No desprecie las flores marginadas: ¡°Si crees que una especie no te gusta, es porque no has visto suficientes variedades¡±
El artista ¡®queer¡¯ Maurice Harris reta la convencionalidad con sus obras en el Festival Internacional de Arte Floral que se celebra en C¨®rdoba
¡°La filosof¨ªa de mi trabajo se basa en el gusto, el lujo y un cierto punto de vista. Las flores que me atraen son flores marginadas, que no ves cada d¨ªa. Es cierto que ahora es m¨¢s normal usar todo tipo de flores, pero cuando revindiqu¨¦ el clavel, o mi amor por las rosas, hubo cierta pol¨¦mica, porque la verdad es que las uso mucho. Si crees que una flor no te gusta, es porque no has visto suficientes variedades¡±.
El artista Maurice Harris (California, 39 a?os) es un nombre aparte en el arte floral internacional. Bloom & Plume, el establecimiento que regenta en Los ?ngeles, mitad florister¨ªa y mitad caf¨¦, es un punto de encuentro para la comunidad queer y racializada de la ciudad, donde se venden arreglos florales que amplifican el color y el tama?o de cada variedad en busca de efectos teatrales y expresivos. Su forma de entender el negocio, que aborda lo floral desde lo pol¨ªtico, le ha llevado a colaborar con Dior, Nike, Gucci o Louis Vuitton, y tambi¨¦n a ser uno de los artistas invitados de la edici¨®n de 2022 de Flora, el Festival Internacional de las Flores, inaugurado el C¨®rdoba el 17 de octubre.
All¨ª, en el patio del Museo Arqueol¨®gico de la ciudad, Harris ha creado Una perspectiva de color, una instalaci¨®n monumental que juega con el cromatismo de distintas especies florales a trav¨¦s de puntos de fuga que confluyen en torno a una estructura central. Tal y como explica el propio artista, es una reflexi¨®n que relaciona la teor¨ªa del color y la luz con el concepto de raza: ¡°el negro absorbe la luz, el blanco la rechaza y, en ese juego, entra como un torrente la fuerza del arco¨ªris¡±. ¡°Una gran caja negra absorbe la luz en el centro del patio¡±, escribe en la descripci¨®n del proyecto. ¡°De ella salen rayos de colores florales. Una metamorfosis en la que, a partir de la oscuridad, surge toda esa vida de tonalidades alegres que es, a la vez, la historia de la negritud y la historia del triunfo de la naturaleza¡±.
Las connotaciones pol¨ªticas del t¨ªtulo no son casuales. Para Harris, las flores son un material tan leg¨ªtimo como la pintura o la escultura. De hecho, sus creaciones usan la bot¨¢nica para crear im¨¢genes impactantes y, de paso, reflexionar sobre cuestiones identitarias a trav¨¦s de un elemento clave: la visibilidad. ¡°La visibilidad es un modo de transformar las cosas¡±, explica. ¡°Somos lo que vemos. Por ejemplo, yo tuve la suerte de ver a mi abuela que hac¨ªa arreglos de flores, y era muy creativa a su manera. Tambi¨¦n vi a mi madre, as¨ª que supe que ah¨ª hab¨ªa una posibilidad. Por otro lado, mi padre es pastor y hab¨ªa abierto su propia iglesia, que en cierto modo es tambi¨¦n un negocio, as¨ª que la idea de fundar mi propia empresa no me pareci¨® tan loca. Por eso me interesa incluir a tantos tipos de personas en mi trabajo. La diversidad surge de un modo m¨¢s natural. En nuestro caf¨¦ entran personas de todo tipo y en mis im¨¢genes suelo incluir personas de color, porque no todos los estadounidenses somos blancos, rubios y con los ojos azules¡±.
Harris ha abundado en esta cuesti¨®n a lo largo de su trayectoria. ¡°Cuanto m¨¢s acepto qui¨¦n soy, m¨¢s libre me siento, y m¨¢s honesto soy con mi obra¡±, declar¨® en una entrevista concedida a la plataforma Ssense. ¡°Pas¨¦ mucho tiempo intentando adaptarme a sistemas impuestos y en un momento determinado me di cuenta de que solo ten¨ªa que centrarme en ser yo mismo. Y parte de quien soy es un hombre corpulento y negro. Soy un t¨ªo gay negro¡±.
De hecho, esa presencia f¨ªsica del propio artista es una constante en el trabajo de Harris, lo m¨¢s parecido a una estrella del arte floral que hay en nuestros d¨ªas. Sus apariciones televisivas, en documentales y realities, han llevado esta disciplina al p¨²blico. Su principal herramienta es una naturalidad desbordante que tiene que ver con el crecimiento org¨¢nico de su negocio. ¡°Mi negocio comenz¨® un poco de la nada, me gustaban las flores y un amigo me pidi¨® que me encargara de las flores en una de sus fiestas. A todo el mundo le encantaron, y empec¨¦ a trabajar de forma natural. En aquella ¨¦poca trabajaba en las oficinas de la firma de moda Juicy Couture, y lo llen¨¦ todo de flores. La gente vio que se me daba bien, y me di cuenta de que las flores eran un modo perfecto de camuflar mi obra como artista, que es lo que verdaderamente me importa¡±.
En sus campa?as y fotograf¨ªas, el protagonista suele ser el propio Harris. ¡°Aparezco mucho en mi obra, me gusta esa faceta performativa¡±, reconoce. ¡°Creo que, cuando piensas en la imagen hist¨®rica que tenemos de la florister¨ªa, siempre piensas en alguien blanco y cisg¨¦nero. Mostrar mi cuerpo de hombre negro en medio de las flores es algo interesante, distinto. Y es mi humilde forma pasivoagresiva de mostrar que diferentes tipos de personas pueden hacer diferentes tipos de cosas. Antes me daba un poco de verg¨¹enza, pero me gusta actuar y ponerme ante la gente bajo mis propias condiciones¡±.
Harris es uno de los cinco invitados que, durante este fin de semana y hasta el mi¨¦rcoles 27, intervienen otros tantos patios de C¨®rdoba con instalaciones que emplean las flores como el punto de partida de instalaciones art¨ªsticas. El japon¨¦s Yuji Kobayashi se ha hecho cargo del patio de la Mezquita Catedral, y la londinense Emma Weaver ha hecho lo propio con el Patio de la Diputaci¨®n. Dos estudios espa?oles se unen al proyecto en esta edici¨®n: Cordero Atelier (Madrid), el proyecto de Sara Uriarte, que expone su instalaci¨®n en el patio del Palacio de Viana, y Kokon, el estudio de la artista Mar¨ªa Eugenia Diego, en el Palacio de Orive.
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