Un castillo, un homenaje a su abuela y una vuelta a las ra¨ªces: Leandro Cano desfila en Ja¨¦n
El dise?ador jienense celebra su d¨¦cimo aniversario con un cuidado ¡®show¡¯ en el Parador de su tierra natal, mostrando una colecci¨®n historicista basada en la Edad Media
Aunque venda ilusi¨®n, fantas¨ªa y ensue?o, la moda no es (casi nunca) un cuento de hadas. Y Leandro Cano lo ha vivido en sus propias carnes este mi¨¦rcoles, horas antes de celebrar el desfile de su 10? aniversario en el castillo de Santa Catalina, en Ja¨¦n. La ilusi¨®n del dise?ador de Ventas del Carrizal era mostrar su colecci¨®n, llamada Hispania, La costa de los conejos (como los fenicios denominaron al territorio) en el exterior de la fortaleza, divisando la ciudad y algunos de los 66 millones de olivos de su querida provincia. No pudo ser. Un chaparr¨®n matutino frustr¨® su sue?o; a las cinco de la tarde y con todo ya listo en el interior, en el sal¨®n del Condestable del Parador que linda pared con pared con el castillo, el sol brillaba sin viento ni gota de agua.
Pese a ello, los casi 200 invitados ¡ªvenidos de Madrid, de Ja¨¦n, de Ventas del Carrizal; amigos, artesanos locales, vecinas de su abuela, pol¨ªticos locales, mujeres que le han criado¡ª aplaudieron y se pusieron en pie para agradecer la cuarentena de prendas que entreg¨® el jiennense y que muestran su evoluci¨®n en esta d¨¦cada de trabajo. Por ejemplo, el desarrollo, por primera vez, de una l¨ªnea masculina. Pero tambi¨¦n decant¨® en ellas su pura esencia: vestidos de grandes vol¨²menes, lanas trabajadas y de acabado exquisito, monos acolchados, chaquetas de terciopelo, colores vibrantes con predominio del rojo, todo marca de la casa.
Bajo las pesadas l¨¢mparas y los techos inalcanzables de piedra, ese cuento de hadas que, en contadas ocasiones, s¨ª que es la moda, cobraba vida, aunque fuera por 15 minutos. Los sillones forrados de suaves terciopelos parec¨ªan combinar con las prendas del creador al ritmo de saetas mezcladas con m¨²sica tecno. Nada como un castillo para mostrar unas balaclavas, o verdugos, estrellas de la temporada, rematadas en forma de corona. Algunas prendas ten¨ªan estampada la propia fortaleza; otras, un bestiario y un poema medieval. Ese periodo hist¨®rico, que nunca floreci¨® en la provincia, era el hilo conductor de la puesta en escena. ¡°Con mi lenguaje la invento¡±, reflexionaba Cano a EL PA?S horas antes del desfile. ¡°Me parece interesante hacerlo ahora, porque la Edad Media es una ¨¦poca oscura, gris, de pandemias, de guerras¡±, expon¨ªa el dise?ador como paralelismo, contento del punto de reflexi¨®n y madurez de las 38 piezas.
Para llegar hasta aqu¨ª, Cano ha recorrido un largo camino que, como ¨¦l mismo explicaba en una carta que entreg¨® a los asistentes y que iba dirigida a su difunta abuela Carmen, a veces ha sido de alegr¨ªas y otras, de sinsabores. En un peso de la balanza, ¨¦xitos, clientas como Katy Perry o Lady Gaga, venta nacional e internacional, presentaciones en Madrid, pero tambi¨¦n en Berl¨ªn, Mil¨¢n o Par¨ªs, fastuosos premios. En el otro lado, el mayor sinsabor de la jornada fue no tener con ¨¦l a su Carmen: ¡°Mi pilar, mi salvadora, mi protagonista, mi h¨¦roe, mi abuela¡±.
Pero acudieron las amigas de ella, c¨®mo no. Orgullosas en la segunda fila del que era el primer desfile de su vida, no pararon de hacer fotos y de contar c¨®mo le prestan prendas, detalles, le ayudan a coser o a tejer. De hecho, el creador ha fundado una asociaci¨®n que agrupa a muchas de ellas en la casa de su abuela, esa que le dio una pena terrible tener que cerrar cuando ella falleci¨® en 2017, y donde ahora se juntan para hacer actividades. ¡°En ella hacemos crochet, punto, bordados, y los aplicamos en las piezas. Tambi¨¦n hacemos formaci¨®n¡±, se enorgullece, recordando los tiempos en los que le trataban ¡°de medio locos por usar el macram¨¦ o el cuero¡±. ¡°Siempre he cre¨ªdo que la artesan¨ªa es el nuevo lujo, y tambi¨¦n trabajar con artesanos de Jaen y traerlo a mi casa. Apost¨¦ por un caballo y hoy me ha hecho ganador¡±.
Esas ganancias llegan 10 a?os despu¨¦s, una d¨¦cada que ¡°se ha pasado r¨¢pido¡±, reconoce el creador. Y donde las mujeres que le rodean lo han sido todo. ¡°Le debo much¨ªsimo al g¨¦nero femenino, lo admiro, lo adoro, son mi imaginario y mi mundo, mi abuela, mi hermana, mi madre, siempre que puedo trabajar con ellas en un proyecto me parece enriquecedor, necesitan m¨¢s visibilidad. Soy muy feminista porque me han salvado de mucho¡±, afirma, sin tomar aire, con una visi¨®n meridiana.
De ah¨ª apostar por Ja¨¦n, devolverle a su gente y a su tierra lo dado durante tantos a?os. Reconoce que un desfile de este calibre ha sido ¡°un esfuerzo personal, de familia, enorme¡±, pero tambi¨¦n agradece a las instituciones el apoyo. El apoyo de la Junta de Andaluc¨ªa, la Diputaci¨®n y el Ayuntamiento de la ciudad suponen para Cano un espaldarazo a su trabajo. Algo en lo que coinciden los representantes p¨²blicos. ¡°La relaci¨®n entre el protagonista y su provincia es ¨ªntima, se ha inspirado en su tierra para crear¡±, se enorgullec¨ªa en el desfile Francisco Javier Lozano Blanco, diputado provincial de promoci¨®n y turismo, que habla de ¡°fluidez y confianza¡± a la hora de trabajar juntos. ¡°Es important¨ªsimo democratizar la moda, es una ventana a la promoci¨®n y la diversidad de una Espa?a plural, donde tambi¨¦n existe lo creativo¡±, argumentaba en pos de la suya y de tantos otros lugares, que, con o sin castillo, tambi¨¦n quieren demostrar que ni un chaparr¨®n en abril puede empa?ar su artesan¨ªa y su arte.
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