¨® un trozo de oreja a uno de sus contrincantes. Su mirada asesina se impuso sobre ese estilo que algunos alababan porque le convert¨ªa en una m¨¢quina de noquear rivales.
En 1992 fue encarcelado tras ser condenado a 10 a?os de prisi¨®n por violar a Desiree Washington, una modelo de 18 a?os. ?l siempre neg¨® los hechos y fue liberado tras cumplir tres a?os de su sentencia por buena conducta, despu¨¦s de afirmar que ese tiempo le hab¨ªa servido para leer y culturizarse. Otros no dejaron de clamar que su comportamiento de chico bueno no fue si no una estrategia para abandonar cuanto antes la c¨¢rcel y que contactos dentro de la prisi¨®n le permitieron prebendas inalcanzables para otros reclusos.
De una forma u otra quien esperara que al salir de prisi¨®n el boxeador hab¨ªa dado por finalizados sus d¨ªas de excesos, comprob¨® que estaba muy equivocado. Fuera le esperaba una fortuna de 400 millones de d¨®lares y nuevas peleas para seguir increment¨¢ndola, pero dilapid¨® su dinero, se excedi¨® con las drogas, continu¨® gastando a raudales en caprichos de exc¨¦ntrico y termin¨® acumulando una deuda de m¨¢s de 60 millones de d¨®lares.
El pasado s¨¢bado Tyson quiso cerrar su historia de boxeador de otra forma y volvi¨® a subir al ring para enfrentarse con Roy Jones. Decepcion¨® a los que esperaban a la antigua fiera pero ¨¦l cerr¨® el c¨ªrculo de un boxeador maldito cambiando el final de su historia deportiva, porque la pelea fue como un entrenamiento entre caballeros de mediana edad y la recaudaci¨®n, que algunos estiman en m¨¢s de 10 millones de d¨®lares, ten¨ªa una finalidad ben¨¦fica. No hab¨ªa carrera que relanzar porque Tyson ya ha cumplido 54 a?os, pero s¨ª el deseo de pulir su imagen, de presentarse con un cuerpo todav¨ªa musculado y el aspecto de un hombre que va situando las piezas desordenadas del rompecabezas que ha sido su vida y quiere recomponerla de alguna manera de cara al p¨²blico.
El viaje hasta el enfrentamiento del s¨¢bado hab¨ªa sido muy largo y hab¨ªa incluido tigres en su jard¨ªn, sexo sin control incluso durante sus a?os de c¨¢rcel, seg¨²n reconoci¨® ¨¦l mismo en su biograf¨ªa, y drogas de todo tipo. No realiz¨® ninguna demostraci¨®n deportiva digna de ocupar las cr¨®nicas de boxeo, pero al menos suaviz¨® el recuerdo de sus ¨²ltimas peleas en las que se present¨® en p¨¦sima forma f¨ªsica (lleg¨® a pesar 170 kilos) y hasta drogado en ocasiones.
Legalmente ha estado casado en tres ocasiones y ha tenido seis hijos con varias mujeres. Su primer matrimonio con la actriz Robin Givens no estuvo exento de problemas. La actriz lleg¨® a afirmar antes de pedir el divorcio que la vida con Tyson era ¡°una tortura, un infierno y lo peor que hubiera imaginado nunca¡±; tambi¨¦n que era man¨ªaco depresivo. El segundo enlace con M¨®nica Turner dur¨® seis a?os y acab¨® entre acusaciones de infidelidad, y el tercero fue en 2009, cuando volvi¨® a contraer matrimonio en Las Vegas con quien hoy sigue siendo su esposa, Lakiha Spicer, de quien dice le ha ¡°salvado la vida tanto en lo emocional como en lo financiero¡±. Con ella ha tenido a sus dos hijos peque?os, Milan y Morocco, con quienes vive entre Newport Beach y Las Vegas. Entre sus infortunios personales se encuentra haber perdido a una hija, Exodus, en 2009. La ni?a, fruto de su relaci¨®n con una estr¨ªper con quien tiene otro hijo, Miguel, muri¨® a los cuatro a?os tras asfixiarse accidentalmente con un cable de su casa. Un suceso del que Tyson a¨²n hoy se pregunta si alguien se puede recuperar en alg¨²n momento.
Desde hace 10 a?os Mike Tyson se declara vegano y ha rehecho parte de su fortuna emprendiendo negocios entre los que se encuentra Tyson Ranch, una empresa que se dedica a producir marihuana de alta calidad para fines terap¨¦uticos y que le reporta ganancias millonarias, que algunos medios estiman en alrededor de medio mill¨®n de d¨®lares mensuales. Su visi¨®n empresarial no acaba con esta idea y ya ha puesto en marcha un proyecto destinado a construir dos resorts, situados en Palm Springs y en Antigua, donde sus hu¨¦spedes puedan disfrutar de los beneficios controlados de fumar marihuana en un ambiente de relajaci¨®n y tranquilidad.
Si el ¡°t¨ªo m¨¢s malo sobre la faz de la tierra¡±, como llegaron a denominarle, consigue mantener a raya o no los demonios que le llevaron a tocar fondo, solo tiene la respuesta el paso del tiempo. Al menos hace ya a?os que fue consciente de que su vida ¡°solo ha sido un chiste¡±, como afirm¨® cuando public¨® su libro de memorias, que inclu¨ªa confesiones y tambi¨¦n momentos algo esperp¨¦nticos. Como cuando perdi¨® un malet¨ªn con un mill¨®n de d¨®lares que fue encontrado d¨ªas despu¨¦s por uno de sus ayudantes. O cuando Monica Turner le pidi¨® el divorcio y ¨¦l le llam¨® para decirle que ten¨ªa SIDA. O cuando encontr¨® a su primera mujer con Brad Pitt y, seg¨²n la versi¨®n del boxeador, el famoso actor no atinaba a decir otra cosa que no fuera ¡°no me pegues t¨ªo, no me pegues¡±.
Eso s¨ª, no esperen de Tyson una reconversi¨®n al cien por cien. Durante la rueda de prensa posterior al combate del pasado s¨¢bado, un periodista de USA Today le pregunt¨® si hab¨ªa consumido cannabis antes de subir al cuadril¨¢tero, y Tyson fue sincero: ¡°Absolutamente, s¨ª. No puedo dejar de fumar. Soy fumador... Fumo todos los d¨ªas. Es lo que hago y como soy voy a morir¡±. Una licencia que la agencia antidopaje ya hab¨ªa previsto estipulando que no intervendr¨ªa si detectaba esta droga en los test porque se trataba de un enfrentamiento de car¨¢cter amistoso con reglas establecidas fuera de las que rigen sobre el ring en un combate normal.
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