La infanta Cristina vuelve a Mallorca seis a?os despu¨¦s del final del ¡®caso N¨®os¡¯

Seis a?os despu¨¦s de que la Audiencia Provincial de Palma pusiera fin a las sesiones del juicio por el caso N¨®os en junio de 2016, Cristina de Borb¨®n ha regresado a Mallorca. La infanta es una de las invitadas a la boda de este s¨¢bado 28 de mayo de Mafalda de Bulgaria, hija de sus grandes amigos Rosario Nadal y Kyril de Bulgaria, con el empresario brit¨¢nico Marc Abousleiman. No ha trascendido por el momento la hora ni el lugar del enlace, que previsiblemente se celebrar¨¢ este s¨¢bado por la tarde en una finca aislada del interior de la isla balear alejada de las miradas de curiosos y fot¨®grafos. La presencia Cristina de Borb¨®n en el enlace no es una sorpresa, pues la relaci¨®n con los padres de la novia siempre ha sido estrecha. Rosario Nadal es la madrina de la ¨²nica hija de la infanta, Irene Urdangarin, mientras que Kyril de Bulgaria siempre ha mantenido una estrecha relaci¨®n con las infantas y el ahora rey Felipe, con quienes pas¨® mucho tiempo en Mallorca durante su juventud.

El regreso de Cristina de Borb¨®n a la isla en la que pas¨® los veranos desde ni?a se desarrolla en circunstancias bien diferentes a las de hace seis a?os. Durante los primeros meses de 2016 la infanta acompa?¨® a su marido, I?aki Urdangarin, en el banquillo de los acusados del proceso judicial que dur¨® alrededor de seis meses en sesiones intermitentes. Entonces la sinton¨ªa entre ellos era palpable, entraban y sal¨ªan juntos de las instalaciones donde se celebraba el juicio para recluirse en la vivienda en la que pernoctaban. En su declaraci¨®n, ella afirm¨® que confiaba plenamente en su marido y en su inocencia durante su comparecencia ante el tribunal. No tuvo que estar presente a lo largo de todo el proceso porque la sala permiti¨® a algunos acusados ausentarse de la vista oral tras la fase inicial de declaraciones. El fin de las sesiones en junio de ese a?o puso punto final a su hist¨®rica relaci¨®n con la isla.

Seis a?os despu¨¦s de aquello la infanta ha vuelto por primera vez a Mallorca, pero en un momento de su vida totalmente diferente. Desde el pasado mes de enero est¨¢ oficialmente separada de su marido, que fue condenado a cinco a?os y diez meses de prisi¨®n y desde el pasado mes de marzo est¨¢ en libertad condicional. Y esta vez su llegada es para un evento de cariz bien distinto. En las fotograf¨ªas publicadas por el peri¨®dico ?ltima Hora se puede ver a Cristina de Borb¨®n con un colorido vestido largo, alpargatas rojas y gafas de sol en la finca propiedad de Kyril de Bulgaria, ubicada en el municipio de Porreres, en la que los novios ofrecieron una cena a sus invitados este viernes. En las im¨¢genes aparece junto a otra pareja, pero no hay rastro de su hija Irene. La finca fue el escenario de la cena preboda que la pareja ofreci¨® a los m¨¢s de cien invitados a su enlace, que se alojan en diferentes hoteles y agroturismos de la zona.

Los invitados accedieron al lugar en microbuses y veh¨ªculos privados. Entre ellos, buena parte de la realeza europea. A la infanta Cristina se suma tambi¨¦n la presencia de la princesa Mette-Marit de Noruega, que acudi¨® ataviada con un vestido floreado de media manga de verano y lleg¨® en un coche con los cristales tintados y sin la compa?¨ªa de Haakon de Noruega. Sime¨®n de Bulgaria y Carla Royo Villanova tambi¨¦n fueron fotografiados a su llegada a la finca, igual que el padre de la novia, que fue acompa?ado de su actual pareja, la empresaria Katharine Butler. Otra de las invitadas m¨¢s destacadas fue la socialit¨¦ estadounidense Olivia Palermo y su marido Johannes Huebl. La conocida modelo, empresaria e influencer es amiga de la novia desde que esta se mud¨® a Nueva York hace unos a?os para desplegar su carrera como cantante.

Alrededor de 12 minibuses, varios taxis y coches particulares accedieron a la finca. Todos los invitados ten¨ªan que ponerse una pulsera al llegar y colocar una pegatina en la c¨¢mara del tel¨¦fono para evitar fotograf¨ªas indiscretas. Los novios han contratado tambi¨¦n un equipo de seguridad privada y pretenden preservar todo lo posible la intimidad de los asistentes al evento, con diferencias notables con respecto al que celebraron sus padres en septiembre de 1989 (se separaron en 2009). Entonces, la Familia Real en pleno asisti¨® a la boda de Rosario Nadal con Kyril de Bulgaria, que se celebr¨® en la capilla del palacio de La Almudaina y se convirti¨® en todo un acontecimiento con m¨¢s de 400 invitados y con amplias medidas de seguridad desplegadas en los alrededores del palacio.