El problema heredado de Carlos III: el pr¨ªncipe Andr¨¦s se resiste a abandonar la escena p¨²blica
El hermano del monarca brit¨¢nico e hijo favorito de la difunta Isabel II amenaza con resucitar su batalla legal contra Virginia Giuffre, la mujer que le acus¨® de abusar de ella cuando era menor
Las monarqu¨ªas siempre solucionan los problemas familiares con la distancia o el ostracismo. A Carlos III, sin embargo, no le sirve ninguna de esas soluciones para poner punto final al principal dilema que hered¨® de su difunta madre, la reina Isabel: ?qu¨¦ hacer con uno de sus ...
Las monarqu¨ªas siempre solucionan los problemas familiares con la distancia o el ostracismo. A Carlos III, sin embargo, no le sirve ninguna de esas soluciones para poner punto final al principal dilema que hered¨® de su difunta madre, la reina Isabel: ?qu¨¦ hacer con uno de sus tres hermanos? ?qu¨¦ hacer con el pr¨ªncipe Andr¨¦s?
Podr¨ªa parecer que Isabel II se lo dej¨® resuelto. En 2019, despu¨¦s de la desastrosa entrevista a la BBC en la que el duque de York (62 a?os) quiso desmarcarse, sin ¨¦xito, de las turbias actividades de su amigo el millonario ped¨®filo estadounidense Jeffrey Epstein, la reina orden¨® un alejamiento completo de su hijo favorito de cualquier actividad p¨²blica de representaci¨®n de la monarqu¨ªa brit¨¢nica. Tres a?os despu¨¦s, en enero de 2022, el palacio de Buckingham a¨²n tomaba m¨¢s distancia al retirar a Andr¨¦s todos los t¨ªtulos militares y patronatos reales que pose¨ªa. Se trataba entonces de impedir que su juicio (entonces pendiente) por abuso sexual a una menor arrojara la menor sombra sobre las celebraciones del Jubileo de Platino de la reina.
Tuvo mucho que ver en este progresivo alejamiento del pr¨ªncipe de los asuntos de La Empresa (The Firm, como se conoce a la Casa de Windsor) su hermano y entonces heredero, Carlos, a quien Isabel II fue dando m¨¢s y m¨¢s libertad para poner orden en una casa real que pronto deber¨ªa dirigir de modo directo. Pero Ia monarca se reserv¨® el derecho de ejercer de madre, y no solo permit¨ªa que Andr¨¦s reapareciera de su brazo en ocasiones p¨²blicas solemnes ¡ªla acompa?¨® en su entrada a la abad¨ªa de Westminster en el funeral celebrado un a?o despu¨¦s de la muerte de Felipe de Edimburgo¡ª, sino que nunca qued¨® del todo claro cu¨¢l fue la ayuda econ¨®mica que proporcion¨® al duque de York para pagar los 14 millones de euros que cost¨® el acuerdo extrajudicial con Virginia Giuffre, de 39 a?os. La mujer, que le acus¨® de haberla violado cuando era menor de edad (17 a?os) durante varias ocasiones arregladas por el magnate neoyorquino Epstein y su novia, Ghislaine Maxwell, accedi¨® a retirar su demanda despu¨¦s de una negociaci¨®n que Andr¨¦s, que no dej¨® de proclamar su inocencia, siempre neg¨® que existiera hasta que se hizo p¨²blica. De hecho, en el pacto no reconoce su culpabilidad, aunque s¨ª el papel de v¨ªctima de Giuffre. En teor¨ªa, el sonrojante acuerdo ¡ªque fue visto en la prensa brit¨¢nica como una admisi¨®n impl¨ªcita de culpa, y provoc¨® el consenso general de que Andr¨¦s ya era historia¡ª compromet¨ªa a la mujer a cesar sus comentarios sobre el duque de York. Ella no lo ha interpretado as¨ª, sin embargo, y ha anunciado recientemente la publicaci¨®n de un libro de memorias en el que piensa abordar los abusos del pr¨ªncipe.
Lo que podr¨ªa interpretarse como una simple reacci¨®n defensiva ha resultado ser un evidente intento del hermano del rey por resucitar su imagen e intentar levantar cabeza: ha contratado a dos prestigiosos abogados de Los ?ngeles, Andrew Brettler y Blair Berk, y amenaza con entablar un pleito contra Giuffre si reaviva la historia con su libro. ¡°De este modo, sus acusaciones acabar¨¢n sometidas por primera vez al escrutinio p¨²blico de un tribunal de justicia¡±, ha amenazado Andr¨¦s a trav¨¦s de una parad¨®jica filtraci¨®n de su entorno al Daily Mail. Fue precisamente la transparencia y publicidad de un juicio lo que pretendi¨® evitar con el acuerdo multimillonario.
El duque de York se siente reforzado en su causa por nuevas declaraciones y hechos ¡ªalguno especialmente grotesco¡ª que han salido a la luz en los ¨²ltimos meses. Giuffre retir¨® recientemente una demanda muy similar a la que present¨® contra Andr¨¦s, en esta ocasi¨®n dirigida al abogado estadounidense Alan Dershowitz. Amigo de Epstein, tambi¨¦n a ¨¦l le acusaba de supuestos abusos sexuales, pero admiti¨® m¨¢s tarde que ¡°pod¨ªa haber cometido un error¡± en su acusaci¨®n al se?alar al abogado. ¡°Ojal¨¢ decidiera revisar su acuerdo extrajudicial y seguir combatiendo en los tribunales¡±, recomendaba Dershowitz al pr¨ªncipe en el canal de televisi¨®n GBNews, de clara l¨ªnea conservadora. ¡°El pacto no contiene un reconocimiento de su culpabilidad, y me encantar¨ªa que toda la verdad saliera a la luz¡±, aseguraba el abogado.
Poco despu¨¦s, el pasado mes de enero, Ghislaine Maxwell (61 a?os), la hija del magnate de los medios Robert Maxwell y exnovia de Epstein, condenada en diciembre de 2021 a 20 a?os de prisi¨®n por su tarea de captar mujeres menores para su pareja millonaria, conced¨ªa una entrevista telef¨®nica desde la cabina para presos de la c¨¢rcel de Florida donde permanece recluida. No solo persist¨ªa en declarar su inocencia, y mostraba su arrepentimiento de haber entablado relaci¨®n con Epstein, sino que segu¨ªa defendiendo la inocencia de quien a¨²n considera su amigo, el pr¨ªncipe Andr¨¦s. Fue en el apartamento londinense de Maxwell donde se tom¨® la foto en la que el duque de York agarraba de la cintura a una joven Virginia Giuffre. El entorno de Andr¨¦s no ha cesado de sugerir, en estos ¨²ltimos a?os, que la foto era un montaje. ¡°No creo que sea verdadera¡±, ha repetido Maxwell en su entrevista a Jeremy Kyle, de TalkTV. ¡°De hecho, estoy convencida de que no lo es. Nunca ha habido una copia original. No existe la fotograf¨ªa como tal. Solo he visto fotocopias de ella¡±, aseguraba.
¡°Ya vuelven con la misma monserga¡±, respond¨ªa poco despu¨¦s Michael Thomas, el fot¨®grafo del Mail On Sunday a quien Giuffre ense?¨® la foto por primera vez en el apartamento que la mujer ten¨ªa en la costa central de Australia. El Daily Mail, el mismo diario que public¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada la pol¨¦mica instant¨¢nea, ha mostrado como respuesta el reverso de la imagen, que Thomas tambi¨¦n fotografi¨®. Se puede leer el sello 000 #15 13Mar01 Walgreens One Hour Photo, que seg¨²n expertos consultados por el propio tablode corresponder¨ªa a la fecha y el laboratorio donde se revel¨®, tres d¨ªas despu¨¦s del supuesto encuentro en el apartamento londinense. ¡°Cuando dicen que es falsa, sugieren que yo soy c¨®mplice de esa falsedad. Y no lo es¡±, asegura Thomas. ¡°Resulta rid¨ªculo que Maxwell salga ahora con esto¡±.
Para rematar las teor¨ªas conspiratorias, el hermano de la reclusa, Ian Maxwell (66 a?os), filtraba al diario The Daily Telegraph, la biblia del conservadurismo brit¨¢nico, la foto que, seg¨²n ¨¦l, ayudar¨ªa a desmontar la leyenda del ba?o sexual de Andr¨¦s y Giuffre. La mujer relat¨®, en unas memorias nunca publicadas, pero que acabaron formando parte del sumario del caso contra Ghislaine Maxwell, que el pr¨ªncipe ¡°comenz¨® a chupar los dedos de su pie, y la planta¡± antes de tener sexo con ella en la cama. Tales maniobras, seg¨²n Giuffre, las llev¨® a cabo en una ¡°ba?era de porcelana de estilo victoriano que hab¨ªa en medio del cuarto de ba?o¡± del apartamento londinense. El hermano, Ian, utiliz¨® a dos amigos, a los que hizo que se colocaran sendas caretas de Victoria y de Andr¨¦s, para intentar desmontar la acusaci¨®n. Les meti¨®, vestidos, en la ba?era del apartamento ¡ªconvencional, y pegada a la pared¡ª, para demostrar que resultaba imposible en ese espacio llevar a cabo las maniobras sexuales descritas por Giuffre. El peri¨®dico lleg¨® a llevar a portada la foto que, presuntamente, desmontar¨ªa definitivamente las acusaciones, y provoc¨® la mofa generalizada de los comentaristas brit¨¢nicos.
Andr¨¦s, fuera de Buckingham
Aparentemente ajeno a las aventuras y desventuras recientes de su hermano, Carlos III ha seguido borr¨¢ndole de la foto oficial con una eficacia administrativa fulminante. A finales del a?o pasado logr¨® una aprobaci¨®n urgente, tanto en la C¨¢mara de los Comunes como en la de los Lores, de Ley de Consejeros de Estado, por la que incorporaba a sus hermanos la princesa Ana y el pr¨ªncipe Eduardo a la lista de miembros de la familia real que podr¨ªan reemplazarle en sus tareas p¨²blicas en caso de enfermedad o desplazamiento al extranjero. De ese modo ¡ªla lista incluye tambi¨¦n a la reina consorte Camilia, o a los pr¨ªncipes de Gales, Guillermo y Kate¡ª, quedaba pr¨¢cticamente eliminada la posibilidad de que Andr¨¦s, o el pr¨ªncipe Enrique, acabaran sustituyendo a Carlos III ocasionalmente.
El ¨²ltimo golpe ha sido reciente. El palacio de Buckingham va a poner en marcha obras de renovaci¨®n del edificio, por valor de m¨¢s de 400 millones de euros y 10 a?os de duraci¨®n, y ya se ha comunicado a Andr¨¦s que dejar¨¢ de disponer de oficina o dormitorio en la residencia por excelencia de la familia real brit¨¢nica. A cambio, se le permitir¨¢ disponer de estancias en el cercano palacio de St. James.
Queda por aclarar si Carlos III permitir¨¢ la presencia de su malogrado hermano en su ceremonia de coronaci¨®n, que tendr¨¢ lugar el 6 de mayo en la abad¨ªa de Westminster. Su ausencia ser¨ªa el remate de un lento proceso de aniquilaci¨®n p¨²blica, aunque bastar¨ªa una posici¨®n discreta en los bancos de la abad¨ªa para que las c¨¢maras de la BBC tomaran nota, y evitaran que el duque de York enturbiara lo m¨¢s m¨ªnimo el momento cumbre que su hermano lleva m¨¢s de 70 a?os esperando.