Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil pillar a Kenneth Branagh en un renuncio
En los noventa, el actor se hizo grande adaptando a Shakespeare, en los dosmiles pag¨® varias hipotecas gracias al cine de acci¨®n y ahora navega entre lo ¡®indie¡¯ y Agatha Christie. Vuelve con una nueva versi¨®n de ¡®Muerte en el Nilo¡¯ y aprovechamos para hablar con ¨¦l
Pocos actores pueden presumir de haber sido todas las teclas del piano, de haber soplado todas las notas, de haber tocado cada ge?nero y no haber perdido la chaveta. Kenneth Branagh es uno de esos tipos a los que es difi?cil pillar en un renuncio. Ha sido Enrique V, Hamlet y Gilderoy Lockhart en Harry Potter. Ha sido el malo-mali?simo de Christopher Nolan en la muy controvertida Tenet, ha dirigido a Robert DeNiro en Frankenstein y a si? mismo, Denzel Washington y Keanu Reeves en Mucho ruido y pocas nueces. Ha personificado al villano ruso de turno ansioso por matar a Jack Ryan, ejercido de maestro de ceremonias en el primer Thor y sido el actor y director que ma?s y mejor ha transitado por la obra de Shakespeare. Ahora regresa a uno de esos papeles que parecen haber sido escritos para e?l: el del detective Poirot.
¡°?Que? tratamos de hacer? Bueno, supongo que tratamos de profundizar en lo que ya hicimos, o en lo que tratamos de hacer con Asesinato en el Orient Express¡±, cuenta Branagh. El irlande?s vuelve sobre sus pasos para meterse de nuevo en la piel de Hercules Poirot, y repite (tambie?n) su rol como director, un doblete que parece no quitarle el suen?o. ¡°Siempre es difi?cil. Actuar es difi?cil. Aunque lo hagas bien, sigue siendo difi?cil. Pero dire? esto: tengo el privilegio, el inusual privilegio, de trabajar para otros y ver co?mo lo hacen, co?mo te dirigen los otros directores. Francamente, asi? es como uno desarrolla su propia manera de trabajar: aprendiendo a trave?s de la observacio?n. Y adoro actuar, adoro ver co?mo los actores llegan a algo con aproximaciones totalmente distintas. Para mi?, todo eso es educacio?n¡±, responde Branagh cuando se le pregunta co?mo es eso de ser actor y director a un tiempo, contando adema?s ¨Cahi? es nada¨C con un reparto en el que asoman la cabeza Armie Hammer, Annette Bening o Gal Gadot.
El argumento del filme es harto conocido: una joven heredera es asesinada y Poirot decide investigar quie?n es el responsable. Pero los espectadores que este?n familiarizados con el cla?sico (ya sea el libro, o el filme de John Guillermin de 1978) pueden llevarse algunas sorpresas: ¡°Hemos reducido el nu?mero de personajes. Michael Green [el guionista] ha encontrado una forma muy inteligente de hacerlo. Una de las cosas que aprendes cuando trabajas en un largometraje es que es buena idea reducir el nu?mero de sospechosos [risas], porque eso te da tiempo a desarrollar los personajes, a darles algo ma?s de tiempo¡±, cuenta.
La carrera del inte?rprete y realizador empezo? hace asi 40 an?os, con un ti?tulo mi?tico: Carros de fuego. Bra- nagh apareci?a sin acreditar, pero alli? arrancaba un camino largui?simo que le ha llevado de los papeles como co?mico ligero a la gravedad del teatro de la vieja escuela y de ahi? a los malvados ba?lticos. ¡°Me gusta trabajar con gente, me gusta trabajar con gente nueva. Me gusta trabajar con gente a la que le gusta el cine. Supongo que se podri?a decir que ese es mi secreto. Confi?o en mi habilidad para mirar y aprender. Cuando trabajo con actores extraordinarios, me entusiasmo, me energiza, me aleja de caer en un tremendo ataque de pa?nico [sonri?e]. Todo esto que te cuento no hace que las cosas sean ma?s fa?ciles en esta profesio?n, pero me aleja de lo ma?s peligroso: el pa?nico¡±, confiesa con una mueca que podri?a interpretarse en cualquier direccio?n.
Cuando para rematar la conversacio?n se inquiere a Branagh sobre por que? alguien deberi?a estar interesado en otro remake, otra peli?cula de detectives, otra obra de misterio, el actor y director tiene una respuesta clara y concisa: ¡°La historia es urgente, los apetitos son avariciosos, las amistades son fra?giles y siempre tienes la impresio?n de que el sexo y/o la muerte te esperan a la vuelta de la esquina. No esta? nada mal, ?no?¡±.
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