03 de diciembre de 1999

Que me den las gracias. Me permito enviarles esta carta para exponerles los hechos ocurridos en una cabina telef¨®nica. Domingo 28 de noviembre, 13.15. Me dirijo a una cabina telef¨®nica situada en la plaza de Cristo Rey de Madrid a fin de efectuar una llamada telef¨®nica urgente a mi domicilio. Introduzco una moneda de 25 pesetas y marco el n¨²mero correspondiente. Me sale la se?al de comunicando. Cuelgo para volver a realizar la llamada, y el tel¨¦fono se traga mis cinco duros. Unos minutos despu¨¦s vuelvo a efectuar la misma operaci¨®n. El tel¨¦fono de mi domicilio sigue comunicando, y al colgar se traga otra moneda de 25 pesetas que hab¨ªa depositado. Tercera intentona pasados dos minutos. La historia se repite en todos sus pasos.Telef¨®nica vuelve a tragarse la ¨²ltima moneda de 25 pesetas que me quedaba. El resultado es que, sin lograr hablar con mi domicilio, Telef¨®nica me ha birlado 75 pesetas, y me pregunto si esta cantidad va a formar parte de las cifras astron¨®micas que van a percibir los directivos de Telef¨®nica por las famosas stock options. Si es as¨ª, espero que me den las gracias.- .