La princesa Aiko de Jap¨®n alcanza la mayor¨ªa de edad con una celebraci¨®n m¨¢s oficial que festiva y una pol¨¦mica tiara de segunda mano
La celebraci¨®n del 20? cumplea?os de Aiko, hija ¨²nica del emperador Naruhito, distar¨¢ de las de otras mujeres de la casa real japonesa: no habr¨¢ gran banquete y heredar¨¢ la diadema de su t¨ªa Sayako, en lugar de recibir una tallada exclusivamente para ella
No es el lujo lo que marca en estos tiempos las ceremonias de la casa real japonesa. La princesa Aiko, hija ¨²nica del emperador Naruhito, alcanza el mi¨¦rcoles la mayor¨ªa de edad, momento que supone en su vida, como miembro de la familia imperial, la hora de asumir obligaciones de cierta envergadura. No obstante, los festejos distar¨¢n de los que se organizaron cuando sus primas o su t¨ªa cumplieron 20 a?os. A pesar de que la fecha no estar¨¢ exenta de ritos tradicionales, la joya de la corona ¡ªnunca m...
No es el lujo lo que marca en estos tiempos las ceremonias de la casa real japonesa. La princesa Aiko, hija ¨²nica del emperador Naruhito, alcanza el mi¨¦rcoles la mayor¨ªa de edad, momento que supone en su vida, como miembro de la familia imperial, la hora de asumir obligaciones de cierta envergadura. No obstante, los festejos distar¨¢n de los que se organizaron cuando sus primas o su t¨ªa cumplieron 20 a?os. A pesar de que la fecha no estar¨¢ exenta de ritos tradicionales, la joya de la corona ¡ªnunca mejor tra¨ªda a colaci¨®n la frase para referirse al momento cumbre de esta liturgia¡ª se antojar¨¢ menos refulgente que de costumbre: Aiko recibir¨¢ la tiara de turno, pero no una tallada exclusivamente para ella.
Para entender mejor la relevancia de llegar a la adultez en la sociedad japonesa basta con mirar el calendario oficial: el segundo lunes de cada enero es festivo con motivo del Seijin no Hi, la ceremonia en la que se da la bienvenida a la edad adulta a los j¨®venes que celebran sus 20 dentro del periodo escolar en curso. No sorprende, pues, que el cumplea?os de un miembro de la monarqu¨ªa m¨¢s antigua del planeta represente un suceso de gran magnitud en la tierra del sol naciente, y que los actos oficiales por el aniversario de la princesa Aiko hayan dado mucho de qu¨¦ hablar desde que se conoci¨® c¨®mo y cu¨¢ndo tendr¨¢n lugar.
Contrario a lo que muchos piensan, la realeza japonesa ha asumido un estilo de vida m¨¢s austero, movida por la actual crisis sanitaria mundial. La reducci¨®n de gastos y un proceder m¨¢s pr¨¢ctico han alterado lo que ven¨ªan siendo ceremonias fastuosas.
La celebraci¨®n p¨²blica del cumplea?os de Aiko se ha pospuesto para el domingo, evitando as¨ª que interfiera con sus clases ¡ªcursa segundo de Literatura Japonesa en la Universidad Gakushuin de Tokio¡ª. Aunque no tendr¨¢ lugar el gran banquete que siempre ha acompa?ado a la fecha, los titulares han girado en torno a la tiara de diamantes que portar¨¢ Aiko, que fuera de su t¨ªa Sayako Kuroda, hermana peque?a del emperador Naruhito y del pr¨ªncipe heredero Fumihito.
De acuerdo con la tradici¨®n, a las princesas japonesas se les regala un conjunto de joyas cuando terminan la adolescencia, pero que la hija ¨²nica del jefe de Estado reciba una tiara de segunda mano ha sorprendido a muchos y generado cr¨ªticas entre los m¨¢s conservadores. La Agencia de la Casa Imperial ha informado de que se trata de una medida ahorrativa en medio de la pandemia. Y es que, desde 2001, cuando la princesa Akiko de Misaka ¡ªhija del difunto pr¨ªncipe Norihito, primo del emperador em¨¦rito Akihito¡ª alcanz¨® la adultez, estos juegos de diamantes se han pagado con el dinero de los contribuyentes. Se estima que la tiara de la ahora exprincesa Mako cost¨® a los japoneses m¨¢s de 28,5 millones de yenes (unos 267.900 euros al cambio de 2011), y la de su hermana Kako unos tampoco m¨®dicos 27,9 millones de yenes (189.720 euros en 2014).
Como la tiara de Sayako se coste¨® con el dinero de Akihito ¡ªt¨¦cnicamente de su bolsillo, aunque la fuente siga siendo la misma¡ª, no tuvo que devolverla cuando en 2005 renunci¨® a todos sus t¨ªtulos y privilegios imperiales al casarse con Yoshiki Kuroda, urbanista del Ayuntamiento de la capital. A Sayako ¡ªactualmente suma sacerdotisa del Gran Santuario de Ise, el lugar m¨¢s sagrado de la religi¨®n sinto¨ªsta¡ª no se la ha visto llevar dicha pieza tallada por la joyer¨ªa nipona Mikimoto desde que abandon¨® la familia real, ni siquiera durante la entronizaci¨®n de su hermano en 2019.
Ahora decide prest¨¢rsela a su sobrina y el hecho de que no se haya decidido si Aiko recibir¨¢ su propia tiara en el futuro ha airado todav¨ªa m¨¢s a cierto sector de la ciudadan¨ªa.
S¨ª est¨¢ previsto que Naruhito otorgue a su hija el honor de primera clase de la Orden de la Preciosa Corona, la m¨¢xima distinci¨®n que la familia imperial japonesa concede a mujeres de la realeza. Entre las elegidas a recibir dicho t¨ªtulo han figurado las reinas de Espa?a Letizia (en 2017, con el emperador Akihito en el poder) y Sof¨ªa (en 1980, con Hirohito).
Como parte de sus festividades, Aiko acudir¨¢ a tres santuarios ubicados en el Jard¨ªn Imperial, donde rendir¨¢ tributo a sus ancestros y rezar¨¢ a las deidades sinto¨ªstas. Acto seguido, visitar¨¢ a sus abuelos, los emperadores em¨¦ritos Akihito y Michiko, y por la tarde tendr¨¢ lugar una audiencia oficial en el Palacio Imperial, a la que asistir¨¢n miembros de la familia real, el primer ministro nip¨®n, Fumio Kishida, y otros pol¨ªticos de alto nivel. El evento ser¨¢ m¨¢s oficial que festivo: sin bebidas ni comida para agasajar a los invitados.
El nacimiento de Aiko, el 1 de diciembre de 2001, vino precedido de ocho a?os de larga espera, un suplicio para los entonces pr¨ªncipes herederos al trono del Crisantemo, sometidos a un enorme escrutinio p¨²blico. Despu¨¦s de un aborto y, seg¨²n la prensa amarillista, varios tratamientos de reproducci¨®n asistida, su advenimiento dej¨® un sabor agridulce dentro del c¨ªrculo m¨¢s cercano a la corona; Aiko cubr¨ªa el vac¨ªo emocional de Naruhito y Masako, deseosos de ser padres, s¨ª, pero en t¨¦rminos de sucesi¨®n era ni?a, y no el var¨®n que los seguidores de la monarqu¨ªa anhelaban para su futuro emperador y emperatriz.
Seg¨²n lo estipulado en la Constituci¨®n de 1947, solo los hombres tienen derecho a convertirse en emperadores. El nacimiento de Aiko abri¨® el debate sobre la abolici¨®n de la ley s¨¢lica en Jap¨®n, pero las negociaciones quedaron aparcadas cuando naci¨® su primo Hisahito en 2006. La reciente salida de Mako de la familia imperial tras desposarse con Kei Komuro ha provocado que el Gobierno valore nuevas v¨ªas para atajar la crisis din¨¢stica. Permitirle a Aiko sentarse en el trono cuando su padre abdique o fallezca, sin embargo, no figura entre las opciones. Si nada cambia, la princesa, cuyo nombre se traduce literalmente como ¡°la que ama a los dem¨¢s¡±, est¨¢ destinada, parad¨®jicamente, a no casarse. De hacerlo, deber¨¢ abandonar la familia real.