El poder de la reina Letizia como prescriptora literaria, ?mito o realidad?
Su espaldarazo a Sonsoles ?nega, ganadora del ¨²ltimo Premio Planeta, ha vuelto a poner de manifiesto su creciente influencia en el mundo cultural. ¡°Su poder de irradiaci¨®n es indiscutible¡±, reconoce la escritora y cr¨ªtica literaria Anna Caball¨¦
La tarde del s¨¢bado 11 de noviembre, coincidiendo con el D¨ªa de las Librer¨ªas, do?a Letizia se enfund¨® en un jersey de punto rosa fucsia y una cazadora de cuero a juego para asistir a un acto literario en El Corte Ingl¨¦s de Callao, en el centro de Madrid. Al llegar a los grandes almacenes, subi¨® a la planta de libros e hizo la cola como el resto de asistentes para que la periodista y escritora Sonsoles ?nega le firmara un ejemplar de ...
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La tarde del s¨¢bado 11 de noviembre, coincidiendo con el D¨ªa de las Librer¨ªas, do?a Letizia se enfund¨® en un jersey de punto rosa fucsia y una cazadora de cuero a juego para asistir a un acto literario en El Corte Ingl¨¦s de Callao, en el centro de Madrid. Al llegar a los grandes almacenes, subi¨® a la planta de libros e hizo la cola como el resto de asistentes para que la periodista y escritora Sonsoles ?nega le firmara un ejemplar de Las hijas de la criada, premio Planeta de Novela 2023. La aparici¨®n sorpresa de la Reina no tard¨® en hacerse viral. La lectura del gesto parec¨ªa bastante clara. No estaba ah¨ª solo para apoyar a una autora, sino tambi¨¦n para respaldar a una amiga y antigua compa?era de profesi¨®n que un d¨ªa antes hab¨ªa recibido una dura cr¨ªtica en Babelia, el suplemento cultural de EL PA?S. ¡°Mi querida Let, la que has liado¡±, le escribi¨® ?nega en su dedicatoria.
¡°De la empresa no hay declaraciones¡±, responden desde Planeta, tras ser consultados por este peri¨®dico sobre el impacto que ha tenido el espaldarazo real en la promoci¨®n de la novela de ?nega, quien fue testigo en la boda de don Felipe y do?a Letizia. El silencio de la editorial lo llenan otros. Muchos han alabado el gesto y otros ¡ªpocos¡ª lo han criticado. ¡°Aunque t¨² seas reina, ?puedes irte a El Corte Ingl¨¦s a promocionar el libro de tu amiga, que sabes que va a hacerse viral y que todo el mundo lo va a grabar? Es que en realidad estamos pagando entre todos esta promo¡±, dijo Bob Pop en Hoy por Hoy hace unos d¨ªas. ¡°Entre la cr¨ªtica de Babelia y la imagen de la Reina apoyando a su amiga, ?qu¨¦ va a hacer que venda o no venda m¨¢s libros?¡±, plante¨® el humorista y escritor durante su intervenci¨®n semanal en la Cadena Ser.
El gui?o de do?a Letizia a la ganadora del ¨²ltimo Premio Planeta ¡ªreproducido y analizado hasta la saciedad en peri¨®dicos, teles y revistas del coraz¨®n¡ª ha vuelto a poner de manifiesto el poder de la Reina como prescriptora literaria. La revista Vanity Fair dedica la portada de su n¨²mero de diciembre-enero a su creciente influencia en el mundo cultural, recibiendo elogios de figuras de la talla de Ida Vitale, Elvira Lindo y Luis Garc¨ªa Montero. ¡°Es una persona culta¡±, ha sentenciado el director del Instituto Cervantes. La coronaci¨®n de Letizia como reina cultural es la culminaci¨®n de un proyecto personal que empez¨® mucho antes de conocer a Felipe de Borb¨®n y entrar en la Familia Real espa?ola. Ya de ni?a, viviendo en una zona m¨¢s industrial que residencial de Oviedo, m¨¢s cerca de una herrer¨ªa y una estaci¨®n de autobuses de larga distancia que de una biblioteca o un museo, Letizia Ortiz empez¨® a cultivar su pasi¨®n por la literatura y la cultura.
De peque?a, admiraba la afici¨®n por la escritura de su padre, el periodista Jes¨²s Ortiz. Cuando era una adolescente de 13 a?os y asist¨ªa al colegio p¨²blico La Gesta, sacaba notas altas en Lengua y Literatura. Por las tardes, sol¨ªa merendar y hacer los deberes en la emisora donde trabajaba su abuela paterna, la popular locutora y actriz Mar¨ªa del Carmen ?lvarez del Valle. La abuela Menchu, como la llamaba ella, escrib¨ªa aforismos, ensayos y le¨ªa poes¨ªa. Fue una de sus primeras influencias culturales. La locutora tambi¨¦n la alent¨® a dar sus primeros pasos en el periodismo. La Letizia ni?a lleg¨® a dirigir el programa de radio El Columpio, en el que hablaba a un p¨²blico infantil. Su padre, que de joven hab¨ªa so?ado con estudiar Filosof¨ªa y Letras, la ayudaba a redactar los guiones.
Cuando ten¨ªa 15 a?os, su familia se traslad¨® a Madrid por motivos laborales del padre. Dejar Oviedo le abri¨® nuevos horizontes. Do?a Letizia prosigui¨® sus estudios en el instituto Ramiro de Maeztu, donde termin¨® el Bachillerato. All¨ª conoci¨® al profesor Alonso Guerrero, que daba clases de Literatura Espa?ola. En las horas libres, el maestro y la alumna se encontraban en la cafeter¨ªa del instituto para hablar de libros. ¡°Yo discut¨ªa mucho de literatura con ella¡±, explic¨® Guerrero a Leonardo Faccio en Letizia, la reina impaciente (Debate). Tras nueve a?os de noviazgo y uno de matrimonio, Guerrero y do?a Letizia nunca han dejado de verse. Seg¨²n le cont¨® a Faccio, de cuando en cuando la Reina esquiva a los periodistas y se re¨²ne a conversar con ¨¦l en caf¨¦s.
Do?a Letizia tambi¨¦n destac¨® durante sus estudios de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Informaci¨®n. ¡°Ella ten¨ªa hambre de saber¡±, record¨® Ferm¨ªn Bouza, su profesor de Opini¨®n P¨²blica en la Universidad Complutense de Madrid. ¡°Andaba entre libros, no los le¨ªa todos pero los citaba. A ella le removi¨® el mundo ilustrado. Es el mundo que m¨¢s aprecia¡±, revel¨® el soci¨®logo y escritor a Faccio. Entre 1992 y 1993, la joven periodista realiz¨® pr¨¢cticas en el peri¨®dico La Nueva Espa?a de Oviedo, dedic¨¢ndose principalmente a las ¨¢reas de Televisi¨®n y Espect¨¢culos. Sus editores la recuerdan como una profesional insistente que citaba a fil¨®sofos en las noticias locales. Pod¨ªa mencionar una diatriba de S¨¦neca contra el hedonismo o las org¨ªas gastron¨®micas de Ner¨®n en una nota sobre la ca¨ªda en la venta de helados. No tard¨® en firmar una secci¨®n de rese?as de libros titulada La Br¨²jula. Con 21 a?os, Letizia Ortiz ya le dec¨ªa a los espa?oles lo que deb¨ªan leer.
Durante sus estudios de doctorado en Guadalajara (M¨¦xico), donde preparaba una tesis sobre prensa y poder, public¨® un ensayo sobre la entrevista en profundidad. Lo titul¨® Gui?os sobre gui?os sobre gui?os, un paper inspirado en el trabajo del antrop¨®logo estadounidense Clifford Geertz que impresion¨® a sus profesores. Tambi¨¦n consigui¨® un trabajo en el diario Siglo 21, donde escrib¨ªa ingeniosas piezas para el suplemento de ocio Tentaciones. Como cuenta Leonardo Faccio en Letizia, la reina impaciente, la periodista citaba a Benito P¨¦rez Gald¨®s para recomendar un bar que ten¨ªa, seg¨²n ella, ¡°m¨¢s importancia en la pol¨ªtica que un ministerio¡±, o evocaba a Garc¨ªa M¨¢rquez para hablar de otro bar cuyos c¨®cteles merec¨ªan beberse ¡°bien conversados¡±. Era tan prol¨ªfica que tuvo que adoptar el seud¨®nimo Ada para poder publicar todo lo que escrib¨ªa.
Cuando salt¨® la noticia de su compromiso con Felipe de Borb¨®n, en noviembre de 2003, el padre de la periodista, Jes¨²s Ortiz, hizo una breve declaraci¨®n en el programa de televisi¨®n Salsa Rosa. ¡°A mi hija le encanta la cultura, la literatura, es una lectora empedernida¡±, dijo de la futura reina en horario de m¨¢xima audiencia. Unos d¨ªas despu¨¦s, la propia Letizia lo confirmaba en la pedida de mano, regal¨¢ndole al pr¨ªncipe una edici¨®n de 1850 de El doncel de don Enrique el doliente, de Mariano Jos¨¦ de Larra. ¡°Es una historia caballeresca ambientada en el siglo XV, un libro que quer¨ªa para ¨¦l¡±, explic¨®, algo t¨ªmida, frente a cientos de c¨¢maras y reporteros. La obra se convirti¨® en un superventas.
David Rocasolano, primo de la Reina, considera ¡°un mito de la prensa lacaya¡± que do?a Letizia sea una voraz lectora. ¡°Mi prima no ha le¨ªdo jam¨¢s otra cosa que peri¨®dicos, alg¨²n best-seller tipo Grisham o los libros que le obligaron a leer en el colegio y la facultad (¡) Si Letizia, periodista, hubiera regalado a su prometido una selecci¨®n de los exquisitos art¨ªculos de Larra, se hubiera comportado de manera coherente. Pero regalar una obra menor, literalmente prescindible y olvidable del cronista m¨¢s influyente de la historia de Espa?a, me parece un insulto a Larra y para toda la casta period¨ªstica. Se deber¨ªa de haber asesorado mejor¡±, afirm¨® Rocasolano en su libro, Adi¨®s, princesa (Akal), publicado en 2013. Los primos no se hablan desde hace m¨¢s de una d¨¦cada.
Pero como dijo Anna Caball¨¦, autora de El feminismo en Espa?a, a Leonardo Faccio, ¡°la mujer culta se ha visto estigmatizada de mil maneras en Espa?a por la cultura popular¡±. A la escritora y cr¨ªtica literaria no le gusta la palabra ¡°prescriptora¡± porque considera que tiene una connotaci¨®n impositiva que le desagrada profundamente, pero no tiene dudas sobre las genuinas inquietudes culturales de la Reina y sobre la influencia que ejerce en el espa?ol de a pie. ¡°Me encanta el inter¨¦s que muestra por la cultura y c¨®mo lo ejerce de una forma transversal, cruzando distintos registros¡±, explica Caball¨¦ en conversaci¨®n con EL PA?S. ¡°Su poder de irradiaci¨®n es indiscutible, pero, como digo, me gusta que lo ejerza con naturalidad, sin imponerse. Siempre ech¨¦ de menos una mayor implicaci¨®n de las ¨¦lites espa?olas y por supuesto de la clase pol¨ªtica en la cultura. Fue el caballo de batalla de Ortega¡±, contin¨²a.
Realidad o espejismo, el poder de do?a Letizia en la cultura est¨¢ a la vista. Su visita a la Feria del Libro de Madrid es una de las citas m¨¢s esperadas por libreros y editores. ¡°Gracias a ella, la feria sale en medios en los que de otra manera no aparecer¨ªa. Dif¨ªcilmente llegar¨ªamos a la prensa del coraz¨®n o a determinados programas con nuestros recursos¡±, ha explicado Eva Or¨²e, directora de la Feria, a Vanity Fair. En 2015, la Reina se llev¨® ?ngeles f¨®siles, de Alan Moore, sobre los h¨¦roes de la sociedad ocultista Amanecer Dorado. ?Su sat¨¢nica Majestad?, titul¨® este peri¨®dico una cr¨®nica que se hizo viral. Este a?o, se interes¨® por la colecci¨®n Reinas consortes, que repasa la vida de las esposas de monarcas medievales, y compr¨® El uso de la foto, de Annie Ernaux; La ciudad de Dios, de Pier Paolo Pasolini; y los Ensayos literarios de H.P. Lovecraft, entre otros. Tambi¨¦n pas¨® por la caseta de la librer¨ªa Mary Read, especializada en LGTBI y transfeminismos, donde adquiri¨® el libro ¡°antimatrimonio¡± El fin de la novela de amor, de Vivian Gornick. La autora neoyorquina, figura clave de la segunda ola del feminismo, defiende que el mundo ha cambiado y que el amor y el matrimonio ¡°han dejado ser met¨¢foras que representen adecuadamente la felicidad y la realizaci¨®n personal¡±. Mientras pagaba con un billete de 50 euros, la Reina reconoci¨® a los libreros que conoce a la escritora y que ya hab¨ªa le¨ªdo Apegos feroces (1987), un relato en el que una joven Gornick narra la compleja relaci¨®n con su madre y se debate entre los modelos de mujer que ans¨ªa y detesta encarnar y que determinar¨¢n su relaci¨®n con los hombres, el trabajo y otras mujeres.
Nadie mejor que do?a Letizia sabe lo que puede costar a una mujer encontrar su sitio en el mundo. Desde que lleg¨® a la Familia Real espa?ola, hace ahora 20 a?os, se ha tenido que enfrentar a muchos prejuicios. El hecho de ser divorciada, de clase trabajadora, culta, con opiniones propias e inquietudes intelectuales ha puesto a prueba los convencionalismos de la monarqu¨ªa y la sociedad espa?ola. Pero Anna Caball¨¦ considera que todos esos prejuicios ya han quedado ¡°muy atr¨¢s¡±. ¡°Lo ignor¨¢bamos todo de su personalidad. Ahora es distinto y ella ha encontrado la forma, o las formas, de darse a conocer¡±, concluye la cr¨ªtica literaria. Por los libros que lee la conocer¨¦is.