Otro momento berlanguiano
Adem¨¢s de la huelga de hambre de la madre de Luis Rubiales ha habido otro sorprendente giro de guion para los que consumimos televisi¨®n: ver a la modelo tailandesa Two Yupa como traductora simult¨¢nea durante una entrevista con el director de la c¨¢rcel donde est¨¢ Daniel Sancho
El regreso a casa, al final de las vacaciones, nos ofrece una Espa?a sin descanso. Con la madre de Luis Rubiales, ?ngeles B¨¦jar, marcando su propio gol en la atribulada din¨¢mica de su hijo al declararse en huelga de hambre refugiada en la iglesia de la Divina Pastora de Motril. Por supuesto, los medios adoraron esta situaci¨®n inesperada y el adjetivo berlanguiano volvi¨® a usarse con alegr¨ªa. No sabremos nunca lo que pensar¨ªa el propio Berlanga, pero sabemos que a la FIFA no le conmovi¨® mucho este gesto de madre coraje. Ese fr¨ªo organismo internacional mantiene la suspensi¨®n e inhabilitaci¨®n por tres meses al presidente de la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol. Aunque resulte biso?o, sirvi¨® para ver que esta situaci¨®n, protagonizada por mujeres, ha conseguido eclipsar el tema de la gobernabilidad y el inicio de la nueva legislatura. Haci¨¦ndonos descansar un poco de los temas pol¨ªticos unificando, adem¨¢s, los criterios sobre Rubiales. ?Un piquito consentido entre derecha e izquierda?
Luis Rubiales ha estado bien pagado pero mal asesorado, quiz¨¢s porque se f¨ªa demasiado de s¨ª mismo. Si se hubiera disculpado con verosimilitud y aceptado apartarse, en vez de atornillarse, hoy podr¨ªa verse en mejor situaci¨®n. Pero Rubiales no ha podido ver esto ni sus palmeros le han acercado la lupa o las gafas para discernirlo. All¨¢ ellos. Queda claro que los avances sociales de Espa?a son altamente considerados por sus ciudadanos. El avance del feminismo es innegable en un siglo que siempre se anunci¨® como el de las mujeres. El triunfo de la selecci¨®n femenina en un deporte vinculado siempre a los hombres es un punto y aparte en esa evoluci¨®n. Selecci¨®n Femenina de f¨²tbol 1, Divina Pastora 0.
Hay tambi¨¦n otras protagonistas. Otra madre, Silvia Bronchalo, cuyo hijo Daniel Sancho ha reconocido haber cometido el atroz asesinato de su amigo Edwin Arrieta. El caso se convirti¨® a principios de agosto en contenido estrella en redes y programas de televisi¨®n. Y volvi¨® a Sancho en una especie de ¨¢ngel de la muerte, por su atractivo f¨ªsico, las suspicacias por su sexualidad y los motivos para una violencia perturbadora. Bronchalo es asediada por periodistas gr¨¢ficos, la mayor¨ªa espa?oles, en cada visita a su hijo a la c¨¢rcel en Tailandia. El pasado jueves decidi¨® no ir y ¡°las alarmas se dispararon¡±, cuentan las versiones digitales de las revistas. No es agradable observar c¨®mo esos medios aprovechan cada jir¨®n de esta historia, sobre la que no se puede elaborar una noticia precisa porque est¨¢ bajo investigaci¨®n, en una naci¨®n asi¨¢tica con un r¨¦gimen judicial y penitenciario herm¨¦ticos.
Descansando en C¨¢diz en casa de nuestro anfitri¨®n, el doctor Monereo, el azar y la pereza de la tarde nos llev¨® a ver el programa Fiesta de verano cuando anunciaron una conexi¨®n con el director de la c¨¢rcel de Koh Samui, el se?or Watcharapong Boonsaoir, para la que contar¨ªan con la ayuda de la modelo tailandesa Two Yupa como traductora simult¨¢nea. Otro sorprendente giro de guion para los que consumimos televisi¨®n. Two Yupa se hizo muy conocida antes del cambio de siglo como amiga del vidente Rappel: era divertido el juego que ofrec¨ªan sus nombres y sus modelitos. Habla un susurrante y casi depurativo castellano. Durante la entrevista con el director de la c¨¢rcel tailandesa se vivieron momentos casi hist¨®ricos, como las largu¨ªsimas traducciones de Two Yupa a Boonsaoir de las concisas preguntas de los periodistas. El se?or Boonsaoir contestaba con largas respuestas, que, luego en la traducci¨®n, se reduc¨ªan a breves ¡°ya veremos¡±. Similares a los inolvidables ¡°dice la verdad¡± de la poligrafista Conchita P¨¦rez Casorr¨¢n. Two Yupa reapareci¨® el domingo, convertida ya en la ruta de la seda, la uni¨®n insuperable entre Europa y Asia. En un momento dado, desbordada, se agach¨® sobre la moqueta del plat¨® para escenificar los supuestos movimientos descuartizadores. Fue escalofriante como traducci¨®n y estilo. Otro momento berlanguiano que anuncia la nueva temporada.
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