Joaqu¨ªn Sabina, m¨¢s poemas y m¨¢s canciones: ¡°Ya tengo para un disco¡±
El cantante ha aprovechado el obligado encierro por la pandemia para componer y escribir sonetos convirtiendo estos meses en un retiro fruct¨ªfero pero esperando volver pronto al escenario
El a?o del retiro ha sido fruct¨ªfero para Joaqu¨ªn Sabina. Tambi¨¦n para lo que le conven¨ªa casi por prescripci¨®n: quedarse en casa. A reposar¡ sobre todo despu¨¦s de aquella ca¨ªda hacia el vac¨ªo que dej¨® a sus fieles en vilo tras su ¨²ltima actuaci¨®n en el WiZink Center de Madrid el 12 de febrero de 2020.
Fue un absurdo aparatoso. De repente se le vio acercarse hacia el estr¨¦pito, como un ave herida cuando pierde su equilibrio rumbo al precipicio. En este caso med¨ªa 1,70 metros la distancia que separaba el escenario del suelo ante la mirada at¨®nita y el susto de quien lo acompa?aba ante el p¨²blico: Joan Manuel Serrat. El traspi¨¦ le cost¨® traumatismo en el hombro izquierdo y un co¨¢gulo del que fue operado en el ocaso de la vieja normalidad. Result¨® casi un aviso metaf¨®rico y con aspecto martirizante de lo que se nos ven¨ªa a todos encima. ¡°De la ca¨ªda, a pesar de dos operaciones, me recuper¨¦, yo dir¨ªa que hasta religiosamente, r¨¢pido y bien¡±, afirma ahora.
As¨ª dio el remate a la ¨²ltima gira por Espa?a y Am¨¦rica Latina que hab¨ªa hecho otra vez con ¨¦xito y llenos a rebosar junto a Serrat. Fue todo bien, salvo hasta ese d¨ªa. Muy alejada en vibraciones de la anterior que afront¨® en solitario, tambi¨¦n accidentada, y que el cantante termin¨® como pudo con algunas cancelaciones. La sufri¨® corto de fuerzas, con sus colaboradores aguantando la respiraci¨®n en cada escala, pero arropado por una parroquia que lo idolatra y se lo perdona todo: que cante y que no cante, que se desga?ite en escena o se quede mudo, como le ocurri¨® tambi¨¦n en Madrid en 2018.
No es Sabina un hombre de agendas ni de obligaciones. Todo lo que le huela a deber, le repele. Activa en su mente y su voluntad un mecanismo de defensa consciente e inconsciente que lo rebela contra citas, horarios, compromisos y obligaciones. Es feliz en su casa de Tirso de Molina, en pleno centro de Madrid, donde a menudo los vecinos dudan que viva porque dif¨ªcil es encontr¨¢rselo por los alrededores.
De vez en cuando da se?ales, como este a?o pasado, cuando sali¨® en abril al balc¨®n para aplaudir a los sanitarios, encaramado al teatro Apolo, justo enfrente de su casa. Ten¨ªa buen aspecto. La enfermedad ni le ha rozado como pudo comprobarse tambi¨¦n hace poco en el programa de Dani Rovira en La 1 de TVE. Otra buena prueba de su gen¨¦tica de superh¨¦roe, esa que le salva y vuelve a reconfigurarle, como le ocurri¨® despu¨¦s del ictus de 2001 y la depresi¨®n que le sobrevino despu¨¦s. Pero ah¨ª estaba entonces su esposa, Jimena Coronado, ya al principio de una relaci¨®n que les ha llevado a casarse en junio de 2020, con el propio Serrat de padrino y con sus hijas, Carmela y Roc¨ªo, en el juzgado de la calle Pradillo, adem¨¢s de un pu?ado de buenos amigos.
Familia y amistades son pilares de este gato que dej¨® ya de saltar a los tejados. Retirado entre sus libros ¨Ces bibli¨®filo y coleccionista de ediciones antiguas¨C, en su sal¨®n con reliquias musicales y taurinas y sus cigarros, Sabina todav¨ªa tira de inspiraci¨®n, aunque est¨¦ deseando tambi¨¦n escabullirse cuando le d¨¦ la gana y sin restricciones, del encierro: ¡°Salir de casa para m¨ª es abrazar a los amigos y volver a los bares. Sue?o con ello¡±, dice.
Mientras tanto compone y escribe poemas. Ha creado, afirma, m¨¢s de lo ¨²ltimo que de lo primero, si es que en su caso existe alguna diferencia. Incluso, concreta: ¡°M¨¢s sonetos que canciones, me han salido¡±, asegura el autor de Ciento volando de catorce, publicado por Visor. La m¨²sica le va saliendo, tambi¨¦n: ¡°Ya tengo incluso un dise?o de textos para un disco¡±, asegura. ?Y el t¨ªtulo? Ninguno pensado, de momento. Lo que est¨¢ claro es que ser¨¢ producido por Leiva y que varias letras las ha hecho en colaboraci¨®n con el poeta Benjam¨ªn Prado: una f¨®rmula de ¨¦xito, como ocurri¨® ya con su ¨²ltimo disco, Lo niego todo, caso de Leiva y gran parte de sus canciones desde hace 20 a?os, caso de Prado.
El nuevo material conformar¨¢ ese futuro disco que, en cuanto pueda, dar¨¢ para una nueva gira. Una prueba de que las heridas de las dos anteriores no han hecho mella en la moral del artista y tampoco en sus ganas: ¡°Estoy deseando volver a los escenarios, recorrer Espa?a y Latinoam¨¦rica¡±. Algo natural en quien suele decir este a?o a sus amigos que las canciones se hacen para cant¨¢rselas a alguien. No tienen sentido si no, cree con raz¨®n Sabina. Ojal¨¢ lo podamos ver pronto, echando mano al bomb¨ªn para saludar al respetable, con la guitarra al cuello, con el eco de la voz rota retumbando en nuestros o¨ªdos.
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