¡°Construir un imposible¡±: la iglesia granadina costeada con los ahorros de sus fieles
La arquitecta Elisa Valero firma la parroquia del Esp¨ªritu Santo con un dise?o minimalista de aires industriales y un juego ¨®ptico que transforma la luz solar en una trama multicolor que se proyecta en las paredes blancas
Espacio y luz. Son las dos palabras que resumen el edificio de la parroquia del Esp¨ªritu Santo, en el barrio de Almanj¨¢yar (Granada), ejemplo de c¨®mo abordar la arquitectura religiosa desde el lenguaje contempor¨¢neo. De aires industriales y minimalistas, est¨¢ construida a base de bloques prefabricados de hormig¨®n para olvidarse de todo lo que no sea esencial. El aspecto m¨¢s singular de este edificio son sus siete lucernarios a modo de vidrieras en la cubierta, por los que se cuela una lluvia de luces que colorean el interior. Hasta disfrutarla, sus fieles ¨Cque financian la obra¨C han tenido que tirar de paciencia: desde que se ide¨® hasta que se inaugur¨® a finales de 2023 pasaron 16 a?os. ¡°Construir un imposible nos ha llevado mucho tiempo¡± se?ala la arquitecta que la firma, Elisa Valero, tambi¨¦n catedr¨¢tica de la Universidad de Granada. ¡°La espera ha merecido la pena. Se ha convertido en el punto de referencia de la barriada, es sede de mucha actividad social y ha generado identidad¡±, a?ade el p¨¢rroco Juan Jes¨²s Gea.
La historia de esta iglesia arranca en 2007. Los feligreses ten¨ªan entonces su parroquia distribuida en cinco bajos comerciales alquilados. En uno de ellos se celebraban las misas. Hab¨ªa un retablo construido a base de telas, un sencillo altar y una peque?a pila bautismal. Sillas de sala de espera sanitaria ejerc¨ªan de bancos. En la comunidad hab¨ªa una persona del equipo del estudio de la arquitecta Elisa Valero, que decidi¨® presentar proyecto. La idea inicial qued¨® en nada, pero todo aquel movimiento hizo que el arzobispado de Granada asumiera la iniciativa. Lanz¨® un concurso p¨²blico. Y lo hizo con limitaciones presupuestarias: mill¨®n y medio de euros, IVA incluido.
Valero se adapt¨® y gan¨® con una propuesta que convenci¨® por su dise?o y su valores. La arquitecta dibuj¨® un edificio sobrio con siete picos inspirados en las siete cumbres de los montes Alayos, representativa cadena monta?osa de Sierra Nevada, ubicada frente a la capital granadina. Desde el interior, esos dientes se convert¨ªan en siete lucernarios a modo de los siete dones del Esp¨ªritu Santo: sabidur¨ªa, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Para adaptarse a las circunstancias econ¨®micas, pero tambi¨¦n por cuestiones ¨¦ticas (¡°no es el lugar para otro tipo de materiales¡±) la construcci¨®n se ide¨® de la forma m¨¢s barata: a partir de piezas de hormig¨®n armado prefabricado, como las naves industriales. El suelo se inclina hacia el altar. Valero siempre defendi¨® construir a lo grande. Por un lado, por la gran masa social que sostiene a esta iglesia. Por otro, porque se ubica junto a una de las avenidas m¨¢s amplias de Granada, la de Joaqu¨ªn Eguaras. ¡°Ah¨ª no pod¨ªamos hacer algo peque?o y rid¨ªculo¡±, destaca.
Una espera de 16 a?os
La primera piedra no se coloc¨® hasta 2015. Y la inauguraci¨®n tuvo lugar el 2 de septiembre de 2023, en una jornada donde el vecindario llen¨® el templo. M¨¢s all¨¢ del apoyo del Arzobispado de Granada, ha sido la propia comunidad la que ha impulsado la financiaci¨®n. Muchos vecinos a¨²n pagan diez euros mensuales para echar una mano. Y otros han realizado donaciones puntuales. ¡°Lo hemos conseguido gracias a los ahorros de mucha gente. Ha habido numerosas an¨¦cdotas. Recuerdo que una se?ora mayor lleg¨® con un sobre con mil euros. Dijo que era lo que iban a gastar en pintar la casa, pero que hab¨ªan decidido no hacerlo y, en cambio, quisieron que fuese una aportaci¨®n para la nueva iglesia¡±, destaca Valero.
¡°A¨²n hay muchos fieles que siguen pagando su cuota. Son m¨¢s de 7.000 euros de cr¨¦dito lo que hay que seguir pagando al mes¡±, recuerda el p¨¢rroco Juan Jes¨²s Gea, quien celebra las paellas y otras muchas actividades que la comunidad organiza para conseguir la financiaci¨®n. M¨¢s all¨¢, el cura dice estar sorprendido por la recepci¨®n que ha tenido la nueva iglesia en el barrio. ¡°Ven¨ªamos de un sitio peque?o, donde todo era m¨¢s cercano. Pens¨¢bamos que ese sentido familiar se iba a perder, pero ha sido al contrario: ha llegado mucha gente nueva, hay numerosas actividades, actividades de voluntariado. Es el centro de la actividad social¡±, insiste Gea, que destaca que el templo ¨Ccon capacidad para unas 350 personas sentadas¨C se llena cada domingo en misa de doce.
El espacio principal es una enorme sala di¨¢fana donde se celebra la actividad religiosa. Es de aspecto minimalista. Carece de retablo y todas las im¨¢genes, como la del Inmaculado Coraz¨®n de Mar¨ªa o el Jesucristo crucificado, proceden del antiguo bajo donde se reun¨ªan hasta hace poco. El mobiliario lit¨²rgico ¨Ccomo la pila bautismal¨C est¨¢ construido a base de hormig¨®n blanco, tambi¨¦n prefabricado. Algunas cruces y los bancos de madera aportan un toque org¨¢nico. ¡°Es un dise?o hol¨ªstico donde todo se integra¡±, cuenta Valero, que para adaptarse a las limitaciones presupuestarias elimin¨® materiales absorbentes ac¨²sticos y los sustituy¨® por formas constructivas que consiguen cortar la reverberaci¨®n. Adem¨¢s, por ejemplo, las rejillas de ventilaci¨®n ejercen de via crucis. Y viceversa. ¡°Hemos conseguido hacer la obra m¨¢s simple: eliminar sin que falte nada. La idea b¨¢sica en todo este tiempo ha sido renunciar a todo, menos a la excelencia¡±, subraya.
Lluvia de luz
Uno de los aspectos que destaca en la parroquia del Esp¨ªritu Santo es el juego de luces generado por las vidrieras de la cubierta, realizado en colaboraci¨®n con el estudio Arkilum, dirigido por Ignacio Valero. De una manera que recuerda a los huecos de luz de las iglesias de ladrillo de Miguel Fisac, los cristales iluminan el interior gracias a una lluvia de colores que inunda las paredes blancas. Para conseguirlo han utilizado vidrio dicroico Narima, que refleja algunos colores y deja pasar otros seg¨²n la radiaci¨®n solar y, por tanto, evoluciona a lo largo del d¨ªa. ¡°Sab¨ªamos que iba a ser muy caro, pero quisimos pedir presupuesto por si acaso¡±, recuerda la arquitecta. La respuesta de la empresa sorprendi¨®: hab¨ªan dejado de fabricarlo. Arranc¨® entonces una negociaci¨®n y finalmente la compa?¨ªa se comprometi¨® a que si les terminaban sobrando algunas, se las ofrecer¨ªan a precio rebajado. As¨ª lo hicieron y el vidrio acab¨® en Granada.
¡°Conseguirlo fue otro milagro¡±, a?ade Elisa Valero, que explica que el material ten¨ªa distintos colores, formas e incluso espesores. Con todas las piezas ide¨® siete composiciones para los siete lucernarios. Solo se activan cuando la luz impacta de manera directa. El resultado es tan llamativo que el proyecto ha conseguido una Menci¨®n de Honor en la V Bienal de Iluminaci¨®n Iberoamericana de este 2024. ¡°Es una luz que envuelve al espacio y lo transforma. No la puedes poseer y siempre hay que percibirla como un regalo. Simboliza lo inmaterial, pero tambi¨¦n a Dios como luz del mundo¡±, se?ala la arquitecta, quien afirma que levantar una iglesia en pleno siglo XXI es ¡°un reto enorme¡± porque supone ¡°plantear c¨®mo la arquitectura religiosa de calidad se puede hacer con un lenguaje contempor¨¢neo¡±. ¡°Tambi¨¦n es una responsabilidad especial porque es la casa de todos¡±, subraya. En sus 1.106 metros cuadrados, el conjunto incluye adem¨¢s un campanario, un coro, una sacrist¨ªa y distintos salones parroquiales, adosados a la parte trasera del templo, donde se realiza la actividad social.
La de Almanj¨¢yar no la primera iglesia de Valero. En 2016 ya construy¨® la de Santa Josefina Bakhita en Playa Granada, en Motril. Tambi¨¦n ha restaurado la Bas¨ªlica de la Virgen de las Angustias (2003) y la del Corpus Christi (2019), ambas en Granada. Ahora, cuando ya pensaba que no tendr¨ªa la oportunidad de construir m¨¢s templos, ha recibido un encargo muy especial. Es la finalizaci¨®n de la obra de una catedral en Mwanza, en Tanzania, donde tambi¨¦n realiza el dise?o interior. ¡°Me hace much¨ªsima ilusi¨®n¡±, apunta la arquitecta, que en su trayectoria tambi¨¦n ha realizado casas unifamiliares, infraestructuras deportivas, proyectos en hospitales, trabajos para la Fundaci¨®n Aladina o colegios. Uno de ellos, el de Maracena, le sirvi¨® para convertirse en la primera mujer en ganar el Swiss Architectural Award. Tambi¨¦n realiza promociones de viviendas sociales, como las de los municipios malague?os de Cuevas del Becerro y Alameda. ¡°Hacemos muchas cosas, siempre con fuerte componente social, pero nuestro trabajo principal es la investigaci¨®n: c¨®mo construir casas con bajo coste y la m¨ªnima energ¨ªa. Hay que cambiar los sistemas de construcci¨®n porque si no lo hacemos el planeta se ir¨¢ al garete. Por eso tambi¨¦n investigamos desarrollos que permitan disminuir la huella de carbono del hormig¨®n, entre otros temas experimentales¡±, concluye.
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