Muere el dise?ador Alber Elbaz a los 59 a?os
El creador israel¨ª, que hizo historia en Lanvin, ha fallecido de covid al poco de lanzar el proyecto AZ Factory
Alber Elbaz ha fallecido. El grupo Richemont, propietario del ¨²ltimo proyecto del dise?ador, AZ Factory, ha confirmado la muerte del creador de origen israel¨ª tras varias semanas de lucha contra la covid-19. Despu¨¦s cuatro a?os alejado de la primera l¨ªnea de la industria de la moda, Elbaz lanzaba el pasado enero AZ Factory, una firma innovadora con vocaci¨®n de start-up encaminada a proponer soluciones funcionales para todo tipo de mujeres y...
Alber Elbaz ha fallecido. El grupo Richemont, propietario del ¨²ltimo proyecto del dise?ador, AZ Factory, ha confirmado la muerte del creador de origen israel¨ª tras varias semanas de lucha contra la covid-19. Despu¨¦s cuatro a?os alejado de la primera l¨ªnea de la industria de la moda, Elbaz lanzaba el pasado enero AZ Factory, una firma innovadora con vocaci¨®n de start-up encaminada a proponer soluciones funcionales para todo tipo de mujeres y centrada en el desarrollo de los tejidos.
Nacido en el seno de una familia muy humilde, Elbaz lleg¨® a Estados Unidos con apenas 25 a?os para trabajar a las ¨®rdenes de Geoffrey Beene. En 1996 se traslad¨® a Par¨ªs para ejercer como director art¨ªstico de Guy Laroche hasta que Pierre Berg¨¦, mano derecha y gestor de Yves Saint Laurent, apost¨® por ¨¦l para realizar las colecciones de pr¨ºt ¨¤ porter. Pero fue en Lanvin donde Elbaz hizo historia. Durante 14 a?os (de 2001 a 2015) fue uno de los dise?adores favoritos de la industria. Revitaliz¨® la hist¨®rica casa de costura con dise?os aparentemente sencillos y coloridos centrados en la maestr¨ªa del corte y los drapeados. De alg¨²n modo, cambi¨® las reglas de arriba abajo: rompi¨® con los antiguos y muy exclusivos c¨®digos que rodeaban a la costura y fue pionero en apostar por la inclusi¨®n de mujeres de todas las tallas y edades. Y el primero en terminar con la imagen de dise?ador esquivo y elitista que imperaba entonces en el negocio.
La de Elbaz era una moda (y una comunicaci¨®n) cercana y optimista. Sus ilustraciones alegres y divertidas dominaban la comunicaci¨®n y hasta el embalaje de sus productos. ¡±La gente del taller es mi gente, la que me gusta, la que se pasa una hora en el metro para llegar al trabajo con un s¨¢ndwich en la tartera, no los que salen fuera a comer sushi. Son los m¨¢s leales a la compa?¨ªa porque son artistas, pero est¨¢n entre bambalinas¡±, afirmaba en una entrevista en El Pa¨ªs Semanal.
Tras su salida de Lanvin en 2015 por desavenencias con su propietaria de entonces, la empresaria taiwanesa Shaw-Lan Wang, decidi¨® darse un respiro. En aquel momento, un reportaje en la revista WWD relataba c¨®mo los empleados de la emblem¨¢tica casa de costura se pusieron de su parte. Algunos hasta lloraron. Pero pese a que su nombre siempre sonaba en las quinielas para ejercer como director creativo en grandes firmas, Elbaz prefiri¨® mantener un perfil bajo. Contrario al ritmo vertiginoso que dominaba la industria y a la presi¨®n por el crecimiento exponencial en las ventas, decidi¨® dedicarse a la educaci¨®n, ofreciendo clases magistrales en distintas escuelas de moda. En estos cinco a?os, solo colabor¨® puntualmente con marcas como LeSportSac o Tod¡¯s, pero le siguieron lloviendo los premios: el doctorado honor¨ªfico del Royal College of Art londinense o la menci¨®n como oficial de la Legi¨®n de Honor Francesa en 2016.
Sin embargo, Elbaz llevaba a?os cociendo un proyecto en el que pudiera expresar su peculiar visi¨®n de la moda y sobre todo, sus valores. Hace menos de un a?o lanzaba AZ Factory junto a Richemont (fue, de hecho, la primera firma emergente por la que el grupo apost¨® en su historia), una marca concebida como un laboratorio creativo en la que el trabajo en equipo brillaba por encima del personalismo de los directores creativos. Su primera colecci¨®n, presentada el pasado enero, mostraba prendas tan sofisticadas como funcionales, cuyos tejidos se adaptaban a cualquier tipo de talla. ¡°Fue un privilegio ver a Alber trabajar en este ¨²ltimo proyecto, esforz¨¢ndose por hacer realidad su sue?o de una moda inteligente que importe. Su visi¨®n inclusiva de la moda logr¨® que muchas mujeres se sintieran bellas y c¨®modas a trav¨¦s de la conjunci¨®n entre artesan¨ªa y tecnolog¨ªa¡±, afirma el presidente de Richemont, Johann Rupert, en el comunicado oficial de la compa?¨ªa. ¡°A t¨ªtulo personal, me gustar¨ªa a?adir que no solo he perdido a un compa?ero, tambi¨¦n a un querido amigo¡±, contin¨²a. Por el momento, se desconoce si AZ Factory continuar¨¢ sin ¨¦l.