Nueva York no ama el nuevo logo de ¡®We??NYC¡¯

Los neoyorquinos son muy pasionales cuando les tocan lo suyo. No hay nada que los motive m¨¢s que levantarse como si fueran la diminuta aldea gala de Ast¨¦rix y Ob¨¦lix contra el Imperio Romano cuando alguien pretende modificar alguno de sus emblemas. Y cuando se trata de algo tan ic¨®nico, atemporal y personal como el logotipo I ?? NY creado por Milton Glaser en 1977, posiblemente la marca m¨¢s reconocible y copiada del mundo, las reacciones pueden ser furibundas. Glaser no ha vivido par...

Los neoyorquinos son muy pasionales cuando les tocan lo suyo. No hay nada que los motive m¨¢s que levantarse como si fueran la diminuta aldea gala de Ast¨¦rix y Ob¨¦lix contra el Imperio Romano cuando alguien pretende modificar alguno de sus emblemas. Y cuando se trata de algo tan ic¨®nico, atemporal y personal como el logotipo I ?? NY creado por Milton Glaser en 1977, posiblemente la marca m¨¢s reconocible y copiada del mundo, las reacciones pueden ser furibundas. Glaser no ha vivido para verlo: falleci¨® en 2020.

Eso es lo que ha sucedido esta semana despu¨¦s de que el alcalde la ciudad, Eric Adams, y la gobernadora del Estado, Kathy Hochul, desvelaran su nueva campa?a publicitaria con una reinvenci¨®n del famoso logo llamada We ?? NYC. Es parte de una campa?a de reactivaci¨®n del turismo despu¨¦s de la pandemia. ¡°Es literalmente el peor dise?o que he visto en mi vida¡±, sentenciaba un usuario de Twitter, donde se multiplicaron los memes. ¡°Si va a haber un mot¨ªn en Nueva York, ser¨¢ por esto¡±, escribi¨® otro, ironizando con los rumores sobre un posible arresto inminente de Donald Trump que no han perturbado la paz de la ciudad, a pesar de las llamadas a las protestas del expresidente. ¡°No te metas con la perfecci¨®n¡±, tuite¨® otro junto a una imagen del logotipo original.

La campa?a de We ?? NYC fue lanzada el lunes por Partnership for New York City, el grupo de defensa del comercio local fundado por el inversor David Rockefeller en 1979, con el objetivo de involucrar a los neoyorquinos de los cinco distritos y alentarlos a apoyar a su ciudad. No tiene la intenci¨®n, dicen desde la organizaci¨®n, de reemplazar los esfuerzos de marketing tur¨ªstico que inspir¨® la marca I ?? NY.

No es la primera vez que alguien intenta intervenir este cl¨¢sico. Ya lo hizo el propio Glaser tras los ataques terroristas del 11-S de 2001 contra las Torres Gemelas con un I ?? NY more than ever (Amo Nueva York m¨¢s que nunca). En agosto de 2021, el Ayuntamiento del exalcalde Bill de Blasio organiz¨® We Love NYC: The Homecoming Concert (Amamos NYC: el concierto de regreso a casa), un megashow musical en Central Park para despedir la pandemia. Nadie se quej¨® entonces.

El sentimiento ahora es diferente. La ciudad se encuentra en plena liberaci¨®n postraum¨¢tica y nadie quiere o¨ªr hablar de ese ¡°pesimismo¡± sobre el futuro que pretende contrarrestar la campa?a, seg¨²n palabras del alcalde. Si Glaser cre¨® el logo para promocionar el turismo en un momento en el que la ciudad estaba devastada por las deudas y el desempleo, ahora la urbe est¨¢ en pleno despliegue de su famosa resiliencia, a pesar de los altos precios del alquiler y la inflaci¨®n.

Desde la campa?a se lo han tomado con humor. Los creativos han reaccionado r¨¢pido con un gran anuncio en las pantallas de Times Square dirigido a sus detractores. ¡°Amamos a los cr¨ªticos, incluso si no les gusta nuestro logo¡±. Ya saben aquello que dec¨ªa el escritor Oscar Wilde de que hablen de uno aunque sea mal.

¡°NO estamos reemplazando el cl¨¢sico logotipo¡±, insiste en may¨²sculas el dise?ador Graham Clifford a ICON Design. ¡°Quer¨ªamos rendir homenaje al viejo logo y, como se puede imaginar, fue un delicado acto de equilibrio¡±, reconoce. La elecci¨®n de la nueva fuente que sustituye a la letra mecanogr¨¢fica de Glaser est¨¢ inspirada en la tipograf¨ªa de las se?ales del metro neoyorquino. El nuevo coraz¨®n abandona el estilo plano del original para darle una nueva dimensi¨®n con el objetivo de adaptarse a la idea de ¡°usar emojis como parte del lenguaje gr¨¢fico¡±, explica su autor.

Es precisamente ese nuevo aspecto adaptado al ojo de las redes sociales lo que chirr¨ªa a los expertos. ¡°Me da la impresi¨®n que no va a durar mucho, es como un TikTok en versi¨®n branding¡±, explica el dise?ador gr¨¢fico espa?ol Pablo Delcan, que lleva m¨¢s de 15 a?os afincado en la ciudad y publica sus trabajos en medios como The New York Times, New York Magazine o The New Yorker.

El nuevo logo en versi¨®n digital va sustituyendo el coraz¨®n con emojis de s¨ªmbolos locales como un perrito caliente, el Empire State o una gorra de los Yankees. ¡°El de Milton sobrevivi¨® al tiempo por ser bello e ic¨®nico. No por la campa?a que ten¨ªa detr¨¢s, sino por el poder del dise?o en s¨ª¡±, a?ade Delcan, que recuerda que en los setenta se escuchaba m¨¢s a los dise?adores sin la intervenci¨®n de las grandes maquinarias de marketing que rodean ahora al arte gr¨¢fico.

M¨¢s duro es Steven Heller, dise?ador gr¨¢fico durante 30 a?os de The New York Times, cr¨ªtico y profesor universitario, que recuerda c¨®mo la creaci¨®n de Glaser, esbozada en una servilleta de papel en la parte trasera de un taxi, ¡°conmovi¨®¡± por su capacidad de capturar las aspiraciones de los neoyorquinos de ¡°una manera tan rara y poderosa¡± que incluso existiendo innumerables copias contin¨²a teniendo significado.

Heller considera que el nuevo logo es una ¡°mala imitaci¨®n¡± que carece de ¡°los matices y la frescura¡± del original, intoxicado por la tendencia a adaptar los dise?os al ef¨ªmero entorno digital. ¡°El coraz¨®n es m¨¢s un emoji clich¨¦ que algo sincero¡±, apunta, tras interpretarlo como una se?al de pu?o alzado contra alguna amenaza, en lugar de una llamada a la bienvenida. Este nativo de 72 a?os ¡ªcuyo hijo es Nicolas Heller, m¨¢s conocido como @newyorknico, por su cuenta de Instagram con m¨¢s de un mill¨®n de seguidores donde apoya a los peque?os negocios y descubre a los personajes m¨¢s curiosos de la ciudad¡ª manda un ¨²ltimo mensaje de aliento envenenado para sus creadores. ¡°Les deseo lo mejor, pero que aprendan que un cl¨¢sico no se puede mejorar sin perder la lealtad de quienes est¨¢n representados por ¨¦l¡±.

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