Isabel II como nunca la hab¨ªamos visto: se estrena el documental m¨¢s ir¨®nico y divertido sobre su vida

Isabel II no es una reina g¨¦lida y p¨¦trea cuando se trata de disfrutar de las carreras de caballos. Gane o pierda el animal por el que ha apostado, ella gesticula desde la grada, casi con la pasi¨®n de un hooligan del Manchester United. En una de las im¨¢genes de archivo del documental Elizabeth: A Portrait in Part(s) ¡ªque en espa?ol significa Isabel: un retrato en parte(s)¡ª, se ve a la monarca brit¨¢nica recibiendo las ganancias obtenidas tras la victoria de su caballo. Son tan solo unas pocas libras. Ella las recibe con un gesto de satisfacci¨®n, muy similar al de cualquier otra madre o abuela, con la diferencia de que, tal y como se puede ver en la imagen, los billetes y monedas que le entregan en mano llevan su propia cara.

La pel¨ªcula de Roger Michell, el director de Notting Hill fallecido el pasado mes de septiembre, no es un solemne repaso por sus 70 a?os de reinado, ni el intento de humanizar su figura desde la ficci¨®n, como la serie The Crown. Con un h¨¢bil montaje y grandes dosis de humor, combina desde la veracidad el tributo con la cr¨ªtica amable.

¡°El proceso para solicitar el uso de im¨¢genes a los archivos reales es muy largo. Nosotros decidimos ser honestos. Les explicamos que no ¨ªbamos a hacer un documental al uso. Les dijimos que no iba a ser cronol¨®gico, ni iba a haber expertos comentando, ni voz en off... pero s¨ª que quer¨ªamos ser algo traviesos, hacer alguna broma y pasarlo bien. Aceptaron y, cuando terminamos la producci¨®n, les ense?amos lo que hab¨ªamos hecho. Nos dijeron que les parec¨ªa bien¡±, cuenta este domingo desde Londres en conversaci¨®n telem¨¢tica Kevin Loader (Bournemouth, Reino Unido, 66 a?os). Es el productor del documental, que se proyecta durante estos d¨ªas en el festival suizo Visions du R¨¦el. Elizabeth: A Portrait in Part(s) tiene planeado su estreno en todo el mundo a lo largo del 2022.

Para huir de las t¨ªpicas im¨¢genes de archivo, el equipo de la pel¨ªcula realiz¨® el a?o pasado una petici¨®n a trav¨¦s de internet para que la gente enviara las grabaciones hechas a la reina con sus c¨¢maras caseras o tel¨¦fonos m¨®viles, si alguna vez se hab¨ªan encontrado con ella. ¡°Recibimos mucho material pero, por desgracia, no pudimos usar casi nada. La gente de a pie no suele tener un acceso cercano a ella y casi todas las im¨¢genes eran lejanas, con muchos elementos que estorbaban¡±, explica. Donde s¨ª encontraron material muy poco com¨²n fue en archivos alemanes, que hab¨ªan registrado la visita de Isabel II a distintas ciudades del pa¨ªs en los a?os 60, cuenta el productor.

El collage resultante aprovecha la repetici¨®n para generar efecto c¨®mico. Recopila cientos de im¨¢genes de la reina a lo largo de todos estos a?os practicando ese caracter¨ªstico movimiento de mu?eca con el que las monarqu¨ªas saludan a su pueblo. O dando la mano a otros rostros famosos, entre ellos a una quincena de primeros ministros brit¨¢nicos a los que ha sobrevivido. O pulsando botones, una y otra vez, en sus numerosas visitas a f¨¢bricas del pa¨ªs. Como si fuera una mu?eca que va a pilas.

Hay igualmente toneladas de iron¨ªa a costa de la cultura de la fama y a las risas nerviosas de los ciudadanos de a pie, propias de fan de carpeta, cuando Isabel II comparte espacio vital con ellos. ?Es una respetada reina o simplemente la celebridad m¨¢s codiciada del planeta? Sus looks han inspirado a los de Audrey Hepburn y, en su juventud, tuvo que deslumbrar en sus apariciones p¨²blicas nocturnas tanto como Liz Taylor o Marilyn Monroe. Su rostro ha sido m¨¢s reproducido, en carteles, platos, tazas, que el de la Mona Lisa. ¡°Como el cuadro de Da Vinci, es una mujer muy reconocida, pero en realidad poco conocida. As¨ª que quisimos analizar ese componente de misterio, en especial todo aquello que las nuevas generaciones no saben de ella; esa parte humilde, modesta y com¨²n que tambi¨¦n tiene¡±, admite Loader.

Pero, en este astuto y din¨¢mico ¨¢lbum personal, tambi¨¦n hay tiempo para la seriedad. Aparece como la monarca m¨¢s longeva de la historia. Y como la figura ¡ªde tan solo 1,52 cent¨ªmetros de altura¡ª en torno a la que se ha consolidado la Commonwealth. Es la mujer sobre la que recae una corona tan pesada que, tal y como se le escucha decir a ella misma en un momento del documental, entre la literalidad y la met¨¢fora, puede partirte el cuello al menor movimiento en falso.

Roger Michell recurre a las propias palabras de Isabel II para legitimar los momentos m¨¢s ¨¢cidos que incluye en su ¨²ltimo trabajo. ¡°No cabe duda, por supuesto, de que la cr¨ªtica es buena para las personas y las instituciones que forman parte de la vida p¨²blica. Ninguna instituci¨®n ¡ªciudad, monarqu¨ªa, lo que sea¡ª deber¨ªa esperar estar libre del escrutinio de quienes le dan su lealtad y apoyo, y mucho menos de quienes no lo hacen¡±, dijo en el discurso de 40 aniversario de su mandato, en reacci¨®n al considerado annus horribilis.

Porque el documental tambi¨¦n aborda los muchos momentos horribilis de su larga estancia en el trono. Y no solo se limitan a ese a?o 1992, ni a Sarah Ferguson, Lady Di o Meghan Markle. Tambi¨¦n recuerdan algunas protestas callejeras. El montaje de la editora Joanna Crickmay, que se prolong¨® durante m¨¢s de un a?o, intercala estos recuerdos negativos con las im¨¢genes del incendio en el castillo de Windsor del a?o 1992 que amenaz¨® su tesoro art¨ªstico. No llega a incluir el reciente acuerdo extrajuducial que cierra el esc¨¢ndalo sexual en el que esta involucrado el pr¨ªncipe Andr¨¦s porque los responsables de este repaso no quisieron centrarse en exceso en los problemas de sus hijos, ¡°salvo para recordar que tambi¨¦n es madre¡±, dice su productor. Tan solo hacen una menci¨®n r¨¢pida a la pol¨¦mica entrevista que el duque de York concedi¨® en 2019 al programa de BBC Newsnight, en la que se neg¨® a arrepentirse de su amistad con Jeffrey Eipstein, a pesar de que ya se hab¨ªa declarado culpable de tr¨¢fico sexual de menores.

El propio Michell dej¨® unas palabras escritas sobre el proyecto antes de morir: ¡°No hace falta ser mon¨¢rquico para tener a la Reina en la cabeza. Todo en torno a ella se arremolina como un tif¨®n tropical. Todo cambia a su alrededor excepto ella. Isabel. [Esta pel¨ªcula es] una celebraci¨®n; un recorrido cinematogr¨¢fico a lo largo de las d¨¦cadas: po¨¦tico, divertido, desobediente, ingobernable, cari?oso, inapropiado, travieso, en permanente estado de asombro. Divertido. Emotivo. Diferente. La Reina como nunca antes vista¡±.