El dilema del pantal¨®n corto llega a la oficina
Pese a que las bermudas han estado ligadas al buen tiempo, cada vez tienen m¨¢s aceptaci¨®n en entornos laborales. Firmas como Burberry, Gucci o Tommy Hilfiger (y cada vez m¨¢s hombres) apuestan por ellas
La rodilla masculina vive su particular liberaci¨®n. La influencia de la moda deportiva y urbana en el sector del lujo, la generalizaci¨®n del teletrabajo y la relajaci¨®n progresiva de los c¨®digos de vestimenta han confluido en un gesto in¨¦dito en la historia del estilo del hombre: por primera vez, el pantal¨®n corto entra en los planes de la moda.
La culpa la tiene el buen tiempo, pero no ¨²nicamente. As¨ª lo corroboran los datos que aporta Lyst, la plataforma global de compra de moda. Si se toma como referencia el periodo de enero a junio, las b¨²squedas de pantalones cortos para hombre llevan varios a?os creciendo: en 2019 el incremento fue del 28% respecto a 2018 y en 2020 crecieron un 32%. Sin embargo, a lo largo del ¨²ltimo a?o se han disparado hasta el 174%. Y, por una vez, las firmas m¨¢s buscadas no son exclusivamente deportivas. Est¨¢ Nike, s¨ª, pero tambi¨¦n Stone Island, Polo Ralph Lauren, Palm Angels y Gucci. Especialmente interesante resulta el crecimiento de los pantalones cortos de sastrer¨ªa, que han incrementado su inter¨¦s en un 127% respecto al a?o pasado, y que reflejan la evoluci¨®n del sector hacia dise?os m¨¢s pulidos y formales, con pinzas o tejidos sastreros, y firmas como Burberry o Tommy Hilfiger. Desde Lyst lo atribuyen a los c¨®digos h¨ªbridos de vestuario de la nueva din¨¢mica laboral semipresencial. Si la oficina ya no es lo que era, vestirse para ir a la oficina tampoco tiene por qu¨¦ serlo.
En cierto modo, la de la pantorrilla era una revoluci¨®n pendiente. Durante las d¨¦cadas centrales del siglo XX, los cambios en la moda femenina se cifraban en los cent¨ªmetros que sub¨ªa o bajaba el bajo de la falda cada temporada. El l¨ªmite en aquel entonces era la rodilla, un rubic¨®n que se cruz¨® por primera vez a principios de los sesenta, con la minifalda. Desde entonces, la longitud de la falda ha perdido su valor simb¨®lico. La indumentaria masculina, sin embargo, ha sido m¨¢s reticente. Desde los manuales de estilo, los expertos llevan d¨¦cadas lanzando anatemas contra el pantal¨®n corto, una prenda aparentemente ligada al tiempo libre. Hasta ahora. ¡°Los pantalones cortos llegaron a Madrid en los noventa a trav¨¦s de los skaters, porque en los ochenta no hab¨ªa quien encontrara uno¡±, explica Goyo, propietario de Sportivo Store, la tienda multimarca madrile?a especializada en moda masculina. Desde su irrupci¨®n, asegura, el pantal¨®n corto ha ido conquistando lentamente un cierto protagonismo durante los meses de verano, debido al aumento de las temperaturas.
En esa misma direcci¨®n apuntan las palabras de George Archer, uno de los jefes de compras en Mr Porter, la plataforma por internet de moda de lujo para hombre. ¡°M¨¢s all¨¢ del deporte y las vacaciones, los hombres est¨¢n incorporando bermudas en su indumentaria diaria, especialmente porque el guardarropa profesional se ha relajado considerablemente este ¨²ltimo a?o y la moda de verano es m¨¢s libre que nunca¡±, explica. Entre los m¨¢s vendidos, menciona los modelos con cordones de Celine Homme, Fear of God Essentials y Brunello Cucinelli. ¡°Hay muchas opciones, desde los m¨¢s deportivos hasta los minimalistas con cintura alta y materiales de lujo. La est¨¦tica es relajada, y en algunos casos incluye estampados llamativos que evocan el optimismo del verano¡±. Dentro de ese auge, Archer destaca el cambio en los h¨¢bitos de trabajo. ¡°Las bermudas de longitud media son una opci¨®n muy realista para entornos de trabajo relajados o para el fin de semana, porque son vers¨¢tiles, sientan bien y combinan con la mayor¨ªa de las prendas del armario¡±, apunta. El responsable de compras de Mr Porter se?ala una salvedad: los lugares de trabajo que siguen exigiendo traje, camisa y corbata. Los tiempos cambian, pero no tanto como para pasar del traje a las bermudas sin pasar por el pantal¨®n chino.
Manuel Garc¨ªa, director creativo y fundador de la firma de moda masculina Garc¨ªa Madrid, incluy¨® por primera vez un traje con pantal¨®n corto en su colecci¨®n de 2010. En aquella ¨¦poca, la sastrer¨ªa tradicional buscaba variaciones in¨¦ditas, desde la nostalgia de la chaqueta cruzada o el traje de tres piezas hasta la incorporaci¨®n de las bermudas, siguiendo la senda abierta por dise?adores como Thom Browne, que lleg¨® a esta f¨®rmula tras la pista de los uniformes escolares. La opci¨®n elegida por Garc¨ªa Madrid fue una bermuda de sastrer¨ªa combinada con chaqueta a juego y camisa, una f¨®rmula recurrente en sus colecciones de verano desde entonces. ¡°Lo utilizo m¨¢s como recurso estil¨ªstico que como una pieza que llegue de forma real a la calle¡±, explica el dise?ador, cuyo negocio gira en torno a las declinaciones relajadas de la sastrer¨ªa tradicional. ¡°A lo largo de estos a?os hemos conseguido evolucionar el traje en cuanto a patronaje, colorido y combinaciones, pero el pantal¨®n corto lo hago con el objetivo de venderlo por separado¡±.
De todo esto, sin embargo se deduce una tendencia general: aunque una mayor¨ªa de hombres siga mostrando reticencia al pantal¨®n corto a diario, el umbral de tolerancia est¨¢ cambiando. En Lyst han observado un curioso fen¨®meno: los ba?adores cada vez son m¨¢s cortos, m¨¢s coloridos, llamativos y audaces, distanci¨¢ndose de las bermudas anchas de surfero. En el ¨²ltimo mes, las b¨²squedas de ba?adores cortos han aumentado un 148% respecto al mismo periodo de 2020, y la demanda de modelos tipo slip se ha disparado un 230% frente al mes anterior. Detr¨¢s de estos datos puede estar la necesidad de liberaci¨®n tras la fase m¨¢s dura la pandemia, pero tambi¨¦n la constataci¨®n de que, en la reconfiguraci¨®n del cuerpo que es el objeto ¨²ltimo de la moda, la emancipaci¨®n de rodillas, pantorrillas y masculinas augura un nuevo tipo de hedonismo.
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