El tiempo de Urdangarin fuera de prisi¨®n: visitas a su cu?ada Elena y viajes a Vitoria

Desde el pasado 20 de enero, I?aki Urdangarin disfruta de una nueva vida dentro de los condicionamientos que impone su r¨¦gimen penitenciario. El titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 1 de Castilla y Le¨®n, Florencio de Marcos, ampli¨® ese d¨ªa la situaci¨®n de semilibertad que ya disfrutaba desde que Interior decidi¨® recientemente aplicarle el art¨ªculo 100.2 del Reglamento Penitenciario, lo que le permit¨ªa disfrutar de un r¨¦gimen de vida en prisi¨®n m¨¢s flexible. Ahora, el cu?ado del rey Felipe VI solo tiene que ir a la c¨¢rcel a dormir de lunes a jueves. Por el d¨ªa trabaja en el centro Don Orione y por la noche pernocta en el Centro de Inserci¨®n Social (CIS, para presos en semilibertad) de Alcal¨¢ de Henares (Madrid). El resto del tiempo lo puede administrar a su antojo. Urdangarin ha cumplido dos a?os y siete meses (ingres¨® en prisi¨®n el 18 de junio de 2018) de los cinco a?os y 10 meses de condena que le impuso el Tribunal Supremo por el caso N¨®os de corrupci¨®n.

Urdangarin no tiene domicilio en Madrid, por lo que la casa de su cu?ada, la infanta Elena, se ha convertido en uno de sus puntos de referencia en la capital. En los ¨²ltimos d¨ªas se le ha visto entrando y saliendo del inmueble, situado en el popular barrio del Ni?o Jes¨²s, muy cerca del Retiro. Una propiedad que la hija mayor de los reyes em¨¦ritos compr¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada cuando se separ¨® de Jaime Marichalar. Se trata de una vivienda de cinco dormitorios en la que convive con su hija Victoria y en ocasiones con su hijo Felipe, que tambi¨¦n comparte piso con unos amigos en el centro de la ciudad. Elena de Borb¨®n hace una vida de barrio. Se la ve paseando con su perro por las inmediaciones y a veces montando en bici por El Retiro. El inmueble est¨¢ alejado del lujo del llamado palacete de Pedralbes en el que vivieron los que un d¨ªa fueron duques de Palma. La infanta Cristina frecuenta el hogar de su hermana cuando est¨¢ en Madrid y ahora lo hace acompa?ada de Urdangarin, que no dispone de un acceso f¨¢cil al palacio de La Zarzuela.

Urgandarin tiene que estar el CIS de Alcal¨¢ a las diez de la noche. Desde que termina de trabajar en Don Orione hasta esa hora puede moverse con libertad. Puede hacer visitas a amigos y familiares, irse compras o al cine. En Madrid vive tambi¨¦n desde hace un a?o su hijo Juan, con el que comparte en ocasiones este tiempo de ocio. Instituciones Penitenciarias no quiere detallar los horarios de Urdangarin por cuestiones de seguridad y por la atenci¨®n medi¨¢tica que provoca su presencia.

El abogado de Urdangarin hizo una solicitud respecto a los fines de semana que autoriz¨® el juez para que a partir de las 17 horas de los viernes pueda desplazarse a Vitoria a la residencia de su madre, retornando cada lunes posterior a su centro de trabajo en Don Orione antes de las 10 de la ma?ana. Hasta que cambiaron las condiciones de su semilibertad, Urdangarin pasaba casi todo su tiempo libre en la ciudad alavesa, salvo en alguna ocasi¨®n que opt¨® por Catalu?a, donde conserva muchos amigos. Ahora tambi¨¦n se mueve con discreci¨®n por Madrid entre semana.

Cuando llega el viernes, es la infanta Cristina quien se desplaza a Espa?a para ver a su marido, ya que ella ha decidido, por el momento, quedarse en Ginebra con su hija Irene. All¨ª trabaja en la fundaci¨®n del Ag¨¢ Khan, mientras que la joven de 15 a?os todav¨ªa est¨¢ en la escuela. Sus otros hermanos hace tiempo que se marcharon. Juan tras terminar sus estudios en Ginebra decidi¨® tomarse un a?o sab¨¢tico para marcharse a Camboya y pasar una temporada en Battambang, la poblaci¨®n en la que monse?or Enrique Figaredo, Kike, desarrolla su labor humanitaria desde 1985. Este jesuita nacido en Gij¨®n promueve varios proyectos a trav¨¦s de la ONG Sauce. El joven planeaba proseguir con sus estudios de Relaciones Internacionales, que inici¨® hace dos a?os en la Universidad de Essex (el Reino Unido), pero finalmente se instal¨® discretamente en Madrid. A diferencia de sus primos Marichalar, no hace vida nocturna y huye del foco de los medios de comunicaci¨®n. Pablo, el segundo de los hijos Urdangarin-Borb¨®n, vive en Barcelona donde estudia y juega al balonmano en las categor¨ªas inferiores del Barcelona. Y, Miguel, el menor de los varones, este a?o se ha mudado al Reino Unido para formarse en Ciencias Ambientales. Ahora Madrid y Vitoria son los puntos de reuni¨®n de todos ellos, en plazos siempre condicionados a los tiempos de su padre.