Un dise?ador an¨®nimo y una campa?a de reclutamiento ¡®online¡¯: el nuevo logo de la CIA desata la pol¨¦mica
El azul y beis que antes caracterizaban a una de las organizaciones secretas m¨¢s poderosas del mundo ya es cosa del pasado. La Agencia Central de Inteligencia ha dado un vuelco a su propia historia con un cambio de imagen que se ha convertido en objeto de mofa en redes sociales
La CIA ha sido siempre algo m¨¢s que una agencia de espionaje que deb¨ªa proteger los intereses de Estados Unidos en el mundo. Desde su fundaci¨®n el 18 de septiembre de 1947, esta amalgama de esp¨ªas, mercenarios y funcionarios del Estado se ha dedicado a derrocar gobiernos, traficar con armas, atentar contra civiles y montar gigantescas operaciones de desestabilizaci¨®n a lo largo y ancho del globo. Pero los tiempos cambian y, despu¨¦s de que Trump les criticara sin cesar mientras su influencia parec¨ªa apagarse, los muchachos de la Agencia Central de Inteligencia han reaccionado dando un vuelco a su propia historia.
Hace solo unas semanas se present¨® el nuevo logo, acompa?ado de una campa?a de reclutamiento online. El logo en cuesti¨®n, con obvias reminiscencias del trabajo del dise?ador Peter Saville para bandas como Joy Division, ya fue objeto de mofa en redes sociales. Pero fueron los anuncios para tratar de captar nuevos esp¨ªas los que realmente se llevaron la guinda del pastel: en ellos aparecen j¨®venes asi¨¢ticos, blancos o afroamericanos bajo el lema ¡°Llegan nuevas oportunidades¡±.
Una imagen m¨¢s moderna (pero no exenta de pol¨¦mica)
No solo se ha mencionado la (obvia) influencia de Saville. Muchos han comparado el look de las nuevas campa?as de la CIA con las del festival de m¨²sica electr¨®nica Mutek, la revista The intercept, que, curiosamente, ofrece a menudo noticias relacionadas con la agencia, o algunas marcas que ofrecen sus productos en los establecimientos de la cadena de moda Urban Outfiters. Sea como fuere, el azul y beis que antes vest¨ªa el logo de una de las organizaciones secretas m¨¢s poderosas del mundo ya son cosa del pasado y han dado paso a una imagen m¨¢s moderna, pero no exenta de pol¨¦mica.
Por supuesto, la identidad del dise?ador/a del logo es alto secreto: algunas cosas nunca cambian. Un tipo llamado Ryder Ripps, conocido por su trabajo para Kanye West afirm¨® horas despu¨¦s de que se hiciera p¨²blico el cambio de logo que ¨¦l hab¨ªa sigo el autor del trabajo. Internet se le ech¨® encima por trabajar para los presuntos responsables de todo tipo de salvajadas por todo el globo, pero la propia CIA desminti¨® que el tal Ripps tuviera nada que ver con el logo y al final el dise?ador dijo que estaba de broma y que no se le hab¨ªa entendido.
Una campa?a con doble objetivo
Gina Haspel, la primera mujer que ocupa el puesto de directora de la CIA, declar¨® a Associated Press que espera que este lavado de imagen sirva ¡°para decir a los interesados que aqu¨ª les espera un entorno de trabajo din¨¢mico¡±. ¡°Los tiempos de agentes j¨®venes blancos procedentes de la Ivy League [conjunto de las universidades m¨¢s elitistas del noreste de Estados Unidos] se han acabado¡±, apuntaba la periodista de Associated Press, Deb Riechmann. Seg¨²n estad¨ªsticas de la propia CIA, las minor¨ªas ¨¦tnicas en los distintos organismos de inteligencia de Estados Unidos han pasado de ser un 0,3% hace solo una d¨¦cada al 25% en el presente, pero en 2015 solo un 10% de los altos cargos de la Agencia no eran de raza blanca, a pesar de que las minor¨ªas ya representaban un 26% del total.
Por eso, en los medios estadounidenses especializados se especula con la idea de que en realidad la nueva campa?a persigue un doble objetivo: primero, bajar la media de edad de la agencia, ya que esta afecta directamente a la diversidad; segundo, reclutar a m¨¢s minor¨ªas y diversificar los esfuerzos en distintos pa¨ªses con perfiles completamente nuevos. Algunas publicaciones digitales estadounidenses relacionadas con la contracultura no han perdido la ocasi¨®n de recordar que la Agencia sigue siendo un ente que desestabiliza gobiernos y hunde econom¨ªas, o lo que es lo mismo, que aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
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