Un campo de f¨²tbol para David Beckham y un esp¨ªa para Nicole Kidman: c¨®mo la Cienciolog¨ªa condicion¨® al entorno de Tom Cruise
Mike Rinder, ex alto cargo del culto, narra en un nuevo libro an¨¦cdotas sobre su embajador m¨¢s famoso, la forma en la que intenta captar a otras estrellas o c¨®mo la iglesia organiza y condiciona su vida
Tom Cruise estaba tan ansioso por meter a David Beckham en la Cienciolog¨ªa que le construy¨® un campo de f¨²tbol. Esta es una de las an¨¦cdotas que desgrana Mike Rinder, un ex alto cargo del culto, en su nuevo libro A Billion Years: My Escape from a Life in the Highest Ranks of Scientology (Mil millones de a?os: Mi huida de una vida en las altas esferas de la Cienciolog¨ªa). Seg¨²n Rinder, ¡°se construy¨® un campo de f¨²tbol de nivel profesional en la propiedad de Gold [Base, sede de la iglesia en California]. Se nivel¨® el terreno, se instal¨® el riego, un c¨¦sped perfecto y se levantaron las porter¨ªas¡±. Todo esto se hizo con dinero de la iglesia y ¡°con un solo prop¨®sito: que Tom Cruise pudiera cortejar a su amigo David para que viniera a Gold. Nunca ocurri¨®¡±, a?ade.
Mike Rinder entr¨® en la Cienciolog¨ªa cuando ten¨ªa cinco a?os. Al salir del instituto y alcanzar la mayor¨ªa de edad firm¨® un contrato por tiempo definido: mil millones de a?os (los cienci¨®logos creen en la inmortalidad y sus contratos se adaptan a esa creencia). En los ochenta, fue portavoz internacional de la Cienciolog¨ªa y jefe de su poderosa Oficina de Asuntos Especiales, lo que hizo que se relacionara con los miembros famosos de la organizaci¨®n, como Tom Cruise, Lisa Marie Presley y John Travolta. Rinder rompi¨® su contrato 999. 999.966 a?os antes de lo previsto. A los 52, enfrentado con la nueva c¨²pula, abandon¨® el culto para convertirse en uno de sus mayores detractores p¨²blicos. Su nuevo libro, que un portavoz de la iglesia de la Cienciolog¨ªa ya ha definido como ¡°propaganda incendiaria e historias fraudulentas¡±, no parece que vaya a mejorar las cosas.
En sus p¨¢ginas, el autor desgrana los secretos y mecanismos de una de las religiones m¨¢s pol¨¦micas del mundo, un culto con m¨¢s de 1.000 iglesias en el globo y un n¨²mero indeterminado de fieles. Ellos aseguran ganar cuatro millones de adeptos cada a?o, expertos externos cifran el total en menos de medio mill¨®n. La Cienciolog¨ªa es una de las religiones m¨¢s medi¨¢ticas y, al mismo tiempo, un enorme secretismo rodea todo lo que sucede dentro de ella. Tiene su propia cadena de televisi¨®n y varias estrellas de Hollywood hacen de modernos ap¨®stoles. John Travolta, Elisabeth Moss o Kirstie Alley son algunos de los rostros conocidos que han ingresado en sus filas, pero ninguno (quiz¨¢ Travolta, del que tambi¨¦n se habla en el libro) ha sabido promocionar el culto como Cruise. En 2019, la actriz Leah Remini, antigua seguidora de esta doctrina, afirm¨® que el actor de Misi¨®n imposible hab¨ªa entrado a la categor¨ªa de ¡°deidad¡±, y que por encima de ¨¦l solo estaba su l¨ªder actual, David Miscavige.
En su libro, Rinder tambi¨¦n hace referencia a la sede que la iglesia tiene en Madrid, en pleno barrio de Las Letras. ¡°Tom hab¨ªa estado saliendo con la actriz espa?ola Pen¨¦lope Cruz, lo que contribuy¨® a que se gastara tanto dinero en comprar y renovar el hermoso edificio all¨ª¡±, escribe. En su adquisici¨®n, rehabilitaci¨®n y decoraci¨®n se invirtieron 12 millones de euros. ¡°As¨ª que es un poco ir¨®nico que cuando se complet¨® Pen¨¦lope hab¨ªa roto con ¨¦l¡±. Fue en 2004, cuando el int¨¦rprete de Top Gun vino a Espa?a, en una ceremonia de imauguraci¨®n a la que no acudi¨® su expareja, pero s¨ª la hermana de esta, M¨®nica Cruz, y algunos otros actores espa?oles. Fue durante este evento cuando, seg¨²n Rinder, Cruise se quej¨® de que su hermana no pod¨ªa conseguirle una novia. El l¨ªder, Miscavige, ¡°se lo tom¨® a pecho¡± y supuestamente inici¨® un proyecto especial en el que se realizaron ¡°audiciones¡± para encontrarle a la estrella una novia y, en ¨²ltima instancia, una esposa.
No era la primera vez, seg¨²n el libro, que la iglesia encarrilaba la vida personal del actor. Seg¨²n Rinder, cuando Cruise se encaprich¨® de su compa?era de reparto Nicole Kidman durante el rodaje de la pel¨ªcula D¨ªas de trueno (1990) la iglesia se puso en marcha. Se asign¨® a un encargado para convencer a su primera esposa, la actriz Mimi Rogers, ¡°de que aceptara el divorcio para que Tom pudiera casarse con Nicole¡±, se?alando que esto era ¡°muy inusual y nunca habr¨ªa ocurrido con un cienci¨®logo normal.¡±
Tom Cruise y Nicole Kidman se casaron ese mismo a?o, con Dustin Hoffman como testigo, en una capilla en Telluride (Colorado), donde la pareja pose¨ªa una caba?a. Pero las cosas con su segunda esposa tampoco fueron del todo bien para la iglesia. Cruise introdujo a Kidman en la Cienciolog¨ªa, pero esta ¡°nunca expres¨® especial entusiasmo por sus cursos¡±, escribe Rinder. Al final, el propio Cruise empez¨® a alejarse del culto, algo que se hizo patente mientras rodaba, junto a Kidman, Eyes Wide Shut (1997), la que fuera ¨²ltima pel¨ªcula de Stanley Kubrick. La estrella comenz¨® entonces a ignorar las llamadas de Miscavige. Esto, supuestamente y siempre la versi¨®n del libro, llev¨® al l¨ªder de la Cienciolog¨ªa a enviar a Londres (donde se rodaba la pel¨ªcula) a un alto ejecutivo de la iglesia para cambiar las cosas. Cruise, escribe Rinder, ¡°fue gradualmente atra¨ªdo de nuevo al mundo de la Cienciolog¨ªa¡±, lo que ¡°cre¨® una distancia entre este y Nicole¡±.
Al parecer, la iglesia se sent¨ªa amenazada por la influencia que podr¨ªa tener la actriz sobre su celebridad m¨¢s prominente y contrat¨® a un investigador privado ¡°para espiar a Nicole e intervenir su tel¨¦fono¡±, escribe Rinder. Finalmente, la pareja se acab¨® divorciando en 2001 y Cruise se qued¨® al cuidado de los dos hijos que hab¨ªan adoptado, Isabella y Connor, que entonces ten¨ªan ocho y nueve a?os. Ahora son dos miembros importantes de la iglesia de la Cienciolog¨ªa y apenas mantienen relaci¨®n con Kidman.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.