Ronaldinho y otras estrellas entre rejas

Al deporte, inevitablemente, se le tuerce el gesto cuando ve desfilar a Ronaldinho esposado en direcci¨®n a la prisi¨®n, despu¨¦s de haber sido interceptado hace algo m¨¢s de una semana en el aeropuerto de Asunci¨®n, Paraguay, tratando de acceder al pa¨ªs con pasaportes ilegales. La sonrisa de Dinho es ahora una media sonrisa, por m¨¢s que nunca le abandone su fiel acompa?ante, la pelota, y golee y regatee estos d¨ªas l¨²gubres entre reclusos. Es el declive del que un d¨ªa fue el rey del f¨²tbol, otro de esos genios a los que la fama y la gloria pervierten y oscurecen, porque su encarcelamiento no hace sino engrosar un significativo listado de h¨¦roes que un d¨ªa tocaron el cielo y luego descendieron a los infiernos. La historia se repite.

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Son unas cuantas, no pocas, las figuras que por una u otra raz¨®n terminaron entre barrotes. Ronaldinho, que el pr¨®ximo d¨ªa 21 cumple 40 a?os, es triste protagonista en medio de este presente coronav¨ªrico, pero la historia del deporte lamenta otros episodios; la mayor¨ªa de ellos, mucho m¨¢s truculentos que el del brasile?o, al fin y al cabo otra v¨ªctima m¨¢s del dejarse llevar y el mal asesoramiento. Recuerda el f¨²tbol a un buen pu?ado de jugadores que se las tuvieron con la Justicia, algunos de renombre como el mism¨ªsimo George Best.

Al Quinto Beatle, as¨ª se le llamaba, fue consumi¨¦ndole el alcoholismo y en 1984, cuando ya era una sombra de lo que fue y enfilaba la retirada, fue arrestado por golpear a un polic¨ªa que le intercept¨® conduciendo borracho. Permaneci¨® 12 semanas en la prisi¨®n de Ford (Sussex) y al salir sigui¨® d¨¢ndose a la mala vida. Nada que ver con otro diablo rojo, Eric Cantona, que fue detenido y pas¨® solo unas pocas horas en el calabozo en 1995 porque su abogado, Maurice Watkins, logr¨® que el juez rebajase la pena de dos semanas que hab¨ªa impuesto al franc¨¦s por patear a un hincha del Crystal Palace que hab¨ªa emitido insultos contra ¨¦l y su familia.

La n¨®mina de villanos en el balompi¨¦ es extensa, con un rese?able protagonismo brit¨¢nico ¨Cah¨ª est¨¢ la violencia de Vinnie Jones, Dennis Wise, Joey Barton, Lee Bowyer o Paul Gascoigne¨C y la reciente referencia de Rub¨¦n Semedo. Exjugador del Villarreal y el Huesca, estuvo encerrado hace dos a?os en la c¨¢rcel de Picassent durante 141 d¨ªas, por secuestro, lesiones y posesi¨®n de armas. Mientras, Vinicius Rodrigues Borges, Breno, zaguero del Bayern, pas¨® dos a?os y medio en prisi¨®n por quemar intencionadamente su vivienda cuando todav¨ªa militaba en el laureado club muniqu¨¦s. Y al otro lado del charco, tuvo mucho eco el nexo de Ren¨¦ Higuita con el c¨¢rtel de Medell¨ªn y su amigo Pablo Escobar. El portero, que jug¨® en el Valladolid a principios de los noventa y dej¨® una impronta eterna con el escorpi¨®n de Wembley, fue condenado a siete meses por haber intervenido en el secuestro y la posterior liberaci¨®n de la hija de un conocido.

En 1999, a cuatro a?os y seis meses lo fue Edmundo, delantero brasile?o que form¨® dupla en la canarinha con Romario y apodado El Animal, pero pas¨® solo un d¨ªa a la sombra gracias a un habeas corpus ¨Cel recurso jur¨ªdico que determina de forma inmediata sobre la legalidad de un arresto¨C. En 1995, el exjugador de la Fiorentina embisti¨® a otro coche a la salida de una discoteca en R¨ªo de Janeiro y murieron tres personas en un homicidio involuntario, seg¨²n dictamin¨® el juez. Menos airoso sali¨® el espa?ol Juanele, talentoso atacante gijon¨¦s que lleg¨® a jugar el Mundial de 1994 con Espa?a y que estuvo un a?o en la c¨¢rcel entre 2015 y 2016 por reincidir en los malos tratos hacia su pareja.

Mucho m¨¢s lejos fue el atleta Oscar Pistorius, en uno de los episodios m¨¢s estremecedores que se recuerdan. El velocista, que naci¨® sin tibias y como deportista se convirti¨® en un ejemplo de superaci¨®n, compitiendo sobre dos pr¨®tesis futuristas de carbono (de ah¨ª lo de Blade Runner) y llegando a ser el primer atleta amputado en competir en unos Juegos Ol¨ªmpicos (Londres 2012), se encuentra en prisi¨®n por el asesinato de su novia en la madrugada de San Valent¨ªn de 2013. Entonces empu?¨® una pistola semiautom¨¢tica y tirote¨® a la modelo Reeva Steenkamp. Despu¨¦s de varios giros rocambolescos del caso y de varios volantazos en los tribunales, Pistorius, de 33 a?os, fue condenado en 2017 a trece a?os y cinco meses de prisi¨®n.

Antes, en 1994, estall¨® el caso O. J. Simpson, el m¨¢s medi¨¢tico de la historia relacionado con una estrella del deporte y que reabri¨® la herida del racismo en Estados Unidos. Ese a?o, el icono del f¨²tbol americano (NFL) fue acusado de asesinar a su exmujer y otro hombre en Los ?ngeles, y al curso siguiente, con el pa¨ªs dividido, protagoniz¨® el denominado Juicio del siglo, seguido por m¨¢s de 150 millones de telespectadores. Finalmente fue absuelto pero en 2017, con 70 a?os, abandon¨® la prisi¨®n de Nevada en libertad condicional despu¨¦s de nueve de condena, tras ser juzgado por secuestro y robo a mano armada por unos hechos acontecidos en 2008.

La NFL tambi¨¦n ha dejado el rastro cercano de Sam Hurd (tr¨¢fico de drogas) o Michael Vick (peleas de perros), y el b¨¦isbol estadounidense tambi¨¦n aporta nombres como los de Chad Curtis (14 a?os por abusos sexuales, aunque al parecer saldr¨¢ a finales de este a?o), el dominicano Ra¨²l Mondesi (ocho por malversaci¨®n de fondos p¨²blicos) o el venezolano Ugeth Urbina (siete en la c¨¢rcel, por intento de asesinato al defenderse de unos ladrones durante un asalto en 2007). Y en la NBA tambi¨¦n existe una espiral delictiva (Denis Rodman, Javaris Crittenton, Eddie Johnson, Jayson Williams¡­), de la que escap¨® a tiempo Allen Iverson. En 1993, cuando ten¨ªa 17 a?os, intervino en una pelea de tinte racial y pese a ser menor de edad fue condenado a cinco a?os. Al final ingres¨® en un correccional, recibi¨® una beca y termin¨® alcanzando el estrellato. Hoy d¨ªa luce en el Sal¨®n de la Fama, como uno de los jugadores m¨¢s creativos de todos los tiempos.

El boxeo, mientras, es uno de los nichos m¨¢s conflictivos. Los problemas de Sonny Liston con la ley fueron recurrentes y Rubin Hurac¨¢n Carter, al que Bob Dylan le dedic¨® un tema (Hurricane, 1975), pag¨® junto a su amigo John Artis por un triple homicidio que no cometi¨® en el contexto racista de los sesenta en EE UU; tras 19 a?os encerrados, en 1974 dos testigos reconocieron que hab¨ªan sido presionados para identificar en falso a los acusados. Los Mayweather, padre e hijo, tambi¨¦n fueron procesados (tr¨¢fico de drogas y violencia dom¨¦stica, respectivamente) y no hay p¨²gil m¨¢s desfigurado por su reincidencia que Mike Tyson, cuya vida se traduce en una pelea constante: alcohol, drogas y tres a?os a la sombra (bajo una pena de seis) por violar a una joven de 18 a?os en 1992.

En un profundo agujero se meti¨® tambi¨¦n el golfista Tiger Woods, aunque su caso qued¨® en una detenci¨®n por conducir ebrio, en 2017. Y en el atletismo tambi¨¦n hay h¨¦roes y hero¨ªnas manchadas. La estadounidense Marion Jones, icono a comienzos del nuevo siglo, ingres¨® en una celda durante seis meses por mentir a los investigadores sobre su dopaje y estafa; fue despose¨ªda de los cinco metales ol¨ªmpicos que gan¨® en S¨ªdney 2000, y con sus trampas se convirti¨® en una verg¨¹enza nacional; despu¨¦s de retirarse intent¨® un lavado de imagen en el baloncesto, sin resultado. El que entonces era su novio, Tim Montgomery, plusmarquista de los 100m y sancionado dos a?os por doparse, fue condenado en 2008 a cinco de prisi¨®n por la venta de hero¨ªna y pagos con cheques falsos.