Jodie Foster y el trauma que desde hace 40 a?os le impide actuar en el teatro
La actriz siempre ha evitado pronunciarse sobre el acosador que dispar¨® a Ronald Reagan en 1981 con la intenci¨®n de impresionarla, hasta ahora. Entonces ten¨ªa 18 a?os, y el suceso la apart¨® el resto de su vida de los escenarios. ¡°El mundo se vino abajo, hab¨ªa gente del Servicio Secreto por todas partes, ten¨ªa guardaespaldas y me tuvieron que llevar a una casa de seguridad¡±
El 30 de marzo de 1981, 70 d¨ªas despu¨¦s de que Ronald Reagan asumiera la presidencia de Estados Unidos, un hombre llamado John Hinckley Jr. intent¨® asesinarlo. Fue a su salida de una conferencia en el Washington Hilton Hotel de Washington, y Reagan y otras tres personas resultaron heridas tras recibir disparos. Hinckley Jr. admiti¨® en su juicio que sus razones para el intento de magnicidio poco ten¨ªan que ver con la pol¨ªtica: estaba obsesionado con la actriz Jodie Foster despu¨¦s de verla interpretar a una prostituta adolescente en el cl¨¢sico de 1976 Taxi Driver. Tambi¨¦n admiti¨® que el intento de asesinato lo llev¨® a cabo con la esperanza de impresionar a Foster, afirmando que fue ¡°la mayor ofrenda de amor en la historia del mundo¡±. Para la actriz, que hoy tiene 61 a?os, esta supuesta ofrenda de amor lo ¨²nico que ha supuesto ha sido un trauma que ha acarreado durante m¨¢s de 40 a?os y que le impide actuar en el teatro. ¡°Finalmente, puedo admitir que la ¨²nica obra de teatro que hice fue cuando estaba en la universidad porque hab¨ªa mucho trauma involucrado. La obra sucedi¨® en dos fines de semana. Hice el primero y, entre el primero y el segundo, John Hinckley le dispar¨® al presidente¡±, relata ahora la int¨¦rprete en una entrevista con la actriz Jodie Comer para la revista Interview.
La actriz, protagonista de El silencio de los corderos o Nyad, nunca ha querido revivir este suceso en p¨²blico desde que sucedi¨®. De hecho, introdujo durante a?os unas cl¨¢usulas en sus entrevistas que vetaban cualquier referencia al tema. Han sido necesarias cuatro d¨¦cadas para que, por fin, se atreva a sincerarse sobre c¨®mo lo vivi¨® y lo que ha supuesto para ella. ¡°El mundo se vino abajo, hab¨ªa gente del Servicio Secreto por todas partes, ten¨ªa guardaespaldas y me tuvieron que llevar a una casa de seguridad¡±, detalla. ¡°Estaba en medio de estos dos fines de semana de esta obra, y tuve la tonta idea de ¡®el espect¨¢culo debe continuar¡¯. As¨ª que pens¨¦: ¡®Tengo que hacer ese segundo fin de semana¡±, explica en la entrevista. Sin embargo, Foster admite que durante ese segundo fin de semana se produjo un incidente aterrador que finalmente la traumatiz¨® lo suficiente como para renunciar al teatro de por vida.
Ese ¡°incidente bastante aterrador¡± le ocurri¨® cuando acababa de cumplir 18 a?os. As¨ª es como lo recuerda: ¡°Hab¨ªa gente por todas partes, c¨¢maras por todas partes, y hab¨ªa un tipo en la primera fila [del teatro], y me hab¨ªa dado cuenta de que era la segunda noche que hab¨ªa estado all¨ª, y decid¨ª gritar durante toda la obra: ¡®?Que te jodan, hijo de puta!¡¯. Simplemente, decid¨ª que iba a usar a este tipo. Y luego, al d¨ªa siguiente, se revel¨® que este tipo en particular ten¨ªa un arma, y la hab¨ªa tra¨ªdo a la actuaci¨®n, y luego estaba huyendo, y yo estaba en una clase, y el guardaespaldas vino y me tir¨® al suelo mientras estaba en la clase, lo cual fue realmente vergonzoso porque solo hab¨ªa 10 personas all¨ª. Fue un momento traum¨¢tico, y nunca he admitido que tal vez eso tenga algo que ver con el hecho de que nunca quise volver a hacer una obra de teatro¡±.
Foster admite que, en ¨²ltima instancia, se convenci¨® a s¨ª misma de amar el teatro e ir al teatro, pero de alguna manera sent¨ªa que no pod¨ªa comprometerse a actuar sobre el escenario de nuevo. Esa parte de su carrera qued¨® truncada por culpa de Hinckley Jr., que fue declarado no culpable por causa de locura y en junio de 1982 ingres¨® en el hospital psiqui¨¢trico de San Elizabeth en Washington ¨Dlo que se us¨® para llevar a cabo la Ley de Reforma de la Defensa por Demencia de 1984¨D. Tras a?os de sucesivos beneficios penitenciarios, Hinckley obtuvo la libertad vigilada en 2016. ¡°Fue un momento duro. Fue hace mucho tiempo. Probablemente, ni siquiera lo sepas, pero le dispar¨® para impresionarme, y me hab¨ªa escrito cartas, as¨ª que fue un momento decisivo en mi vida¡±, le cuenta Foster a su entrevistadora. Comer, que ha protagonizado obras de teatro tanto en el West End de Londres como en Broadway, le pregunta si la podr¨ªa ¡°convencer¡± para que volviera a subirse al escenario. ¡°Ser¨¦ la primera persona de 80 a?os en subir al escenario con mi andador, tal vez¡±, bromea Foster.
Ahora se han cumplido los dos a?os desde que Hinckley, que ya tiene 69 a?os ¨Dten¨ªa 25 cuando llev¨® a cabo el tiroteo¨D, finalmente alcanz¨® la libertad condicional en junio de 2022. A los pocos d¨ªas, habl¨® con la CBS en la que supuso su primera entrevista televisada. Expres¨® remordimiento por sus acciones y afirm¨® que no recuerda las emociones que ten¨ªa en el momento en que perpetr¨® el atentado. Tambi¨¦n dijo arrepentirse por todas las vidas afectadas por sus acciones y pidi¨® perd¨®n a su familia, a Reagan y a la familia de James Brady, el secretario de prensa de la Casa Blanca a quien una bala le alcanz¨® en la cabeza y le dej¨® parcialmente paralizado de por vida. Tambi¨¦n se disculp¨® con Foster. ¡°S¨¦ que probablemente ellos no me pueden perdonar ahora, pero solo quiero que sepan que me arrepiento de lo que hice¡±, admiti¨®. Cuando se le pregunt¨® qu¨¦ sentimientos lo llevaron a hacer lo que hizo, obvi¨® su fascinaci¨®n por la actriz y simplemente contest¨®: ¡°Eso es algo que yo no quiero recordar¡±. 43 a?os despu¨¦s, es ella quien se ha animado a recordar el incidente p¨²blicamente.
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