Las cuatro reinas de Andy Warhol (aunque solo una quiso serlo)
En 1985, el artista dese¨® retratar a las cuatro soberanas del momento como reflejo de la cultura de la fama: Isabel II, Margarita de Dinamarca, Ntombi de Suazilandia y Beatriz de Holanda, la ¨²nica que aprob¨® el proyecto. El museo del Palacio Het Loo expone las serigraf¨ªas hasta enero, antes de guardarlas debido a su fragilidad
Andy Warhol, el artista pl¨¢stico estadounidense pionero del arte pop, nunca conoci¨® a la reina Beatriz de los Pa¨ªses Bajos. Tampoco fue presentado a Isabel II del Reino Unido, Margarita de Dinamarca o Ntombi Twala, regente de Suazilandia (hoy Esuatini). Ello no fue obst¨¢culo, sin embargo, para que decidiese retratarlas en 1985 como reflejo de la cultura de la fama. Warhol trabaj¨® sobre fotos de las cuatro soberanas en ejercicio en el siglo XX para hacer una serie de serigraf¨ªas en colores brillantes. Ahora que ya no hay reinas en el trono, el museo del Palacio Het Loo, custodio de la historia de la Casa neerlandesa de Orange, y due?o de una serie completa de estas obras, las exhibe por ¨²ltima vez antes de guardarlas de nuevo debido a su fragilidad.
El proyecto de las Soberanas reinantes consta de una primera tanda de 16 retratos, cuatro por cada reina. Warhol hizo aqu¨ª una serie de 40 copias. De la segunda, llamada Edici¨®n Real, y tambi¨¦n con 16 retratos, realiz¨® 30 copias. En ambos casos, las caras est¨¢n tratadas con bloques abstractos de colores vivos que parecen superpuestos, pero est¨¢n impresos. Las joyas, el pelo o los ojos, aparecen resaltados con dibujos, y en la Edici¨®n Real a?adi¨® part¨ªculas de vidrio, ¡°polvo de diamantes¡±, que brillan con la luz. Intentaba abordar as¨ª la idea de una feminidad idealizada creada por los medios de comunicaci¨®n. Por otro lado, los colores chillones quieren reflejar su artificio y poder de atracci¨®n.
¡°Adquirimos las obras en 1986, poco despu¨¦s de su aparici¨®n, y somos el ¨²nico museo de Europa con esta edici¨®n completa¡±, explica en conversaci¨®n con EL PA?S Hanna Klarenbeek, conservadora de pinturas del museo del Palacio Het Loo, ubicado en la ciudad de Apeldoorn. ¡°Las serigraf¨ªas se dispersaron cuando tener un warhol se convirti¨® en un s¨ªmbolo de estatus¡±.
Situadas unas frente a otras en la sala de exposiciones, las reinas del pasado parecen observarse al tiempo que miran al espectador que las contempla. Cada una reaccion¨® de forma distinta a la petici¨®n de Warhol. La reina Beatriz ¨Dprincesa desde su abdicaci¨®n en 2013¨D fue informada del proyecto y le interes¨®. Escultora ella misma, fue la ¨²nica de las cuatro que dio su aprobaci¨®n siempre que pudiese ver antes una muestra. El modelo utilizado fue una instant¨¢nea tomada en 1980 por Max Koot, fot¨®grafo oficial de la familia real neerlandesa despu¨¦s de la II Guerra Mundial. Cuando la soberana se vio en el primer¨ªsimo plano trabajado por el artista fue sincera. Dijo: ¡°Podr¨ªa haber un poco menos de Beatriz y un poco m¨¢s de Warhol¡±. Preguntado si esta obra le parec¨ªa una obra maestra, ¨¦l fue ingenioso y educado. Declar¨®: ¡°La reina Beatriz lo es. Es la m¨¢s guapa de todas¡±. Una sonriente Beatriz recorr¨ªa este jueves 10 de octubre las salas de la exposici¨®n, que abri¨® al p¨²blico el 12 de octubre y se podr¨¢ visitar hasta el 1 de enero de 2025.
La serie estaba pensada para el mercado europeo. ¡°La idea se la propuso a Warhol su marchante en Europa, George Mulder, porque sab¨ªa que le interesaba mucho la realeza¡±, se?ala Klarenbeek. La buena disposici¨®n de la entonces reina Beatriz contrasta con la actitud que tuvo la reina Isabel II. En 1985, esta llevaba ya 35 a?os en el trono y su rostro era mundialmente conocido. Con el tiempo, los retratos que encarg¨® trataron de reflejarla m¨¢s all¨¢ de la pompa, y lleg¨® a aparecer con los ojos cerrados en una toma del artista canadiense Chris Levine. Pero en 1982, el talante era distinto, y el marchante Mulder escribi¨® al secretario privado de la soberana, Sir William Heseltine, pidiendo permiso para usar una imagen. ¡°Ella sab¨ªa que no pod¨ªa influir en un proyecto de esta clase y dijo que no pondr¨ªa obst¨¢culos, pero tampoco quer¨ªa responsabilidad alguna¡±, se?ala la conservadora.
La respuesta de la secretar¨ªa real daba por zanjado el asunto con un lenguaje tan correcto como punzante. ¡°Ni por asomo ofrecer¨¢ [la soberana] comentario alguno sobre esta idea¡±. Warhol us¨® un retrato oficial de Isabel II tomado por Peter Grugeon en el castillo de Windsor en 1975. De todos modos, a?os despu¨¦s ¡°la Colecci¨®n Real de la familia [la mayor del mundo en manos privadas] compr¨® cuatro de estos retratos de la Edici¨®n Real, y son los ¨²nicos que no fueron un encargo de la casa real brit¨¢nica; un detalle significativo¡±, apunta Klarenbeek.
La reina Margarita de Dinamarca, tambi¨¦n artista, tampoco quiso participar en los planes de Warhol: ¡°Le parec¨ªa que ejerc¨ªa una influencia negativa en la juventud con su estilo de vida, as¨ª que tuvo que usar la imagen de una foto de Estado reproducida en sellos¡±, detalla Klarenbeek. Ella es la ¨²nica de las cuatro soberanas que est¨¢ de perfil. Con la reina Ntombi Twala de Suazilandia, la negativa tuvo otro cariz. ¡°El Gobierno no quer¨ªa que un artista estadounidense ganase dinero con su retrato¡±. Como Warhol quer¨ªa tenerla en su serie y no hab¨ªa fotos oficiales, consigui¨® una imagen a trav¨¦s de un periodista del pa¨ªs. ¡°A?adi¨® unos adornos de cabeza a modo de corona que sobrepasaban la cultura del pa¨ªs, y quer¨ªamos que se recordara esta historia en la era de Instagram y de las fotos no deseadas¡±.
Andy Warhol falleci¨® en 1987, a la edad de 58 a?os, y sus cuatro reinas fueron uno de sus ¨²ltimos proyectos. En la pr¨®xima generaci¨®n de monarcas europeos habr¨¢ cinco mujeres: las actuales princesas Leonor de Asturias, Isabel de B¨¦lgica, Amalia de Pa¨ªses Bajos, Ingrid Alejandra de Noruega y Victoria de Suecia. Tal vez no lo sepan, pero las est¨¢ esperando otra, algo menos conocida. Es Nga Wai hono i te po Pak, de 27 a?os y nueva reina maor¨ª. Ha sucedido a su padre, el rey Tuheitia. Los maor¨ªes de Nueva Zelanda representan el 17% de la poblaci¨®n ¨Dcerca de un mill¨®n de personas¨D y est¨¢n en desventaja social y econ¨®mica. Nga Wai es el s¨ªmbolo de persistencia de su cultura.