Evru, el artista al que el franquismo intern¨® en un psiqui¨¢trico: ¡°Cuando sal¨ª perd¨ª la esperanza en los estados naci¨®n, por eso cre¨¦ el m¨ªo: Evrugo Mental State¡±
Evru, antes conocido como Zush, presentar¨¢ su pr¨®xima exposici¨®n, ¡®Zush. Obras 1970-1988¡ä, este s¨¢bado en la galer¨ªa Maisterravalbuena de Madrid. All¨ª podr¨¢n verse quince de sus obras y cuatro libros realizados en esos a?os
¡°Puede que aqu¨ª en Catalu?a haya un debate sobre el independentismo, pero yo llevo siendo independiente desde 1968¡å, dice Evru, o ¨Csi nos ajustamos a lo que indica su DNI espa?ol- Alberto Porta Mu?oz (Barcelona, 77 a?os). No bromea: hace m¨¢s de medio siglo decidi¨® crear su propio estado, al que llam¨® Evrugo Mental State, del que es ciudadano ¨²nico. Cuando este periodista quiere confirmar que en la actualidad vive en Barcelona, Evru puntualiza: ¡°Realmente vivo en Evrugo Mental State, aunque f¨ªsicamente est¨¦ en Barcelona¡±. Evru, uno de los artistas contempor¨¢neos espa?oles m¨¢s originales y f¨¦rtiles, prepara su pr¨®xima exposici¨®n, Zush. Obras 1970-1988, que se inaugurar¨¢ el 25 de noviembre en la galer¨ªa Maisterravalbuena de Madrid, con unas quince obras y cuatro libros realizados en esos a?os.
Zush fue otro de sus nombres antes de autodenominarse Evru. ¡°Zush¡± es una palabra que escuch¨® a un paciente en la instituci¨®n psiqui¨¢trica en la que de joven fue internado durante tres meses: ¡±Me intern¨® el sistema franquista porque era hippy y fumaba marihuana¡±. Al salir decidi¨® rebautizarse con ella. ¡°A ra¨ªz de ese internamiento la gente piensa que estoy loco, pero no estoy m¨¢s loco que cualquier otro. Cuando sal¨ª del psiqui¨¢trico me fui a vivir a Ibiza y le dije a todo el mundo que me llamaba Zush. Despu¨¦s, como perd¨ª la esperanza en los estados naci¨®n, cre¨¦ el m¨ªo, Evrugo Mental State, y por eso mi nombre actual es Evru, que son sus cuatro primeras letras. Una vez me preguntaron si me volver¨¦ a cambiar de nombre y dije que no, pero quiero que en mi tumba pongan ¡°Go¡± (¡°irse¡± o ¡°vete¡± en ingl¨¦s), que son las otras dos letras que quedan.
?Y por qu¨¦ necesitaba un estado propio? Es una manera de pensar, un state of mind [estado mental]. T¨² tambi¨¦n tienes tu propio estado. Si yo me acercara mucho a ti entrar¨ªa en tu territorio personal, y desde ¨¦l podr¨ªas aceptarme o rechazarme, como hace un animal. Pues esto es igual. Todos tenemos esta necesidad de territorio individual.
Incluso tiene su propia bandera, que representa un ojo dentro de un cerebro. ?Por qu¨¦? Todos los estados tienen un ideal y el m¨ªo es tener las cosas claras, eso representa. Mi estado tiene bandera, pasaporte y moneda, porque para demostrar que tienes un estado debes utilizar s¨ªmbolos de estado. Por lo dem¨¢s, yo no necesito bandera ni pasaporte.
Tambi¨¦n ide¨® su propio alfabeto, que denomin¨® Asura, y a veces lo utiliza en su obra art¨ªstica. Al no ser comprensible para el espectador, su lectura no condiciona la obra, algo que para Evru es de vital importancia: ¡°As¨ª tengo la libertad de escribir lo que me d¨¦ la gana. A veces tambi¨¦n hago una especie de escritura autom¨¢tica, y ni yo soy capaz de traducir lo que he escrito¡±.
Se le ha asociado con el arte pop, una etiqueta que utiliz¨® en sus inicios para conseguir que el galerista Ren¨¦ Metras, de Barcelona, se interesara por su trabajo y decidiera exponerlo: ¡°Yo solo ten¨ªa 16 a?os, y le¨ªa la revista Life, que compraba mi padre, donde ve¨ªa las obras de gente como Claes Oldenburg y los artistas pop ingleses, que me impresionaban mucho. Como aqu¨ª era a¨²n una corriente muy desconocida, ¡®pop¡¯ fue como una palabra m¨¢gica para que Metras me expusiera, aunque yo no lo era en realidad¡±. Tambi¨¦n se ha se?alado su afinidad con el surrealismo y el dad¨¢, unas asociaciones que no parecen disgustarle, aunque por principios rehuya toda clasificaci¨®n: ¡°Las buenas obras de arte no se puede clasificar con un estilo, porque engloban muchos en una sola, como ocurre con mi favorita de la historia del arte, El jard¨ªn de las delicias, de El Bosco. Ese mi ideal. No quiere decir que siempre lo consiga, pero en algunas obras s¨ª¡±.
Su obra es variada y proteica, pero hay elementos, como un peculiar tratamiento de lo biomorfo, y de la relaci¨®n entre mente y cuerpo, que casi siempre aparece en ella. ¡°Se me ha criticado que como artista no tengo un estilo definido, pero es que yo soy muchos artistas en uno¡±, alega. ¡°Todos somos as¨ª. Todos somos buenos y malos, est¨²pidos y listos, torpes y h¨¢biles, tenemos varias personalidades, y yo dejo que eso aparezca en el arte. Incluso dentro de un mismo a?o hago cosas contradictorias entre s¨ª¡±. En el cat¨¢logo de La campanada, la exposici¨®n individual que el Museo Reina Sof¨ªa le dedic¨® en 2000, el escritor y profesor universitario Antonio Monegal se aventuraba a definir su visi¨®n como ¡°materialista, anclada en la m¨ªstica del cuerpo y en el culto al sexo¡±. ¡°S¨ª, uno de los artistas que soy es ese que dec¨ªa Monegal¡±, admite. ¡°En esta exposici¨®n que presento ahora hay una obra que es incluso pornogr¨¢fica, una que hice en Ibiza¡± [se trata de Zucking, de 1975, que representa una penetraci¨®n].
En Ibiza vivi¨® entre 1968 y 1986, los ¨²ltimos ocho a?os alternando sus estancias all¨ª con Nueva York, donde pasaba los inviernos. Y despu¨¦s dej¨® la isla balear para quedarse en Nueva York, en alternancia con Barcelona. La primera vez que viaj¨® a los Estados Unidos fue en 1975, el mismo d¨ªa en que muri¨® Franco. ¡°Eleg¨ª ese d¨ªa porque hab¨ªa eclipse lunar, hasta ped¨ª un asiento de ventanilla en el avi¨®n para poder verlo¡±, recuerda. ¡°Estoy convencido de que a Franco lo desenchufaron la noche del eclipse para hacerlo todo m¨¢s hist¨®rico¡±.
Hab¨ªa obtenido una beca de la Fundaci¨®n Juan March para trabajar sobre las holograf¨ªas, pero una vez all¨ª cambi¨® de opini¨®n: ¡°Me di cuenta de que la holograf¨ªa era una estupidez, porque consist¨ªa en hacer algo que ya tienes, pero repetido en 3D. As¨ª que intent¨¦ generar una pistola para pintar directamente en 3D, pero resultaba car¨ªsimo y no se pod¨ªa hacer. Entonces supe que los ordenadores eran lo que realmente iba cambiar el mundo de la imagen. Me obsesion¨¦ con ellos, y he hecho muchas cosas digitales. Incluso algunas obras que est¨¢n hechas a mano las dise?¨¦ originalmente en ordenador¡±.
?Y qu¨¦ le parece la inteligencia artificial? Es parte de la realidad del ser humano. Hace a?os en ARCO me preguntaron c¨®mo ser¨¢ el arte del futuro, y dije que ser¨ªa una inteligencia artificial que generar¨ªa im¨¢genes como un artista m¨¢s. Y as¨ª ha sido.
En los a?os setenta y ochenta su trabajo se internacionaliz¨® de la mano del hist¨®rico galerista Fernando Vijande, su amigo y mentor, gracias a quien particip¨® en la Documenta de Kassel de 1977. La exposici¨®n de Maisterravalbuena incluir¨¢ la primera obra que expuso con Vijande (un pene en erecci¨®n, para la muestra de 1971 Eros, de la galer¨ªa Vandr¨¦s), y tambi¨¦n un homenaje p¨®stumo a trav¨¦s de un tr¨ªptico en el que se representa el cad¨¢ver del galerista. Vijande tambi¨¦n consigui¨® que se le incluyera en la exposici¨®n New Images from Spain del museo Guggenheim de Nueva York en 1980. Al tiempo, la galer¨ªa neoyorquina Phyllis Kind comenzaba a representarlo en los Estados Unidos.
Incluso ha colaborado con el m¨²sico Peter Gabriel, con el que hizo un CD, un videoclip y el dise?o de la portada de un disco, Eve, de 1996. ?C¨®mo lleg¨® Peter Gabriel hasta usted? En la gira que ahora est¨¢ haciendo Peter Gabriel tambi¨¦n aparecen im¨¢genes m¨ªas en unas pantallas. Yo particip¨¦ en la exposici¨®n colectiva Magiciens de la Terre (1989) en el Centre Pompidou de Par¨ªs, y all¨ª ¨¦l descubri¨® mi obra, que le encant¨®, as¨ª que vino a verme a Barcelona y nos hicimos amigos. Lo veo como un hermano. Incluso nos parecemos f¨ªsicamente.
?En qu¨¦ trabaja actualmente? Yo no trabajo, prefiero decir que ¡°trasubo¡±, de subir. Trabajar es irte para abajo, que es lo que hace un minero, pobre.
?Y en qu¨¦ est¨¢? Estoy dibujando unos personajes alargados con una cabeza muy grande. Llevo cinco a?os con ellos, y el galerista se desespera porque no hago cosas m¨¢s grandes, en color. Pero hay d¨ªas que no hago nada, no escucho ni m¨²sica. Soy como un monje, y tengo la suerte de estar en un estudio muy silencioso. Tengo pareja, pero solo nos vemos los fines de semana. Y no todos: muchos tampoco nos vemos.
Se habla de usted como de un artista exc¨¦ntrico. ?Acepta de buen grado el t¨¦rmino? Me gusta lo de exc¨¦ntrico, que implica no estar en el centro, o poder salir de ¨¦l. Estoy encantado de ser exc¨¦ntrico. Siempre que cuando quiera pueda volver al centro, claro.
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