Felicity Huffman vuelve al trabajo tras pasar por la c¨¢rcel: ¡°Es como si parte de tu vieja vida muriera y t¨² con ella¡±
Casi cinco a?os despu¨¦s de declararse culpable y pasar 11 d¨ªas en prisi¨®n, la actriz de ¡®Mujeres desesperadas¡¯ estrena una obra de teatro en Londres y habla acerca de su situaci¨®n personal: ¡°Imagino que todav¨ªa estoy proces¨¢ndolo¡±
Han pasado cinco a?os desde que salt¨® a las portadas el caso de sobornos universitarios en el que Felicity Huffman se vio implicada y con el que intent¨®, mediante dinero, que su hija mayor entrara en una universidad para la que no le daba la nota. Ahora, la actriz empieza a buscar su redenci¨®n, personal y profesional. Ninguna de las dos est¨¢ siendo f¨¢cil, como ella misma preve¨ªa y est¨¢ comprobando en sus propias carnes. Quien fue una de las Mujeres desesperadas de la famosa serie de los primeros dos mil y lleg¨® a estar nominada al Oscar por su papel de una mujer transexual en Transam¨¦rica intenta recuperar su vida y su carrera y, tambi¨¦n, el respeto del p¨²blico. Y poco a poco ya habla de ello.
Huffman, de 61 a?os, ha concedido una entrevista al diario brit¨¢nico The Guardian con motivo de su vuelta al trabajo. Entre el 15 de febrero y el 16 de marzo, los espectadores podr¨¢n verla en directo y de cerca sobre los escenarios del Park Theatre de Londres, donde interpretar¨¢ a una de las protagonistas de la obra de teatro Hir. En su debut sobre las tablas brit¨¢nicas ser¨¢ Paige, la madre de una agitada familia: maltratada por su marido, que ha sufrido un derrame cerebral, su hijo mayor acaba de volver de luchar en Afganist¨¢n y su hijo menor, Max, ha dejado de ser su hija Maxine, y empieza a abrirse acerca de su transexualidad. Un papel intenso para volver a los escenarios. El creador de la obra, Taylor Mac, cuenta en la misma charla: ¡°Sus problemas personales est¨¢n del todo relacionados con los miedos que ten¨ªa y con cu¨¢nto quer¨ªa a sus hijos, y eso es exactamente por lo que pasa su personaje¡±.
Cuando es preguntada un cort¨¦s ¡°?qu¨¦ tal?¡±, Huffman responde: ¡°Estoy agradecida de estar aqu¨ª¡±, con cierta timidez. ¡°Pero, ?c¨®mo estoy? Imagino que todav¨ªa estoy proces¨¢ndolo¡±. Al ser cuestionada acerca de c¨®mo se siente sobre el esc¨¢ndalo del caso que la afect¨® hace cinco a?os, en el que se declar¨® culpable y por el que pas¨® 11 d¨ªas en la c¨¢rcel ¡ªfue condenada a 14, adem¨¢s de a 250 horas de servicios a la comunidad, a un a?o en libertad condicional y a una multa de 30.000 d¨®lares; se hicieron libros y documentales del asunto¡ª, afirma: ¡°?Te refieres a Varsity Blues [el nombre que le asign¨® la polic¨ªa al caso]? C¨®mo estoy es una pregunta algo enga?osa. Mientras que mis hijas est¨¦n bien y mi marido est¨¦ bien, imagino que estoy bien¡±.
La int¨¦rprete mantiene una relaci¨®n con el tambi¨¦n actor William H. Macy, que nunca estuvo imputado en la trama, desde principios de los a?os ochenta. Se casaron en 1997 y tienen dos hijas, Sophia, de 23 a?os, y Georgia, de 21. En marzo de 2019, se destap¨® una trama por la que m¨¢s de 50 padres, entre ellos grandes empresarios y personajes del mundo del entretenimiento como la actriz de Padres forzosos Lori Loughlin y la propia Huffman, pagaron a un intermediario y cerebro de la trama ¡ªRick Singer, que gan¨® m¨¢s de 25 millones de d¨®lares, unos 23 millones de euros, y que en enero de 2023 fue condenado a tres a?os y medio de c¨¢rcel¡ª para que falsificara los expedientes de sus hijos, arreglara ex¨¢menes o los colocara como atletas de ¨¦lite en alg¨²n club deportivo universitario y, as¨ª, pudieran acceder a algunos de los centros educativos m¨¢s exigentes de Estados Unidos. Huffman confes¨® su participaci¨®n y el pago de 15.000 d¨®lares para que se ama?ara el examen de acceso a la universidad de su hija mayor. Sophia no sab¨ªa que su madre hab¨ªa falsificado los resultados de la prueba de ingreso universitario y menos a¨²n que estaba inmersa en una trama corrupta. No pudo entrar en la universidad entonces, as¨ª que despu¨¦s repiti¨® el examen, logr¨® las calificaciones necesarias y ahora estudia Teatro en la Universidad Carnegie Mellon. ¡°S¨ª, cada vez que entro en una sala, eso est¨¢ ah¨ª. Lo hice. Es blanco sobre negro¡±, vuelve a reconocer Huffman en la entrevista con The Guardian.
Reconoce que desde entonces su vida no ha vuelto a ser la misma. Apenas ha trabajado, m¨¢s que en un cap¨ªtulo de la serie The Good Doctor el a?o pasado y en un podcast al que puso voz hace unos meses. ¡°Hice un episodio piloto para [una serie de la cadena de televisi¨®n] ABC hace poco y no sali¨® adelante. Ha sido duro. Es como si parte de tu vieja vida muriera y t¨² murieras con ella. Tengo mucha suerte de tener una familia y de tener amor y medios, as¨ª que he tenido un lugar en el que aterrizar¡±.
En la charla, la int¨¦rprete trata de no profundizar demasiado en la cuesti¨®n del caso Varsity Blues que la llev¨® a la c¨¢rcel, pero es inevitable que salga a la palestra por el gran impacto que ha tenido en su vida. Tambi¨¦n habla de que a d¨ªa de hoy no podr¨ªa interpretar el papel por el que estuvo cerca de ganar un Oscar hace casi 20 a?os, en 2006, el de una mujer transexual en Transam¨¦rica. ¡°No ser¨ªa capaz de hacerlo ahora¡±, reconoce. ¡°Creo que tenemos que hacer reflexionar al p¨²blico y eso implica incluir a todo el mundo. Durante mucho tiempo ha habido desigualdad y ahora el p¨¦ndulo debe oscilar hacia el otro lado. Pero espero que lleve a una situaci¨®n en la que todo el mundo pueda interpretar cualquier papel¡±.
Hasta ahora Huffman solo hab¨ªa hablado una vez del asunto. Fue en una entrevista en televisi¨®n con la cadena estadounidense ABC en diciembre, donde m¨¢s que acerca de c¨®mo se sent¨ªa, cont¨® los motivos que la hab¨ªan llevado a introducirse en esa red fraudulenta. ¡°Sent¨ª que ten¨ªa que darle a mi hija la posibilidad de tener un futuro. Era el futuro de mi hija... lo que significaba que deb¨ªa romper la ley¡±, explicaba entonces. ¡°Pens¨¦: ¡®Date la vuelta, no sigas, no sigas¡¯... pero para mi verg¨¹enza, no lo hice¡±, recordaba, explicando que cuando el cabecilla de la trama empez¨® a decirle que su hija no ten¨ªa posibilidades de entrar en la universidad y le mostr¨® ¡°el esquema criminal¡±, le pareci¨® ¡ª¡±y ya s¨¦ que parece una locura¡±, reconoc¨ªa¡ª que no le quedaba ninguna otra opci¨®n para darle un futuro a su hija y que ser¨ªa ¡°una mala madre¡± si no lo hac¨ªa. ¡°As¨ª que lo hice¡±, sentenciaba.
Cuando los agentes del FBI entraron en su casa a punta de pistola de madrugada y le pidieron que los acompa?ara, ella pensaba que era una broma. En esa primera entrevista, Huffman reconoci¨® que le deb¨ªa ¡°una disculpa a la comunidad acad¨¦mica y a los estudiantes y a las familias que se sacrificaron y trabajaron realmente duro para llegar hasta ah¨ª de forma leg¨ªtima¡±. Ahora, como hizo en su trabajo comunitario, est¨¢ colaborando con una asociaci¨®n llamada A New Way of Life, que ayuda a reinsertarse en la sociedad a mujeres que han pasado por la c¨¢rcel.
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