Un nuevo desaf¨ªo para Carolina de M¨®naco

En el inicio del debate del tema Ana Obreg¨®n recuerdo haber empleado la palabra ¡°valiente¡± en un mensaje que le envi¨¦, cuando supe de la existencia de su nieta Ana. No encuentro ahora el WhatsApp de Carolina de M¨®naco, pero tras ver publicadas sus ¨²ltimas im¨¢genes me habr¨ªa encantado escribirle: valiente. Es lo que pienso al verla asumir el paso del tiempo sin recurrir a intervenciones est¨¦ticas severas. Carolina de M¨®naco ha crecido frente al escrutinio p¨²blico. Ha vivido pocos d¨ªas de su vida sin ser observada. Pese ¡ªo quiz¨¢s¡ª a todo eso ha decidido no recurrir a la cirug¨ªa pl¨¢stica para enfrentar la vejez. Y as¨ª la vemos, al lado de su hija Carlota, sin te?irse el pelo, la piel cansada, p¨¢rpados ca¨ªdos. Pero con una determinaci¨®n que algunos ven desafiante. Hay todo tipo de comentarios sobre su envejecimiento. Mi amigo Pepe Puig sentencia: ¡°Preciosa¡±. Carolina probablemente asistir¨ªa as¨ª a la coronaci¨®n de Carlos III, el pr¨®ximo 6 de mayo, si finalmente su hermano y Charlene declinan la invitaci¨®n de Londres. Esa misma prensa que la ha retratado beb¨¦, adolescente, mujer adulta y, ahora madura, publica que todo esto ser¨ªa un castigo de parte de Charlene, con quien insisten en enfrentarla porque antes de casarse, muy empecinada, con Philippe Junot, Carolina pudo haber sido la candidata a novia ideal del entonces pr¨ªncipe de Gales.

No creo que Charlene sepa tanto de la intrahistoria de M¨®naco o le interese activar un plan tan complejo. Un adjetivo que, por cierto, muchas veces se ha empleado para describir el car¨¢cter de la princesa Grimaldi. Sencillamente, es mejor que Carolina represente a su rico y diminuto Principado en vez de su hermano y su cu?ada. Lo tiene todo: cierta nostalgia, elegancia y noticia, los elementos que Carolina ha sabido manejar y perfeccionar desde su infancia. Al mostrarse mayor sin recurrir al bistur¨ª, ofrece una idea de valent¨ªa, de sentido com¨²n o, sencillamente, es la forma de que la dejen m¨¢s tranquila.

La madurez de Carolina Grimaldi se abre a una inesperada forma de entender el hacerse mayor, con una renuncia que sorprende en estos tiempos tan perfilados por lo artificial. Tuve el privilegio de conversar con ella durante el Baile de la Rosa dedicado a La Movida en 2009, como otras veces he recordado. Su hermano, el pr¨ªncipe Alberto, y ella acostumbran a ofrecer un almuerzo buf¨¦ a los invitados y participantes del baile. Yo no estaba en ninguna de las dos categor¨ªas, aunque ?Hola! me hab¨ªa enviado para ser cronista del evento. Cristina Macaya, a quien extra?amos profundamente, consigui¨® que estuviera all¨ª y Pedro Almod¨®var, cort¨¦s, me present¨® como embajador de ?Hola! Frente a ella, balbuce¨¦ que hablaba un franc¨¦s salvaje. ¡°No hay problema¡±, dijo, ¡°mi madre nos ense?¨® espa?ol¡±. Me qued¨¦ KO y ella, como si estuviera en un examen oral y en perfecto espa?ol, recit¨®: ¡°Carolina de M¨®naco, elegida la mujer m¨¢s elegante por los lectores de ?Hola!, con 7.900 puntos¡±. La contabilidad es importante en M¨®naco.

Afortunadamente, Almod¨®var tambi¨¦n tiene muchos puntos y regresa a nuestras vidas con el anuncio del estreno en el Festival de Cannes de Extra?a forma de vida, un w¨¦stern con disparos LGTBI. Otra aventura pionera: la penetraci¨®n de una ¨®ptica personal en el mito vaquero. No puede ilusionarme m¨¢s que uno de los protagonistas sea Ethan Hawke, por haber sido marido y padre junto a Uma Thurman, otra de las bellezas absolutas de mi vida joven, y tambi¨¦n por haber compartido universidad con Leopoldo L¨®pez, opositor venezolano que fue preso pol¨ªtico del gobierno de Nicol¨¢s Maduro. Juntos grabaron un v¨ªdeo, un intercambio, donde Hawke intenta comprender el enmara?ado y lamentable estado de Venezuela, que puede verse en YouTube. El tipo de casualidades que te hace pensar que, a veces, la vida es tan maravillosa y peque?a como M¨®naco.