La ¡®peque?a Casa Blanca¡¯ que albergar¨¢ a Kamala Harris, la primera mujer vicepresidenta de EE UU
La pol¨ªtica cambia su apartamento de Washington por esta mansi¨®n situada a cuatro kil¨®metros de la residencia presidencial y que mantiene la huella de cada uno de los vicepresidentes anteriores
Joe Biden y Jill Biden, convertidos ya en el 46? presidente de los Estados Unidos y primera dama, respectivamente, no son los ¨²nicos que han estrenado vivienda este mi¨¦rcoles a su llegada a la Casa Blanca, la misma que abandon¨® solo unas horas antes Donald Trump junto a su familia poniendo rumbo a Florida. Kamala Harris, la que se ha convertido en la primera mujer vicepresidenta de la historia del pa¨ªs, junto a su marido, el abogado Douglas Emhoff, tambi¨¦n se han alojado ya en su nuevo hogar, a tan solo cuatro kil¨®metros de la hist¨®rica residencia presidencial.
La mansi¨®n, que fue construida en 1893 y dise?ada por el arquitecto Leon E. Dessez, est¨¢ ubicada en los terrenos del Observatorio Naval de Washington, que sigue funcionando como tal. Aunque hace a?os era la vivienda del jefe de operaciones navales del pa¨ªs, desde 1974 es la residencia oficial del vicepresidente de EE UU. Aunque por el a?o Nelson Rockefeller deb¨ªa haber sido el primer vicepresidente en habitarla, las reformas de la propiedad imposibilitaron su traslado antes de comenzar el mandato de Gerald Ford, por lo que decidi¨® utilizarla como lugar de recreo y fue el siguiente vicepresidente, Walter Mondale (Jimmy Carter), quien se instal¨® de forma permanente en ella en 1977. Desde entonces, all¨ª han vivido las familias de Dan Quayle (George Bush padre), de Dick Cheney (George Bush hijo) y la de Mike Pence, el vicepresidente de Donald Trump, entre otros. Tambi¨¦n, el actual presidente y primera dama, Joe y Jill Biden, quienes vivieron en esta peque?a Casa Blanca durante los ocho a?os del mandato de Barack Obama.
Ahora, Kamala Harris cambia su apartamento de Washington por una propiedad con m¨¢s de 800 metros cuadrados de terreno. La casa, distribuida en tres plantas y con 33 habitaciones, cuenta con un gimnasio de m¨¢s de 40 metros cuadrados, una ba?era de hidromasaje y una gran piscina. En la planta baja tiene una sala de recepci¨®n, sal¨®n, comedor, cocina y porche, entre otras estancias, y las habitaciones quedan en la planta intermedia y la buhardilla. Precisamente durante la estancia de los Biden se habl¨® de que la mansi¨®n tambi¨¦n dispone de un b¨²nker, una informaci¨®n desconocida de la que habl¨® la actual primera dama en una entrevista. Su equipo de prensa de entonces se esmer¨® en desmentir el rumor, pero los vecinos de la zona aseguraban que en 2002 escucharon incidentes que se parec¨ªan a explosiones y que proven¨ªan de los bajos de la casa.
Lo que la misma Jill Biden s¨ª corrobor¨® en otra entrevista es que cada uno de sus residentes ha ido dejando su huella personal en la casa. ¡°Cada persona ha agregado algo para mejorar el hogar de la pr¨®xima familia¡±, dijo Biden a The Washington Post en 2017. El vicepresidente Quayle mand¨® construir una piscina; George H. W. Bush, cuando ocup¨® la vicepresidencia con Ronald Reagan, instal¨® un pozo en el jard¨ªn y una pista de correr de casi medio kil¨®metro; y la actual primera dama ayud¨® a crear el jard¨ªn del patrimonio familiar del vicepresidente, en cuyas piedras alrededor de la fuente todos los habitantes dejaban grabado su nombre, tambi¨¦n el de las mascotas. Unos cambios y reformas que se han sustentado econ¨®micamente por las aportaciones voluntarias que los contribuyentes pueden hacer a la fundaci¨®n residencia del vicepresidente y de las participaciones privadas de los propios vicepresidentes que han vivido en ella.
M¨¢s all¨¢ de sus instalaciones, poco se conoce de lo que ocurre en su interior. A diferencia de la Casa Blanca, donde los presidentes est¨¢n obligados a comunicar los cambios en la decoraci¨®n, presentar los adornos navide?os cuando llega la fecha o los arreglos de los jardines de su residencia ¡ªcomo ocurri¨® recientemente con los cambios que Melania Trump introdujo en la zona exterior de la residencia¡ª, el hogar de los vicepresidentes se mantiene en un discreto segundo plano.
Rodeada de arbustos que permiten una holgada privacidad, las im¨¢genes e informaci¨®n sobre esta residencia son escasas. No hay visitas guiadas y la prensa no ha mostrado inter¨¦s en divulgar su existencia por lo que muchos de los ciudadanos desconocen incluso que los vicepresidentes poseen una vivienda oficial. ¡°Preg¨²ntele a casi cualquier estadounidense d¨®nde vive el vicepresidente, y casi seguro que tendr¨¢ una mirada de confusi¨®n como respuesta¡±, escribe el historiador Charles Denyer en su libro Number One Observatory Circle: The Home of the Vice President of the United States (Rotonda del Observatorio n¨²mero uno: La casa del vicepresidente de los Estados Unidos), donde abre esta peque?a ventana para descubrir algunos de los misterios que rodean a la residencia de la segunda familia de Estados Unidos.
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