Mar¨ªa Luisa Merlo: ¡°Yo no me dejo dominar por nadie, cari?o¡±
A punto de cumplir 80 a?os, reestrena ¡®Mentiras inteligentes¡¯, la obra de teatro que afronta con la disciplina de la bailarina que fue y la emoci¨®n de la actriz que quiere disfrutar hasta el ¨²ltimo baile
Aparece en el sal¨®n del hotel Westin Palace de Madrid enfundada en una camisa ancha que lleva por fuera de unos vaqueros discretamente rotos. Mar¨ªa Luisa Merlo tiene el aura de esa gente a la que el p¨²blico del teatro respeta y que sigue resultando juvenil ¨Ca pesar de que cumplir¨¢ 80 a?os el pr¨®ximo 6 de septiembre¨C no solo por su atuendo sino por las ideas y esa voz inconfundible con la que las va desgranando. Casi al final de la conversaci¨®n, cuando se le pregunta sobre su personaje favorito, responde sin dudarlo: ¡°Leonor de Aquitania, la adoraba y la adoro, la feminista del siglo XII. Tambi¨¦n es verdad que pod¨ªa serlo porque era rica. Es una rebelde maravillosa, era buena madre y ?c¨®mo se enfrent¨® a sus maridos!¡±. Termina por reconocer que de alguna forma se ha visto reflejada un poco en ella.
Despu¨¦s recuerda c¨®mo un d¨ªa, cuando ten¨ªa solo cuatro a?os y se encontraba entre bastidores, como casi siempre, alguien la empuj¨® al escenario mientras su padre, el m¨ªtico Ismael Merlo, interpretaba a un farmac¨¦utico. Pod¨ªa haberse quedado paralizada, pero ella solt¨® sin pensarlo: ¡°?Me da usted bicarbonato?¡±. Su asombrado y adorado progenitor no pudo menos que darle cinco duros de su sueldo para que se fuera animando a seguir la profesi¨®n de una de las sagas de actores espa?oles m¨¢s respetadas, en la que se entremezclan los apellidos, Merlo, Larra?aga, Rivelles, Ladr¨®n de Guevara y Colomina.
D¨¦cadas despu¨¦s sigue sobre esos escenarios que tanta vida le dan y acaba de reestrenar en Madrid Mentiras inteligentes, obra de Joe Dipietro ganador de un premio Tony. ¡°La honestidad me importa much¨ªsimo as¨ª que seguir¨¦ actuando mientras me vea con memoria y agilidad. Lo ¨²ltimo que har¨ªa ser¨ªa hacer el rid¨ªculo o estafar al p¨²blico, pero me queda poco para cumplir 80 a?os y no s¨¦ qu¨¦ va a pasar ma?ana, por eso disfruto cada vez m¨¢s de mi trabajo¡±.
A pesar de que confiesa que su vida se ha desarrollado entre actores desde que era una ni?a, hizo uso de su rebeld¨ªa para llevar la contraria a su familia y educarse en la danza. ¡°Era buen¨ªsima como bailarina¡±, afirma Mar¨ªa Luisa con una p¨ªcara sonrisa. ¡°Debut¨¦ en el teatro de la ?pera de Verona, recorr¨ª toda Italia, Suiza, Francia, Alemania... y al volver a Espa?a me contrataron como primera bailarina de un espect¨¢culo que tuvo much¨ªsima aceptaci¨®n. Ah¨ª me empezaron a ver los directores de cine, me iban llamando y sin darme cuenta dej¨¦ el baile¡±. Asegura que lo sigue echando de menos, pero tambi¨¦n que ella nunca fuerza nada: ¡°Me dejo guiar por la vida y me ha ido bien as¨ª porque soy bastante listilla. Adem¨¢s estoy muy bien conmigo misma, estoy contenta¡±. De aquella ¨¦poca se ha quedado con esa disciplina que dice haber agradecido siempre tanto.
Y contin¨²a reflexionando en voz alta: ¡°Ahora que caigo no he dicho que no a nada. Ten¨ªa mucha familia que sacar adelante, jajaja. Es que yo me separ¨¦ muy a tiempo para no aburrirme. No sirvo para estar casada¡±. Ella sola ha entrado sin complejos en ese terreno vedado al que otros famosos se resisten: ¡°En cuanto a relaciones, entiendo todas las maneras de afrontarlas¡±. Lo dice ella que se cas¨® con un gal¨¢n, el actor Carlos Larra?aga ¡ªcon quien tuvo a sus hijos Pedro, Amparo y Luis, adem¨¢s de Juan Carlos Kako que su marido tuvo de una relaci¨®n con una bailarina¡ª y que ha vivido equivocadamente se?alada como la mujer sufridora que aguant¨® sus infidelidades. ¡°De Carlos lo que menos me importaba era que fuera mujeriego. Es verdad que cuando me enga?¨® la primera vez ¨Cque no me enga?aba porque me lo contaba¨C lo pas¨¦ fatal, pero a partir de la segunda me import¨® un r¨¢bano. Lo que s¨ª era importante es que me llevaba muy bien con ¨¦l, est¨¢bamos muy unidos aunque ¨¦l tuviera sus aventuras. Pero llega un momento en que me falla la convivencia. Yo no puedo aguantar que me quieran estrangular y todas mis relaciones me han querido meter debajo de una cama y yo no he hecho m¨¢s que sacar la cabeza¡±.
Algo parecido le pas¨® con su segundo marido, el actor ingl¨¦s Michael Kenton, del que afirma que ni siquiera se ha divorciado aunque se separaron hace casi 25 a?os: ¡°A m¨ª lo que me ha costado trabajo es la convivencia. Es que eran dominantes y yo no me dejo dominar por nadie, cari?o. Soy de una generaci¨®n de se?oras a las que les daban morcilla los maridos y se aguantaban. Como yo me ganaba la vida, que de eso se trata, me separaba. Pero luego lo que soy con ellos es muy buena amiga, muy buena ex porque como ya no les tengo que aguantar, les quiero m¨¢s¡±, afirma riendo abiertamente. Tanto como para llevarse estupendamente con sus nuevas parejas e incluso compartir escenario con ellas, como ahora lo hace con Ana Escribano, quien fue la ¨²ltima esposa de su ex Carlos Larra?aga.
Pero el hombre con may¨²sculas de su familia ha sido su padre: Ismael Merlo. ¡°Toda la familia estamos enamorados de ¨¦l, es locura y el ejemplo para nosotros, como actor y como persona¡±, afirma. ¡°Mi madre hab¨ªa fallecido con 55 a?os y cuando muri¨® ¨¦l, con 66, creo que sal¨ª adelante porque ten¨ªa unos hijos, fue un golpe brutal. No hac¨ªa mucho que le hab¨ªa dicho: ¡®?T¨² no te vas a ir de mi vida, te necesito y no te puedes ir!¡±. Tambi¨¦n result¨® un mazazo la muerte en agosto de 2012 de Carlos Larra?aga: ¡°Se hab¨ªa ido algo muy m¨ªo, un amigo, un hijo... S¨ª, era muy mi hijo antes, durante y despu¨¦s. Me contaba todos sus secretos, cada vez que se enamoraba me lo contaba a m¨ª primero. Llegar a esa relaci¨®n no creo que sea f¨¢cil para todo el mundo, yo creo que soy yo que casi todo me parece normal en la vida¡±.
En la suya parece haber lugar para todo el mundo, sus ex, las parejas de sus ex, sus hijos, sus cuatro nietos, sus dos bisnietos y un n¨²mero interminable de amigos del gremio que es tan amplio y variopinto que no se atreve ni a enumerar. S¨ª se lanza a hablar de sus hijos, entre los que incluye a Juan Carlos: ¡°Le adoro, ¨¦l es m¨¢s ternura, necesidad, sigue siendo el m¨¢s ni?o. Amparo [actriz como ella] es tan responsable, es la matriarca. Pedro [empresario y productor teatral] es un se?or estupendo, todos estamos pendientes de ¨¦l, ha cogido las riendas de la familia. Y Luis [Merlo, tambi¨¦n actor] es una locura maravillosa. Viajamos juntos, nos gustan las mismas cosas, es tambi¨¦n, como yo, muy sensible, es el que posiblemente m¨¢s se parece a m¨ª¡±.
Mar¨ªa Luisa Merlo tambi¨¦n disfruta de la soledad: ¡°Creo que es porque estoy muy hecha. Al cabo de los a?os, estoy contenta conmigo misma. Lo ¨²nico que tengo que tener cuidado es con el an¨¢lisis, lo analizo todo y hay un refr¨¢n que dice: ¡®Si quiere ser feliz como me dice, no analice¡±. Por eso se reafirma y deja claro que el maravilloso personaje que afronta en su ¨²ltima obra ¨Cuna madre dispuesta a averiguar lo que ocurre en su familia y arreglarlo¨C no tiene nada que ver con ella: ¡°Yo nunca har¨ªa lo que hace el personaje, por eso es para m¨ª m¨¢s divertido interpretarlo¡±. La actriz, que solo se reprocha esos d¨ªas de la infancia de sus hijos en los que les ve¨ªa muy poco, se aleja dispuesta a posar para el fot¨®grafo y la mujer cercana se transforma en la artista que lo da todo para que la funci¨®n contin¨²e.
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