Tulsa: ¡°Creo que contin¨²o haciendo m¨²sica porque s¨¦ que la puedo dejar. Libera pensar que no hay por qu¨¦ hacerlo¡±

Cuando Tulsa, el proyecto musical de Miren Iza (Fuenterrab¨ªa, 42 a?os), fue nominado a un Grammy en 2007, la compositora casi lo llev¨® en secreto. La anterior espa?ola que hab¨ªa pasado por aquello hab¨ªa sido Bebe y el nivel de fama que alcanz¨® despu¨¦s ya es parte de la historia popular. ¡°Hay algo en m¨ª que evita el ¨¦xito. Cuando nos nominaron no estaba preparada ni lo busqu¨¦. Lo vivimos como una an¨¦cdota bonita y extra?a que no nos correspond¨ªa del todo. Ni siquiera fuimos a Las Vegas. Es que los premios no nos dec¨ªan nada y la visibilidad no nos preocupaba¡±, reconoce Iza ahora, 14 a?os despu¨¦s, en un bar madrile?o. ¡°Ese tipo de ¨¦xito lo tienes que querer y tener mucha seguridad. Mucha gente fr¨¢gil lo pasa mal porque es algo dif¨ªcil de gestionar¡±.

Acaba de presentar su ¨²ltimo trabajo, Ese ¨¦xtasis (Introm¨²sica Records), un disco donde la cantautora sigue haciendo suyas las ense?anzas del rock norteamericano y en el que se cuela el amor m¨¢s visceral. En el ¨¢lbum reflexiona sobre el trabajo, el dinero y el sindicalismo. ¡°Hay una referencia a una pel¨ªcula de Visconti, La tierra tiembla, que es sobre el origen de la asociaci¨®n de los trabajadores. Venimos de eso. Hoy el tiempo de ocio cada vez es m¨¢s peque?o¡±. El ¨¢lbum es un an¨¢lisis posible solo gracias a su muy particular combinaci¨®n de sensibilidad y herramientas: adem¨¢s de m¨²sica y compositora, Iza es psiquiatra. ¡°La psiquiatr¨ªa forma parte de m¨ª de una forma muy especial y muy potente. Me ha permitido no tener dolores de cabeza por las condiciones materiales y en el ¨¢mbito psicol¨®gico ha sido una coartada porque si en la m¨²sica no ten¨ªa ¨¦xito siempre estoy a resguardo. Por eso s¨¦ que hay una cobard¨ªa que siempre he reconocido¡±, concede. A la vez, confiesa que mantener ambas identidades le ha generado no poco estr¨¦s emocional. ¡°Me cost¨® a?os de terapia aceptar que las dos forman parte de m¨ª. Me daba miedo que descubrieran que tengo un grupo y no poder personificar a esa psiquiatra seria y entregada. Si mis pacientes me hablan de m¨²sica ya no me quedo helada pensando en que han descubierto mi identidad secreta¡±.

Aunque tener otro trabajo le ha dado libertad musicalmente hablando, Iza no romantiza la doble profesi¨®n: ¡°Es un l¨ªo compaginar un trabajo con la m¨²sica y una pena que la clase media en la m¨²sica haya desaparecido. En Espa?a no hay m¨²sicos profesionales que no sean de ¨¦xito¡±. Este desencanto, y la ruptura con Subterfuge Records, le llevaron a aparcar la m¨²sica (o eso cre¨ªa ella) en 2011 para instalarse en Nueva York. Pero lo primero que hizo al llegar all¨ª fue comprarse una guitarra y tocar por todas partes. Incluso hizo una gira en la que actu¨® por diferentes ciudades desde Nueva York hasta Austin. ¡°En ese momento aprend¨ª que siempre voy a hacer m¨²sica. Cada vez que la he dejado he vuelto. Creo que gracias a que s¨¦ que la puedo dejar, contin¨²o. Libera pensar que no hay por qu¨¦ hacerlo. Rebaja mucha presi¨®n¡±.

Al volver a Espa?a grab¨® La calma chicha (Gran Derby Records, 2015) y descubri¨®, por fin, lo que era sentir que hab¨ªa hecho un disco que le gustaba. ¡°Con los primeros no ten¨ªa la sensaci¨®n de haber hecho un buen disco que pudiera gustar a la gente. Mi autoestima musical era muy baja, por eso igual no soltaba mi otro trabajo. Hubo un tiempo en que me chirriaba un mont¨®n escuchar canciones de mi primer ¨¢lbum, pero m¨¢s recientemente he o¨ªdo alguna y lo veo con cari?o. Digo: ¡®Mira esta, qu¨¦ ingenua¡¯. Con La calma chicha algo cambi¨®, la gente me preguntaba y yo dec¨ªa que era un disco maravilloso¡±. Desde entonces siempre ha pensado en una continuidad en la m¨²sica. Pero el fin nunca ha sido que le guste a la gente ni tener ¨¦xito. ¡°Esa es una especie de falsa motivaci¨®n. Seguramente quien se dedica a intentar gustar a los dem¨¢s no est¨¦ bien porque sabe que no est¨¢ transmitiendo lo que piensa¡±.

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