¡°Del lavavajillas al museo¡±: los nuevos ceramistas espa?oles reivindican el arte de nuestros abuelos
Esta generaci¨®n de creadores se mueve entre el arte, la artesan¨ªa y el dise?o: usan materiales de cercan¨ªa, despliegan un relato con cada pieza y recogen, revitalizan y proyectan hacia el futuro un legado con siglos de historia
Como dijo la ceramista Ana Illueca en las jornadas Novas artesan¨ªas para novas ecolox¨ªas, organizadas por la Fundaci¨®n Artesan¨ªa de Galicia, sus piezas viajan ¡°del lavavajillas al museo¡± y eso hace que etiquetarlas sea muy dif¨ªcil. Los textos acad¨¦micos indican que el dise?ador es el encargado de concebir objetos que cubren determinada necesidad de la mejor manera posible, y que, para llevar a cabo esa tarea, se vale de recursos tanto tecnol¨®gicos como art¨ªsticos; que el artesano es quien domina una t¨¦cnica manual con la que crea sus piezas, siempre similares entre s¨ª; y que el artista solo tiene intenci¨®n de expresarse libremente, sin preocuparse por la funci¨®n, ni por el significado de lo que hace (que depender¨¢ m¨¢s bien del espectador). Pero la realidad es m¨¢s compleja que los manuales, y los siguientes creadores se mueven entre el arte, la artesan¨ªa y el dise?o, tensando unos l¨ªmites que nunca estuvieron del todo claros. A lo largo de la historia, el trabajo y el estatus de cada figura ha dependido de cuestiones filos¨®ficas, econ¨®micas y hasta pol¨ªticas.
Para complicarlo todav¨ªa m¨¢s, estos ceramistas no elaboran las piezas que estamos acostumbrados a ver en escaparates o en mercadillos, sino que experimentan y buscan intervenir en discusiones que van m¨¢s all¨¢ de lo que sucede dentro de su taller. Ya se est¨¢n proponiendo algunas denominaciones para el trabajo de esta generaci¨®n de creadores que tienen en com¨²n su preocupaci¨®n por el medio ambiente y la sostenibilidad, que usan materiales de cercan¨ªa, que despliegan un relato con cada pieza y que recogen, revitalizan y proyectan hacia el futuro un legado de siglos. ¡°Sin ninguna duda, lo que hacen estos autores es cer¨¢mica contempor¨¢nea, porque especulan, reflexionan y teorizan sobre su oficio¡±, explica Lala de Dios, historiadora del arte, comisaria y moderadora en las citadas jornadas en el Espacio Vilaseco (Lugo), que reunieron a m¨¢s de veinte ¡°nuevos artesanos¡± de entre los que hemos seleccionado cuatro propuestas. ¡°Lo que les define como contempor¨¢neos ¨Ccontin¨²a de Dios¨C es que su trabajo da respuesta a algunos de los grandes temas que preocupan a la sociedad actual como la sostenibilidad, la vuelta a la naturaleza o el trabajo en colaboraci¨®n¡±.
Japi Contonente (Madrid)
¡°El mundo maker [la fabricaci¨®n digital] es un mundo de abrazos, el de la arquitectura, m¨¢s bien de codazos¡±, comenta Japi Contonente, un arquitecto que lleg¨® a la cer¨¢mica a trav¨¦s de la filosof¨ªa de c¨®digo abierto. En 2013, Contonente se introdujo en este universo y, poco despu¨¦s, conoci¨® las primeras piezas cer¨¢micas impresas en arcilla y esmaltadas mediante una m¨¢quina llamada WASP. Entonces quiso hacer algo parecido y comenz¨® su aventura con JetClay, una plataforma dedicada a la impresi¨®n 3D de piezas cer¨¢micas y al desarrollo de las m¨¢quinas que las crean. ¡°En este modelo de propiedad intelectual diferente, el proceso econ¨®mico tambi¨¦n lo es. Si nosotros patent¨¢ramos lo que hacemos, la manera de explotarlo ser¨ªa vendiendo las m¨¢quinas, pero no nos interesa ese negocio. Nosotros tenemos tres patas: la de formaci¨®n y acompa?amiento en el montaje de las m¨¢quinas, la de consultor¨ªa con dise?adores y artistas y la tercera, que es la de nuestros propios dise?os y productos¡±, explica Contonente. ¡°Una de las cosas buenas del c¨®digo abierto es que colocas tus innovaciones dentro de un repositorio, con una comunidad que genera su propio efecto altavoz¡±, contin¨²a.
Cuando alguien acude a JetClay con un proyecto se establece un di¨¢logo muy fruct¨ªfero. ¡°Nos llegan artistas que tienen una idea o una necesidad y tenemos que ayudarles a llevarla a cabo. Durante esos procesos suele ser necesario hacer cosas que no hab¨ªamos hecho antes, as¨ª que siempre hay una parte de investigaci¨®n o improvisaci¨®n. Tambi¨¦n terminamos encontrando ciertos l¨ªmites, porque esta tecnolog¨ªa no puede hacerlo todo, as¨ª que mi trabajo consiste en llevar las ideas a la realidad¡±, aclara Contonente. ?Y algunos ejemplos? ¡°Lola Zoido hace formas muy org¨¢nicas y casi alien¨ªgenas en 3D no modelado a mano, sino con inteligencia artificial y eso tuvimos que convertirlo en algo imprimible y hacer unos degradados de color completamente nuevos. Y ahora estamos con el proyecto Elementary cooling: una tecnolog¨ªa de enfriamiento basada en la evaporaci¨®n de agua (como el botijo). La idea es establecer una nueva relaci¨®n con los objetos que enfr¨ªan: que generen un entorno a su alrededor, como hacen las chimeneas con el calor¡±.
Ana Illueca (Valencia)
¡°Las fronteras entre disciplinas importan, pero para que se rompan¡±, afirma Ana Illueca, que desarrolla dos l¨ªneas de piezas (una m¨¢s pict¨®rica y otra m¨¢s sencilla) en su taller en el Grau de Valencia. ¡°Es muy interesante romper y mezclar los conceptos cl¨¢sicos de innovaci¨®n y artesan¨ªa. Disfruto en las intersecciones: entre disciplinas, entre profesionales, entre ideas¡¡±, contin¨²a la autora, que piensa que la decisi¨®n sobre si lo que hace es arte o utilitario corresponde a quien va a convivir con la pieza: ¡°Me parece necesario introducir la mirada y la lectura del otro: yo llego hasta un punto, haciendo la pieza, pero esa pieza va a formar parte del ¨¢mbito de otra persona, que va a poner sobre ella sus vivencias, su contexto, sus relatos¡ El artista llega a un l¨ªmite y el usuario tiene que sobrepasar ese l¨ªmite¡±.
Illueca es especialista en piezas ambiguas y aunque sus obras viajan entre museos y galer¨ªas, no renuncia a su uso como soporte (desarroll¨® un encargo para la industria aceitunera creando unas peanas para este aperitivo) o, simplemente, decorativo. ¡°A m¨ª me gusta el prestigio y el valor que da que mis piezas se expongan, pero lo que prefiero es que se usen, que se vean, que se muevan¡±, confiesa. Tampoco le importa abordar grandes pedidos (¡°hay un punto de repetici¨®n en la artesan¨ªa que redunda en una mejora continua. Incluso en c¨®mo pones los dedos o en la conciencia del propio cuerpo¡±) y, adem¨¢s, gracias a vivir en Valencia, encuentra colaboradores con facilidad (¡°esa red es lo m¨¢s valioso de esta ciudad¡±). Junto a su producci¨®n, Illueca tambi¨¦n saca adelante el proyecto ADN Cer¨¢mico, una forma de activismo para que no se reduzca el trabajo del ceramista al de ¡°hacer tazas curiosas¡±. ¡°Da un poco de miedo, ahora que est¨¢ tan de moda, que nos quedemos en la percepci¨®n de la cer¨¢mica como una simple taza o vajilla. Incluso dentro de esas categor¨ªas, hay muchos puntos de vista, materiales, baja y alta temperatura, investigaciones en esmaltes o pastas¡ Debemos escapar de esa consideraci¨®n de arte menor¡±, concluye.
Ra¨²l Mouro (Llamas del Mouro, Asturias)
El padre de Ra¨²l Mouro es ceramista. Su abuelo tambi¨¦n lo era. Y antes que ellos, desde el siglo XVI, lo fueron muchas generaciones de su familia de alfareros y maestros de la cer¨¢mica negra (que adquiere su caracter¨ªstico color oscuro tras ser carbonizada en horno de le?a). As¨ª que Mouro pudo aprender su oficio desde peque?o, viendo a su padre regular la temperatura de la le?a a mano, durante toda la noche, u observando con ¨¦l las variaciones en la intensidad del viento y en la humedad que baja de las monta?as, vitales para el posterior proceso de secado. ¡°Me siento un privilegiado. Como creador, cuando intentas romper moldes o quieres hacer cosas nuevas, es m¨¢s dif¨ªcil salirte de la l¨ªnea tradicional. Pero mi familia siempre fue mi gran apoyo y, de hecho, mis primeras colecciones fueron un homenaje a ellos¡±. Eso s¨ª, hace tiempo que las piezas de Mouro est¨¢n desprovistas de un uso cotidiano. ¡°Son piezas redise?adas, reformuladas y con un proceso de investigaci¨®n detr¨¢s. Respetan todos los procesos artesanos que he aprendido y a partir de ah¨ª, las etiquetas me dan igual. Hablar de arte o de artesan¨ªa no es mi debate: mi trabajo es hacer piezas que emocionen y que cada uno las coloque en la vitrina que quiera¡±, afirma.
Para Mouro el proceso de aprendizaje del ceramista es fundamental (calcula que tard¨® en dominar el torno unos diez a?os) y por eso no comparte la filosof¨ªa de ciertos talleres r¨¢pidos que buscan la creaci¨®n de una pieza en pocas sesiones. ¡°Cuando quieres hacer una pieza para ti, te vuelves conservador. Es mejor romper, ejercitarse en ciclos cortos¡±, indica. ¡°La cer¨¢mica consiste en un respeto por los tiempos y los materiales, implica conocimientos sobre las excavaciones, sobre diferentes t¨¦cnicas, entre las que est¨¢ el torno, y sobre la cocci¨®n final. Hay que diferenciar el oficio de ceramista de la manipulaci¨®n de barro con fines l¨²dicos y terap¨¦uticos; y hay que diferenciar el proceso natural de aprendizaje del proceso expr¨¦s de acumulaci¨®n¡±, expone el asturiano. Eso s¨ª, el ceramista que tenga paciencia, asegura Mouro, aprender¨¢ cosas incluso m¨¢s importantes que el acabado sus piezas: ¡°Yo trabajo con tiempo, con calma, y entrego cuando considero que algo est¨¢ bien terminado¡±.
Paula Ojea (Vigo)
Cuando trabajaba en Nueva York calculando estructuras de rascacielos, Paula Ojea, ingeniera de caminos y Premio Nacional de Artesan¨ªa (2019) con piezas en el Museo del Dise?o de Barcelona, recordaba lo bien que se lo pasaba de ni?a, aprendiendo cer¨¢mica en el taller municipal de Nigr¨¢n. Algunos a?os despu¨¦s, de vuelta en Galicia y como profesional de la cer¨¢mica, Ojea aprovecha su experiencia como ingeniera para calcular minuciosamente sus piezas o para aplicar metodolog¨ªas de proyecto an¨¢logas a las que usaba durante su etapa anterior. ¡°Para cada pieza tengo en cuenta el coeficiente de retracci¨®n del barro, preparo el dise?o en ordenador y calculo los ¨¢ngulos de inclinaci¨®n de los biseles en las placas. Tambi¨¦n estudio el centro de gravedad de cada pieza, tanto por su propio peso como, si es una pieza utilitaria, cuando est¨¦ llena de contenido. Juego con el punto de vista del observador: dependiendo desde d¨®nde la mires, parece que la pieza se inclina hacia un lado u otro y hay algunas a las que parece que les falta un apoyo¡±, explica la gallega. A pesar de tanta planificaci¨®n, Ojea tambi¨¦n disfruta con las imperfecciones propias de cualquier proceso artesanal, como las deformaciones durante la cocci¨®n en la porcelana, o de la inevitable repetici¨®n de tareas durante los procesos de trabajo, que ella aprovecha para mejorarlos.
¡°Con la etiqueta con la que menos me identifico es con la de dise?adora, algo que asocio con una formaci¨®n concreta que yo no tengo. Entre artesana y artista, me veo m¨¢s artesana: me gusta hacer piezas que se puedan usar. Aunque mi trabajo tambi¨¦n podr¨ªa encajar en lo art¨ªstico: me encanta explorar, hago piezas ¨²nicas sin funci¨®n, continuamente preparo experimentos¡¡±, responde Ojea ante la eterna pregunta. Y en cuanto a los encargos, ?c¨®mo los lleva, haciendo algo tan especial? Precisamente, sin perder esa singularidad: ¡°Siempre me impongo crear piezas que encajen dentro de mi identidad. A m¨ª me gusta que alguien en un restaurante reconozca que la pieza debe de ser m¨ªa y luego le d¨¦ la vuelta, vea la marca y lo corrobore. El reto es hacer algo que cumpla las necesidades del cliente y encaje en mi relato¡±. Palabra de artesana. Y artista.
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