Calabazas gigantes, nen¨²fares de Monet y arquitectura de Pritzker: as¨ª es Naoshima, la isla m¨¢s sofisticada de Jap¨®n
El arquitecto Tadao Ando es una presencia ineludible en este enclave que gira en torno al di¨¢logo entre el paisaje y el arte contempor¨¢neo
Tadao Ando (Osaka, Jap¨®n, 81 a?os) lleva participando como arquitecto en actividades desarrolladas en la isla de Naoshima desde 1989. Entonces supervis¨® la planificaci¨®n de un campamento internacional de verano impulsado por el editor de libros de texto Tetsuhiko Fukutake, mentor del proyecto Benesse Art Site Naoshima, que transform¨® esta isla de pescadores en uno de los museos al aire libre m¨¢s especiales y selectos del mundo. All¨ª implant¨® un ideal que luego seguir¨ªa su hijo Soichiro, y que se basa en dos m¨¢ximas: que ¡°la cultura y la ¨¦tica configuran un pa¨ªs¡± y ¡°la econom¨ªa es una servidora de la cultura¡±.
En 1992, Ando tuvo la idea de unir un museo y un hotel llamados Benesse House. Benesse, palabra de origen latino, significa ¡°vivir bien¡±, y el lugar al que nombra sigue siendo una puerta abierta a una filosof¨ªa de vida en la que confluyen arte, naturaleza, historia y arquitectura. Un espacio para ser apreciado con el cuerpo y con la mente. En 1995 (a?o en que recibi¨® el Premio Pritzker) se sum¨® la famosa casa Oval, a la que solo se puede acceder si se pernocta en ella. En 1999, en el distrito de Honomura y en colaboraci¨®n con James Turrell, cre¨® Minamidera, un edificio pensado para acomodar el tama?o de las obras de Turrell. Minamidera (literalmente ¡°templo del sur¡±) preserva la idea de que los templos que aqu¨ª se erig¨ªan eran un apoyo emocional para el pueblo.
La arquitectura de Ando sigui¨® desempe?ando un papel central en el desarrollo del proyecto art¨ªstico de Naoshima en el siglo XXI. En 2004 complet¨® el Chichu Art Museum, en 2006 la casa Benesse Park Beach y en 2010 el Lee Ufan Museum. Sus edificios parecen haber surgido org¨¢nicamente uno a uno y el respeto por el entorno es llevado al extremo. En 2014, en el mismo distrito de Honmura, entre casas tradicionales construidas 100 a?os, Ando apost¨® por conservar y modificar una antigua casa de madera y el muro que la rodea para instalar su propio Museo. El Museo Ando llena as¨ª de nueva vida la estructura original a trav¨¦s de su interior de hormig¨®n. El espacio expositivo, que combina lo antiguo y lo nuevo, la madera y el hormig¨®n, la claridad y la oscuridad, es buen lugar para, entre dioramas como la maqueta de su famosa Iglesia de la Luz y esbozos trazados en servilletas y papeles, entender el pensamiento de un arquitecto de formaci¨®n autodidacta que so?¨® con un edificio invisible en el que los nuevos elementos arquitect¨®nicos se implantaran dentro de la minka (casa tradicional japonesa) y la tierra existentes. ¡°Cuando un edificio no se puede ver¡±, escribi¨® Ando, ¡°la calidad de su espacio se convierte en lo ¨²nico importante. Me complacer¨¢ que los visitantes puedan percibir en este modesto edificio la esencia de lo que yo considero arquitectura¡±.
Sin duda, el mejor ejemplo para comprobar esa idea de la arquitectura es Chichu Art Museum, que no por casualidad significa ¡°bajo tierra¡±. Ando tuvo la intenci¨®n de proyectar un edificio sin exterior para preservar al m¨¢ximo el paisaje. Sigue siendo una de las visitas m¨¢s emocionantes. Aqu¨ª se percibe la raz¨®n por la que existe esta maravilla: Monet y sus nen¨²fares, porque Fukutake quiso crear para ese cuadro fundacional en su colecci¨®n, Water-Lili Pond, el mejor espacio posible.
La directora de comunicaci¨®n Yukari Stenlund cuenta que la adquisici¨®n de esta obra inspir¨® el Museo de Arte Chichu. ¡°Para ofrecer una mejor comprensi¨®n de la gran obra decorativa de Monet desde una perspectiva contempor¨¢nea, seleccionamos como acompa?antes a los artistas de land art Walter di Maria y James Turrell¡±, explica. ¡°La escala de su trabajo es comparable a la de Monet, y las obras que produjeron para este museo ocupan salas enteras. Los tres toman ideas a las que han llegado a trav¨¦s de una interpretaci¨®n de la naturaleza y las traducen en arte¡±.
Nada m¨¢s cierto. La convivencia de las obras de Monet junto a las de Turrell (Afrum, Pale Blue; Open Field y Open Sky) y la instalaci¨®n de Di Maria Seen / Unseen Known/ Unknown configuran una experiencia art¨ªstica luminosa en el sentido literal del t¨¦rmino, pues todas ellas tratan de transformar la naturaleza en color, vac¨ªo o luz, as¨ª como de objetivar esta ¨²ltima, de mostrarla.
El suelo del Espacio Monet es de m¨¢rmol blanco procedente de las legendarias canteras de Carrara, la regi¨®n italiana que tambi¨¦n suministr¨® el material a Miguel ?ngel y a los grandes escultores del Barroco. Cortadas en cubos de dos cent¨ªmetros, hay unas 700.000 piezas incrustadas en el suelo. Monet utiliz¨® el estanque de nen¨²fares como espejo, representando el reflejo de los ¨¢rboles circundantes en la superficie del agua, y desde esta sala uno consigue teletransportarse a Giverny para, ante semejante paisaje acu¨¢tico, dar una vez m¨¢s la raz¨®n al cr¨ªtico que dijo hace m¨¢s de un siglo ¡°No m¨¢s tierra, no m¨¢s cielo, un ahora sin l¨ªmites¡±.
Ll¨¤tzer Moix, en su libro Palabra de Pritzker, introduc¨ªa su conversaci¨®n con Tadao Ando recordando los logros de Naoshima, ¡°donde despleg¨® una envidiable madurez creativa mediante un ejercicio arquitect¨®nico de esencialidad e integraci¨®n en la naturaleza¡±. En Chichu Art Museum se percibe c¨®mo Tadao Ando no ha dejado nunca de pensar en la geometr¨ªa, en sus formas simples, considerando las relaciones entre estas figuras. Todo remite a formas elementales: cuadrados, c¨ªrculos, tri¨¢ngulos. Su material favorito, como siempre, es el hormig¨®n, pulido hasta conseguir una textura suave y pura. A ese material se le suma otro: la luz, generadora de claridad, de sombras, de vibraciones y de atm¨®sferas.
Su reciente Valley Gallery probablemente sea el edificio que mejor se envuelve del entorno y para cuya ambientaci¨®n Tadao Ando lleg¨® a seleccionar incluso las especies de flores y plantas. Tiene algo de santuario. Se trata de una estructura a lo largo de un valle conectada impecablemente con el espacio que la rodea, generando una experiencia conjunta para el viajero, que asume irremediablemente la hermandad entre paisaje y arquitectura y el cambio que el paso de las estaciones provoca en ellos . Ando explic¨®: ¡°Intent¨¦ crear un espacio que tuviera la fuerza del cristal, a pesar de que sea peque?o¡±.
Cuenta Yukari Stenlund: ¡°La arquitectura presenta lados planos en forma de trapecio, un ¨¢ngulo de 30 grados para adaptarse a la forma del valle, una estructura de doble pared y techos de hierro con hendiduras y muescas. Aunque el espacio interior de la galer¨ªa es introspectivo, la estructura est¨¢ medio abierta al exterior, como las galer¨ªas costeras de la playa, lo que nos permite sentir directamente los movimientos de las energ¨ªas naturales, como la luz del sol y el viento¡±.
Tanto en el interior como en el exterior de la galer¨ªa se ha instalado Narcissus Garden, obra monumental que Yayoi Kusama expuso por vez primera en el patio de c¨¦sped de los Giardini della Biennale de Venecia en 1996. La sucesi¨®n de bolas de espejos reflectantes revelan el paisaje circundantes y el visitante siente que se une a la naturaleza y pudiera expandirse en ella infinitamente. Es una instalaci¨®n con presencia en el interior, en el exterior y en el agua del jard¨ªn. Yayoi Kusama es la artista culpable de las dos calabazas m¨¢s famosas de la isla, las instaladas en el puerto de Ninayoura y en la playa de Gotanji, tan requeridas ambas por un turismo respetuoso, entregado y discreto.
En el interior del Bennese Art Museum, Yukari Stenlund que explica que este emblem¨¢tico edificio de Ando es lo contrario de un museo. ¡°Para empezar, no hay luz artificial y s¨ª ventanas enormes, ?d¨®nde has visto un museo que aproveche tanto la luz del sol?... esas bombillas que ves se instalaron luego, cuando se decidi¨® que los residentes en el hotel tuvieran las puertas abiertas del museo durante toda la noche. No hay escaleras¡±, a?ade, ¡°solo rampas, para apreciar las obras sin distracciones¡±. Stenlund muestra con mucho inter¨¦s parte de la colecci¨®n permanente, en la que se incluyen figuras como Richard Long, ¡°alguien que va a la naturaleza a buscar los materiales¡±, el chino Wang Guany, el sutil y combativo Chang Xiaogang y el multimedia Bruce Nauman.
En su despacho, la responsable de comunicaci¨®n muestra el dise?o del logo original del museo a cargo del dise?ador e ilustrador Shin Matsunaga y recuerda que ¡°esta era una isla del mar interior de Seto a la que no ven¨ªa nadie y de la que se iban todos los j¨®venes que pod¨ªan a pesar de gozar de una refiner¨ªa muy rentable. El proyecto de Fukutake transform¨® el paisaje, la mentalidad, la econom¨ªa y el flujo migratorio¡±.
Por si no hubiera quedado clara la capacidad de Ando para generar atm¨®sferas ¨²nicas, conviene acudir a la reciente ampliaci¨®n de la Beach House o Benesse House Area, que ha dado lugar, en 2022, a la Hiroshi Sugimoto Gallery, donde se ha instalado la exposici¨®n permanente Time Corridors de este escultor y fot¨®grafo afincado en Nueva York que se inici¨® fotografiando interiores de cines y que hoy en d¨ªa es uno de los grandes creadores de horizontes fotogr¨¢ficos. El edificio fue renovado por el Laboratorio de Investigaci¨®n de Nuevos Materiales, dirigido por el propio Hiroshi Sugimoto. Los visitantes pueden tomar un t¨¦ matcha alrededor de la mesa ¡°Tres ¨¢rboles divinos¡± creada especialmente para el edificio mientras admiran, tras el cristal, una de las obras cumbres de Sugimoto: la Casa de t¨¦ de cristal ¡®Mondrian¡¯ cuyo traslado ha sido reciente y de car¨¢cter definitivo.
Aun as¨ª, no es Ando todo lo que reluce en Naoshima. Arquitectas como Kazuyo Sejima del estudio Sanaa han dejado su huella estos ¨²ltimos a?os en una isla cuya misi¨®n parece que sea serenar los esp¨ªritus de quienes la visitan. Con el turismo como principal fuente econ¨®mica, los desplazamientos en ferry se incrementaron hasta el punto de ser necesaria la construcci¨®n de una terminal que centralizara los accesos por v¨ªa mar¨ªtima y mejorase el flujo con el puerto de Tamano, en Okayama. El lugar elegido para su ubicaci¨®n fue el puerto de Miyanoura. Sanaa, el estudio fundado por Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, ha concebido una delgada cubierta de chapa met¨¢lica dispuesta sobre la amplia explanada del muelle de embarque generando un volumen liviano de una sola planta que alberga en su interior, envuelto de vidrio, las instalaciones de la terminal: vest¨ªbulo, tiendas de souvenirs, oficina de atenci¨®n al p¨²blico y venta de billetes, sala de espera abierta a la d¨¢rsena y zona de aparcamiento. Fieles a su idea de buscar una arquitectura que pueda evolucionar con su contexto, la ligereza del volumen se deriva del adelgazamiento de la cubierta ¡ªapenas 15 cent¨ªmetros de espesor ¡ª y la intenci¨®n fue crear un punto de referencia para aut¨®ctonos y viajeros.
No hay terminal de ferry m¨¢s sencilla y m¨¢s c¨®moda. M¨¢s divertido e igual de ligero resulta el parking de bicicletas que el mismo estudio ha erigido en el puerto de Honmura, donde unas ingr¨¢vidas burbujas, unas nubes, permiten al viajero resguardarse en su interior. La creatividad y originalidad de la pieza ha logrado posicionarla como un nuevo atractivo en la isla del arte. A las cinco de la tarde, cuando se va el ¨²ltimo ferry hacia Tamano, el silencio es si cabe m¨¢s generoso y extiende sus invisibles redes entre la brisa del atardecer y las playas, que se revelan como puntos de fuga muy apropiados para probar la especialidad de la isla: el helado de sal. S¨ª, de sal secada al sol made in Naoshima, francamente a la altura del paisaje.
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