Alumnas y maestras

El Museo Thyssen ha inaugurado una exposici¨®n, Maestras, que muchos califican de hist¨®rica. Puede serlo por su tem¨¢tica: el homenaje tard¨ªo a grandes pintoras relegadas por las leyes de la Historia y de los hombres. Obligadas al anonimato o a firmar sus obras con nombres masculinos, de sus esposos o de sus padres. O se vieron relegadas a s¨®tanos y archivos, por su g¨¦nero. Esta exposici¨®n, comisariada por Roc¨ªo de la Villa, y patrocinada por la firma de moda Carolina Herrera, congreg¨® a un sorprendente y rico grupo de alumnas y maestras de la vida social. En una de las salas, Carlota ?lvarez Basso, hipn¨®tica comisaria de exposiciones, me coment¨® que el germen de Maestras proviene y responde a Invitadas, la muestra que hizo el Museo del Prado en 2021. El Thyssen reenfoca esa discriminaci¨®n hacia la obra de las mujeres, no considerando a las pintoras como invitadas, sino como maestras. Este sutil roce entre instituciones culturales funciona maravillosamente mientras recorres la exhibici¨®n. Descubriendo autoras como Artemisia Gentileschi, pintora del siglo XVII que retrata a mujeres fuertes, vinculadas o camufladas, en acontecimientos mitol¨®gicos. La exposici¨®n muestra una mirada profunda, a veces perturbadora, a veces feliz. M¨¢s conocedora de la psique de los personajes femeninos porque lo hace con talento e inteligencia, otra mujer.

La cohabitaci¨®n de las grandes y peque?as obras con los atuendos de las invitadas fue una exposici¨®n dentro de la exhibici¨®n. Amparo Corsini, Carolina Herrera hija, Esther Ca?adas, Isabel Preysler, Tamara Falc¨®, Eugenia de la Torriente, Mar¨ªa Fitz-James, M¨®nica S¨¢nchez Navarro y otras princesas, doncellas y se?oras, admiraban y comentaban los cuadros vestidos con creaciones de Wes Gordon, director art¨ªstico de Carolina Herrera. La se?ora Herrera se ausent¨® porque esa misma noche en Nueva York recib¨ªa un premio a su carrera. Me habr¨ªa encantado compartir con ella su maestr¨ªa y las obras de ?lisabeth Vig¨¦e Le Brun, por quien siente devoci¨®n.

La fiesta posterior en la casa de Jimena Bl¨¢zquez, nueva directora del Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo, consagr¨® la fiesta de la firma Carolina Herrera como uno de los eventos m¨¢s despampanantes del oto?o. La convocatoria del a?o pasado ya fue una apoteosis floral y social, cont¨® con la actuaci¨®n de Luz Casal. Este a?o fue Ana Torroja, con un minivestido de lentejuelas azabache, acompa?ada por un pianista, arranc¨® el concierto con Mujer contra mujer, la canci¨®n m¨¢s LGTBI de Mecano. El amplio sal¨®n se volvi¨® una sola voz coreando ese y otros ¨¦xitos como La fuerza del destino, t¨ªtulo que podr¨ªa resumir la historia de esta exposici¨®n. Maestras.

Madonna recuper¨® su corona de reina del pop con un apote¨®sico concierto en Barcelona. Estoy atrapado en la lectura de la autobiograf¨ªa de Britney Spears, quien con un beso fue se?alada como heredera, aunque luego su vida y su carrera se desviaron de su aristocr¨¢tico destino. Madonna no se desv¨ªa, es maestra y tambi¨¦n madre y con mucho tino ha incorporado a sus hijos en su tour como si fueran una nueva versi¨®n de la familia Von Trapp, aquellos que escapan de los nazis en Sonrisas y l¨¢grimas.

Otra hija, otra heredera, Carlota Casiraghi recibi¨® en Sevilla el premio Personaje del a?o de la revista Vanity Fair. La hija de Carolina de M¨®naco particip¨® en una charla moderada por Milena Busquets, hija a su vez de la m¨ªtica editora Esther Tusquets. Expres¨¢ndose con delicada diplomacia sobre la igualdad en el universo literario, citando a Simone de Beauvoir como referencia. Casiraghi habl¨® tambi¨¦n de que ¡°de forma natural las mujeres podemos tener una idea clara sobre la metamorfosis gracias a la maternidad y por la misma, una dimensi¨®n c¨ªclica de la vida¡±. Todo con una voz profunda que habr¨ªa convencido a su abuela Grace Kelly para animarla a ser actriz.

Ser mujer es la nueva revelaci¨®n. Y las marcas y las agencias de comunicaci¨®n lo saben. Son maestras.