?ltimo 'round'
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?Estado de derroche?
La delegada de Salud ser¨¢ la responsable de la Junta en Ja¨¦n
El PSOE provincial pliega velas y apoya el nombramiento
Sanidade pagar¨¢ unos 11 millones por su salida del hospital de Buenos Aires
La fundaci¨®n que gestionaba la cl¨ªnica contin¨²a en proceso de liquidaci¨®n
35 a?os de vida a golpe de clic
Los mu?ecos de Playmobil fabricados en Onil siguen siendo juguetes para ni?os, pero objetos de coleccionismo para adultos
La feria Nagusi repasa la oferta de salud y ocio para mayores
Un 19,2% de la poblaci¨®n de Euskadi tiene m¨¢s de 65 a?os
Obama anuncia la salida total de Irak
Todos los soldados estadounidenses regresar¨¢n a EE UU antes de fin de a?o - "La guerra ha terminado tras nueve a?os", dice el presidente en la Casa Blanca
Las Malvela se pasan al directo
La poeta Mar¨ªa Magdalena y la Se?ora Carme participan en el cuarto disco, 'Raianas', de la agrupaci¨®n musical de la aldea de Sangui?eda
El Banco de Espa?a y el colapso de las cajas
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Gipuzkoa har¨¢ su reforma fiscal sin tocar por ahora el Impuesto de Sociedades
Prev¨¦ recaudar 75 millones con cambios en el IRPF, patrimonio y sucesiones
Un purgatorio en busca de autor
Alma de viejo rockero
"La paz sale muy cara porque algunos creen que se han hecho cesiones"
Triunfa la raz¨®n
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Encuentro con poetas bajo los bamb¨²es
Mercado de oto?o
"En la perversi¨®n del bien tambi¨¦n est¨¢ la maldad"
Guiones sanguinolentos
El Estado recupera el Guadalquivir
El Gobierno central y la Junta no encuentran una salida legal para mantener la cesi¨®n de competencias - Andaluc¨ªa convirti¨® el r¨ªo en un emblema de su Estatuto
Un conchazo
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Recuerdos ajenos
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Zanahorias y palos para el fin de ETA
El acoso policial y judicial se ha mezclado en la ¨²ltima d¨¦cada con los gestos de acercamiento del Gobierno a la banda Nada tuvo ¨¦xito durante a?os hasta que los etarras se vieron acorralados
Y conversaci¨®n
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"?No sab¨¦s que hay una crisis econ¨®mica terrible?". "?Qu¨¦ ser¨¢ el optimismo?
Catalu?a, S. A.
Luces y sombras del fin del IRA
Los terroristas norirlandeses tardaron cuatro a?os en pedir perd¨®n a las v¨ªctimas