Marilyn Monroe hizo ricos a muchos hombres mientras se empobrec¨ªa: ¡°No tuvo ni para un funeral decente¡±
Joyce Carol Oates, autora de la biograf¨ªa ¡®Blonde¡¯, habla sobre los ¨²ltimos d¨ªas de la actriz, c¨®mo su personaje acab¨® canibalizando a la persona y opina sobre la reciente adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica sobre su obra, que se estrenar¨¢ este septiembre en Netflix
Marilyn Monroe (1926-1962) sigue siendo uno de los rostros m¨¢s famosos de Hollywood. Los vestidos que se enfund¨® son hoy piezas de museo; las obras que inspir¨® baten r¨¦cords en las subastas. Su marca sigue haciendo mucho dinero, pero la actriz muri¨® sin un centavo. Tanto que ni siquiera pudo permitirse un ¡°funeral decente¡± tras su muerte, hace casi 60 a?os. Es lo que ha asegurado la escritora Joyce Carol Oates, de 84 a?os. La autora de Blonde, biograf¨ªa en la que se basa la pr¨®xima pel¨ªcula hom¨®nima de Netflix, ha reflexionado sobre el tr¨¢gico final de la actriz en el 21? Festival Internacional de Cine Fant¨¢stico de Neuch?tel, en Suiza.
Publicada en el a?o 2000, la novela de Oates combina elementos de ficci¨®n con episodios detallados de la vida de la actriz a lo largo de sus 700 p¨¢ginas. En ellas, la neoyorquina describe c¨®mo Norma Jeane Mortenson perdi¨® su identidad para convertirse en Marilyn Monroe. La persona distaba mucho del personaje que hizo populares canciones como Diamonds are a girl ¡®s best friend.
Dentro y fuera de la pantalla, Monroe se cre¨® una identidad completamente inventada, al convertirse en un producto que supo explotar la industria cinematogr¨¢fica, defiende Oates. ¡°Gan¨® fama mundial, pero se cre¨® una identidad con la que no pod¨ªa vivir. Una identidad con la que hizo mucho dinero para muchos hombres, pero no tanto para ella misma. Cuando muri¨®, a los 36 a?os, no ten¨ªa suficiente dinero ni para un buen funeral¡±, ha asegurado.
La escritora tambi¨¦n ha reflexionado sobre la frustraci¨®n de la estrella respecto a su carrera y c¨®mo esta pudo haber contribuido a su muerte. ¡°A medida que Marilyn envejec¨ªa, le segu¨ªan dando esos papeles que interpretaba una joven estrella, y se sent¨ªa humillada. No puedes seguir interpretando a esta rubia tonta que se acerca a los 40 a?os¡±, ha explicado la autora. Ella cree que esta insatisfacci¨®n pudo degenerar en algo peor: ¡°Algunos dicen que se suicid¨®. Yo no lo creo necesariamente. Creo que pudo morir de algo parecido a la desesperaci¨®n extrema¡¯.
Oates aprovech¨® la oportunidad para bendecir la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de su obra, que se estrenar¨¢ el pr¨®ximo 23 de septiembre en Netflix. La pel¨ªcula, dirigida por Andrew Dominik y protagonizada por la actriz hispanocubana Ana de Armas, suena fuerte de cara a la nueva temporada de premios. Y, seg¨²n la autora, con raz¨®n. ¡°Andrew Dominik es un director muy brillante. Creo que ha conseguido mostrar la experiencia de Norma Jeane Baker desde dentro. En lugar de verla desde fuera, desde un prisma masculino, se sumergi¨® en su perspectiva¡±, ha analizado la escritora.
Monroe muri¨® de una sobredosis de barbit¨²ricos en su casa de Los ?ngeles el 4 de agosto de 1962. Un agente encontr¨® su cuerpo en la cama y descubri¨® frascos vac¨ªos de antidepresivos esparcidos por la habitaci¨®n. Fue el exmarido de Monroe, el jugador de b¨¦isbol Joe DiMaggio, el encargado de planear su funeral en el cementerio Westwood, en Los ?ngeles (California). Se celebr¨® cuatro d¨ªas despu¨¦s y fue una ceremonia muy ¨ªntima. DiMaggio prohibi¨® la presencia de los rostros m¨¢s conocidos de Hollywood y de la familia Kennedy. Enterr¨® a su amada con un ramo de rosas y desde entonces orden¨® a la florister¨ªa Le Parisien Florist de la ciudad que enviara tres ramos de estas flores cada semana a su tumba. Lo hizo durante 20 a?os y un mes, hasta 1982. Su lugar de descanso, un sobrio nicho de m¨¢rmol rosa, sigue siendo un lugar de peregrinaje para todos los fans de Marilyn. Y de Norma Jeane.
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