Por las historias an¨®nimas
Con sede en Madrid y proyectos en m¨¢s de quince pa¨ªses, la plataforma Inteligencias Colectivas reivindica la diversidad de las formas de dise?o surgidas de saberes y t¨¦cnicas constructivas locales
A pesar de los m¨²ltiples intentos por repensar la noci¨®n contempor¨¢nea de ¡®dise?o¡¯ ¨Ctal y como puede desplegarse en plataformas digitales como la que ustedes est¨¢n leyendo¨C, esta recurre a menudo a la idea de singularidad focalizada en dos figuras: en el dise?ador que desvela, a trav¨¦s de sus peculiares objetos, conexiones invisibles para otros; y en el cliente informado que se distingue de los dem¨¢s por su original sentido de la selecci¨®n. Lo singular, que, como vemos, conjura autor¨ªa, originalidad, y educaci¨®n est¨¦tica, establece una clara jerarqu¨ªa entre aquellos que gozan de capacidades especiales (creativas o adquisitivas) y el resto, al que solo les queda beneficiarse de la generosidad y ense?anza de los primeros.
En 2010 empez¨® a funcionar en Madrid la iniciativa Inteligencias Colectivas, que propon¨ªa una aproximaci¨®n al dise?o alternativa a las jerarqu¨ªas establecidas desde las plataformas tradicionales. Pretend¨ªa reivindicar la diversidad de aquellos dise?os que surg¨ªan de saberes y t¨¦cnicas constructivas locales. Dise?os, como el propio colectivo cuenta, ¡°pensados, y evolucionados colectivamente a lo largo de la historia, perfeccionados a trav¨¦s de la experimentaci¨®n y la pr¨¢ctica.¡±
Esta operaci¨®n se completaba a trav¨¦s de dos estrategias: la catalogaci¨®n de estos saberes, y su aplicaci¨®n en casos espec¨ªficos. Hasta ahora, han completado una veintena de proyectos desarrollados en m¨¢s de quince pa¨ªses distintos. A trav¨¦s del trabajo de campo y la colaboraci¨®n con diferentes agentes locales, Inteligencias Colectivas celebra la autor¨ªa compartida de soluciones ingeniosas, altamente eficaces y est¨¦ticamente interesantes, adaptadas a las condiciones clim¨¢ticas, las realidades sociales complejas, y los recursos tecnol¨®gicos y materiales de cada lugar.
Inteligencias Colectivas se inscribe en una genealog¨ªa que comprende otros esfuerzos por repensar la idea de dise?o, cuestionando la singularidad de su autor y desmantelando la imposici¨®n de jerarqu¨ªas. En 1948, el historiador de la arquitectura Sigfried Giedion public¨® una monumental teor¨ªa del dise?o dom¨¦stico bajo el t¨ªtulo de La mecanizaci¨®n toma el mando. En este volumen, el interior de la vivienda moderna se distingu¨ªa no por su espacio o materialidad, sino por ser la suma de tecnolog¨ªas o ¡°cosas humildes¡± como la lavadora, la plancha o la aspiradora.
La aut¨¦ntica innovaci¨®n de la vivienda moderna, Giedion suger¨ªa, son cosas ¡°a las que no se les suele prestar viva atenci¨®n¡± a pesar de haber ¡°conmovido nuestro modo de vivir hasta sus mismas ra¨ªces.¡± El subt¨ªtulo del libro define el inter¨¦s por estos dise?os como ¡°Una contribuci¨®n a la historia an¨®nima¡±; un anonimato que, m¨¢s que ocultar contribuciones e ignorar m¨¦ritos individuales, buscaba tejer linajes donde diferentes generaciones de profesionales y no profesionales se fijaban objetivos comunes, traducidos despu¨¦s en dise?os concretos.
Algo similar plantea Inteligencias Colectivas. En los ¨²ltimos a?os, esta iniciativa ha analizado, entre otros casos, el uso de los ¡®jeepneys¡¯ en Manila, un sistema de transporte organizado a partir del uso de veh¨ªculos abandonados por el ej¨¦rcito americano tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, o los medidores de cable empleados en la electrificaci¨®n de calles en Chile, fabricados a partir del ensamblaje de una tabla de planchar, un contador el¨¦ctrico y dos cilindros de varilla met¨¢lica. Estudiar estos objetos permite imaginar un dise?o m¨¢s abierto y diverso, que abandona su posici¨®n singular para situarse en una red de saberes populares en igualdad de condiciones que los profesionales.
Diez a?os despu¨¦s, Inteligencias Colectivas sigue siendo sumamente relevante, aunque deba operar ahora en un contexto global m¨¢s fragmentado, m¨¢s desigual, y m¨¢s fr¨¢gil que en el que fue concebida. Nuevos escenarios pol¨ªticos y demandas sociales obligan al colectivo a desgranar de manera valiente los conflictos ¨¦ticos y est¨¦ticos que una apropiaci¨®n de lo popular supone en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, as¨ª como buscar f¨®rmulas que permitan gestionar condiciones de privilegio en sus interacciones con comunidades locales. Con trabajo por delante, s¨®lo queda decir: ?Larga vida a las inteligencias colectivas!
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.