Warhol, cre¨ªble, serio y realista
Los duques se ve¨ªan desabridos y forzados bailando reggae en la arena. Con el cannabis legalizado en muchos lugares, ser¨ªa m¨¢s cre¨ªble, serio y realista verlos compartir un porro antes de regresar
El matrimonio de Isabelle Junot y ?lvaro Falc¨® confirma que regresan esas bodas prototipo que pueden garantizarle a ?Hola! una nueva generaci¨®n de protagonistas y de lectores. Es una postura cre¨ªble, seria y realista por parte de la revista para mantener su vigencia dentro de nuestra cultura pop. En la tradicional brechita generacional entre los famosos de los a?os ochenta y noventa y sus herederos muchas madres resultan m¨¢s arriesgadas, y por eso m¨¢s atractivas, que sus hijas. En el futuro enlace de Isabelle y ?lvaro tendremos la ocasi¨®n de ver el fugaz regreso de Marta Ch¨¢varri, madrina del novio y una de las reinas indiscutibles del estilo en los primeros a?os noventa. Gracias a ella, el blazer oscuro con pantal¨®n pitillo y escapar a paso ligero del asedio period¨ªstico se convirtieron en signo de los tiempos. Como tambi¨¦n lo fue su prematura y voluntaria retirada de la fama. Quiz¨¢s por eso los mayores estaremos m¨¢s pendientes del estilismo de la madrina que del traje de la novia.
Los regresos siguen marcando nuestro presente, igual que las relaciones internacionales. Con esp¨ªritu conciliador y promocional, los duques de Cambridge emprendieron su gira por los territorios ingleses del Caribe. Donde se encontraron con m¨¢s problemas de los que imaginaban. Una visita real en plan vacaciones escolares a medio curso irrita m¨¢s que suaviza cuando los j¨®venes pa¨ªses que se visitan est¨¢n revisando temas como la esclavitud y la colonizaci¨®n. En People, el medio estadounidense que sigue las haza?as de la familia real brit¨¢nica, les ha preocupado la recepci¨®n a los duques, sin embargo, ?Hola! no detect¨® ning¨²n obst¨¢culo durante la visita. Ellos no hicieron nada diferente a otras expediciones, se tomaron esas absurdas fotos, que el pr¨ªncipe Carlos lleva a?os repitiendo, tocando maracas y tambores. Tratando de disimular su bochorno, ¡°tengo que hacer esto para ser reina¡±, los duques se ve¨ªan desabridos y forzados bailando reggae en la arena. Con el cannabis legalizado en muchos lugares, ser¨ªa m¨¢s cre¨ªble, serio y realista verlos compartir un porro antes de regresar.
Todo el mundo quiere una fiesta inolvidable al tiempo que apocal¨ªptica. Pero, lo contradictorio es que la alfombra roja ahora se realiza en los salones. Una marca de whisky escoc¨¦s apadrin¨® una iniciativa para conocer a coleccionistas madrile?os en sus domicilios. Invitados y anfitriones respond¨ªan a los periodistas vigilantes de que las c¨¢maras y los micros no rallaran muebles ni estropearan las obras de arte, con espont¨¢nea profesionalidad. Me encant¨® estar invitado, confirm¨¦ que tantos a?os consumiendo alfombras rojas por televisi¨®n han conseguido que las se?oras respondan y act¨²en como aut¨¦nticas celebrities. Con absoluta comodidad dom¨¦stica.
La situaci¨®n habr¨ªa sido muy celebrada por Andy Warhol, cuyos diarios alimentan la serie documental que ocupa ahora mi atenci¨®n televisiva. El artista es reivindicado como un creador a tiempo completo. Perfil¨® muchos de los valores y contravalores de nuestro tiempo. Estudi¨® y explot¨® la cultura del consumismo y de la fama a su favor. Es lo que la serie muestra y me habr¨ªa gustado hablar de ella cuando un periodista de la fiesta de los coleccionistas me interrog¨® sobre mi legado. Es pronto y un poco pretencioso, ?no? Imagino que he contribuido a transmitir algo de los preceptos de Warhol. Que sus planteamientos han influido en mi trabajo en televisi¨®n. Un medio que le fascinaba y repel¨ªa, como a casi todos los intelectuales de su generaci¨®n. Bendita mi suerte en no haber tenido prejuicios. Porque me ha facilitado deslizarme entre la alta y la baja cultura y hacer media. Disfrutar y experimentar las formas que hoy adopta la cultura pop, la sociedad espect¨¢culo, el exhibicionismo, la confusi¨®n entre lo real y los realities, el infoentretenimiento. Me alegro de haber entendido que Warhol estaba condensando un universo que ser¨ªa norma en este futuro que habitamos. Y lo convertir¨ªa en un icono necesario. Cre¨ªble, serio y realista.
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