Un psic¨®pata llega a TikTok: ?por qu¨¦ est¨¢ la red social de la generaci¨®n Z obsesionada con ¡®American Psycho¡¯?
Patrick Bateman, el antih¨¦roe trepa, consumista, mis¨®gino y posiblemente asesino en serie, encaja extra?amente con los problemas y las angustias de una generaci¨®n que lo ha adoptado como s¨ªmbolo de todo aquello que no funciona
Desde la aparici¨®n de American Psycho, la controvertida novela publicada en 1991 por Bret Easton Ellis y, especialmente, tras el estreno en 2000 de la pel¨ªcula del mismo t¨ªtulo, dirigida por Mary Harron y con el protagonista en la piel de Christian Bale, parece que el personaje de Patrick Bateman siempre ha estado presente, de una forma u otra, en el imaginario cultural occidental. Lo de asesino es casi lo de menos: yuppie, trepa, mis¨®gino, drogadicto y consumista, Bateman sirve como reflejo de tantas cosas que est¨¢n mal en el mundo que, m¨¢s que un personaje, es casi un s¨ªmbolo.
Sin embargo su imagen no ha estado presente siempre en foros de Internet ¨²nicamente como parodia del ultracapitalismo. A veces Bateman ha sido modelo a seguir sin ning¨²n tipo de iron¨ªa. Un ejemplo de esto ¨²ltimo ser¨ªa la larga obsesi¨®n de los m¨¢s habituales del gimnasio por conseguir el musculado y fibroso cuerpo de Bateman, un reto dif¨ªcil de conseguir que al propio Bale le oblig¨® a realizar una dieta incre¨ªblemente estricta y una severa rutina en el gimnasio. A comienzos de 2020 un youtuber llamado Will Tennyson se someti¨® a la misma rutina que Bale para lograrlo. Incluso desde Men¡¯s Health, la biblia de los cuerpos masculinos normativos, advirtieron a sus lectores: ¡°No le recomendamos que intente esto usted tambi¨¦n¡±. Y fue justo ah¨ª, en 2020, cuando se empez¨® a gestar la conquista de Bateman a una nueva generaci¨®n que, en pleno confinamiento, se vieron reflejados en ¨¦l. Pero antes, repasemos un poco de historia contempor¨¢nea.
Una superficial porquer¨ªa sadomasoquista
Bateman levant¨® pasiones incluso antes de la publicaci¨®n de su novela. En un art¨ªculo publicado en EL PA?S en marzo de 1991, el periodista Jordan Elgably detallaba, desde Los ?ngeles, las protestas que se hab¨ªan desatado en Estados Unidos previas al lanzamiento del libro. Grupos feministas y miembros de la industria editorial calificaron American Psycho como ¡°superficial porquer¨ªa sadomasoquista¡± y acusaron a Ellis de escribir un libro que ven¨ªa a ser una ¡°gu¨ªa pr¨¢ctica para la tortura y el descuartizamiento de mujeres¡±. ¡°El escritor¡±, escribi¨® Elgably, ¡°replica: ¡®He tratado de reflejar la violencia de una d¨¦cada perversa¡±. Se refer¨ªa, claro, a los ochenta.
Ni el autor ni sus cr¨ªticos andaban muy desencaminados. La novela es, en parte, todo eso (tambi¨¦n la pel¨ªcula), aunque se presenta como un relato en primera persona en el que, con un estilo endiablado, hiperactivo y reiterativo, tenemos asientos de primera clase para ver c¨®mo funciona la mente de un banquero de inversiones de Wall Street a finales de los ochenta que, adem¨¢s, es un asesino en serie (o eso cree ¨¦l, pues tanto la pel¨ªcula como la novela ofrecen la posibilidad de que todo eso haya sido una mera alucinaci¨®n del protagonista).
Ante nosotros desfilan todas sus man¨ªas, sus odios y sus obsesiones: los trajes de Armani, la coca¨ªna, los zapatos de Brooks Brothers, las lujosas tarjetas de visita, los restaurantes de moda de la ciudad como Dorsia o Le Cirque, su rutina diaria de belleza o el grupo de m¨²sica Huey Lewis and the News. Sus horribles cr¨ªmenes cometidos contra hombres y mujeres (en la novela hay un incluso un ni?o, la pel¨ªcula no se atrevi¨® a ir tan lejos) son descritos sin ahorrarse ni un solo detalle, probabemente el elemento de American Psycho que la hizo tan famosa (o tan infame).
El hecho de que cuando el protagonista confiesa sus cr¨ªmenes el mundo a su alrededor se lo toma a risa o incluso act¨²a c¨®mplice con ¨¦l convierte este relato en una de las mejores met¨¢foras del salvaje mundo empresarial que se hayan escrito nunca. As¨ª quiso Bret Easton Ellis que se entendiese su libro: como una gran met¨¢fora. ¡°Creo que lo que tiene el protagonista de mi libro es lo que desear¨ªan muchos: un cuerpo en forma, mucho dinero y gustos caros¡±, declar¨® a EL PA?S en 1991. Esta ¨²ltima frase, pronunciada por Ellis hace ya m¨¢s de 30 a?os, resulta curiosamente premonitoria sabiendo todo lo que ha acabado representando Patrick Bateman, especialmente en los ¨²ltimos tiempos.
Un sexagenario llega a TikTok
Bateman tendr¨ªa hoy unos 60 a?os (1962 es su fecha de nacimiento en la ficci¨®n). Probablemente ver¨ªa TikTok con desconfianza, como un exotismo juvenil. Pero su figura comenz¨® a hacerse muy popular en internet ya desde el nacimiento de esta tecnolog¨ªa y alcanz¨® un pico de fama en algunos foros y redes sociales como 4chan o TikTok durante las primeras semanas del confinamiento en 2020. De repente, comenzaron a circular una serie de memes protagonizados por ¨¦l en los que lo pod¨ªamos ver caminando mientras escuchaba m¨²sica en su walkman, hablando por un enorme tel¨¦fono inal¨¢mbrico derrochando confianza en s¨ª mismo, con una brillante hacha en la mano, o teniendo relaciones sexuales mientras miraba su musculoso cuerpo en un espejo.
En aquellos d¨ªas de desconcierto, la imagen de Patrick Bateman se convirti¨® para muchos, especialmente hombres j¨®venes que pasaban demasiado tiempo conectados a internet, en un sin¨®nimo de la masculinidad m¨¢s pura, del capitalismo militante, de una especie de hombre ideal. En este sentido, el personaje encajaba perfectamente en el imaginario del macho sigma, un concepto similar al del macho alfa, y que seg¨²n escribi¨® G¨¹nseli Yalcinkaya en un art¨ªculo en la revista Dazed & Confused, es una nueva identidad socio-sexual que se ha extendido en los ¨²ltimos tiempos por internet, especialmente entre los hombres j¨®venes.
El t¨¦rmino define a un tipo que, al contrario que el alfa, vive fuera de la sociedad, ajeno a las convenciones de nuestro entorno, pero que es igualmente poderoso. ?Ejemplos? Algunos personajes de Keanu Reeves o Clint Eastwood, actores como James Dean, visionarios como Steve Jobs o Elon Musk, y personajes de ficci¨®n como Sherlock Holmes o casi todos los superh¨¦roes, desde Batman a Peter Parker: solitarios, outsiders y raros, pero a la vez triunfadores y capaces de conquistar.
Millones de j¨®venes frustrados con un mundo que parece pon¨¦rselo dif¨ªcil (en la pandemia les impidi¨® salir de casa), sinti¨¦ndose incomprendidos, secundarios, apartados, pero a la vez a¨²n deseosos de alimentar su ego, han abrazado el ideal del macho sigma, que les permite existir como contraposici¨®n a los machos alfa, encarnados para ellos por los chicos populares del instituto, esos que a menudo los convert¨ªan en objetivo de sus burlas.
?C¨®mo encajan en todo esto Bateman y American Psycho? Seg¨²n escribi¨® el periodista Shaurya Singh en la newsletter The Digital Native, las principales caracter¨ªsticas de Bateman (su inseguridad sexual, su insensibilidad, su superficialidad y su obsesi¨®n con el dinero) est¨¢n directamente conectadas con algunas de las obsesiones de la Generaci¨®n Z (y abundantes miembros de algunas otras) durante aquellos extra?os momentos.
Los medios y las redes sociales siguieron en esa ¨¦poca ejerciendo sobre esta generaci¨®n las mismas presiones de siempre: el culto al cuerpo, la obsesi¨®n con el sexo, con el dinero y la comparaci¨®n con el otro, pero la pandemia y el encierro multiplicaron sus efectos. Esos planos de Patrick Bateman mir¨¢ndose al espejo con vanidad, ya sea reci¨¦n salido de la ducha o manteniendo sexo con una mujer, no dista demasiado del tipo de v¨ªdeos que se pueden ver en Onlyfans, la plataforma que ha revolucionado la manera en que se produce y se consume el material pornogr¨¢fico, que ha creado un nuevo tipo de erotismo especular (el m¨®vil funciona como c¨¢mara, pero tambi¨¦n como espejo para un tipo de hombre que adora su propio cuerpo) y que durante la pandemia aument¨® sus ingresos en un 553%.
Bienvenidos a la casa blanca
Desde un punto de vista est¨¦tico, tambi¨¦n la moda de la pel¨ªcula hizo que millones de ojos se quedaran prendados de ella. Especialmente gracias al resurgir del gusto por la est¨¦tica old money (se dir¨ªa en espa?ol ¡°dinero viejo¡±, o sea, esa riqueza incontestable asentada ya en un apellido desde hace muchas generaciones) que domina la producci¨®n. Incluso el dise?o del apartamento de Bateman, lujoso y minimalista, encajaba con las aspiraciones decorativas m¨¢s en boga del momento. Recordemos que fue a principios del 2020 cuando la revista AD public¨® un c¨¦lebre reportaje sobre la mansi¨®n minimalista, casi con aires de tanatorio futurista, que Kanye West y Kim Kardashian se hab¨ªan hecho construir en Los ?ngeles para un, ya entonces, incierto futuro que nunca sucedi¨®.
Por cierto, Kanye West dijo una vez en una entrevista a Ellen DeGeneres que hab¨ªa encontrado ¡°inspiraci¨®n¡± en Patrick Bateman, ¡°con quien realmente me identifiqu¨¦ mientras ve¨ªa la pel¨ªcula¡±, mientras el p¨²blico re¨ªa nervioso. El v¨ªdeo ha gustado mucho en TikTok, obviamente.
Quiz¨¢, de entre todos los que acabamos de citar, el aspecto que m¨¢s contribuy¨® a la utilizaci¨®n no ir¨®nica del personaje de Bateman (que, recalquemos, que fue creado como una parodia), fue la obsesi¨®n por el dinero que caracteriz¨® a aquellos inicios de la pandemia. La pasta se convirti¨® por aqu¨¦l entonces en la preocupaci¨®n de casi todo el mundo por razones obvias. Fue un momento en el que quien m¨¢s y quien menos fue enviado al paro, sometido a un ERTE o se qued¨® a medias en un proceso de selecci¨®n. Hacer dinero, y particularmente de una forma f¨¢cil y sin salir de casa, se convirti¨® en el m¨¢ximo inter¨¦s de muchos, que abrazaron sin contemplaciones la filosof¨ªa de los crypto bros, que en un tiempo r¨¦cord inund¨® de su marcial e il¨®gico optimismo redes como TikTok o YouTube. Invertir en esos arriesgados activos se convirti¨® casi en una forma de religi¨®n y ¡°holdear con cojones¡± en un nuevo mandamiento.
Es posible que los d¨ªas de gloria medi¨¢tica de los crypto bros no hayan sido muchos, pero han sido muy intensos. Hoy, Patrick Bateman no es ninguna met¨¢fora para ellos, pese a que el objetivo de su creador fuera ridiculizar o representar de la forma m¨¢s cruda posible precisamente lo que ellos glorifican. Tal y como explic¨® el periodista Brad Esposito en un art¨ªculo para la edici¨®n australiana de la revista Vice, en la galer¨ªa de ¨ªdolos de estos machos sigma tambi¨¦n est¨¢n el Tyler Durden de El club de la lucha, el Joker de Joaquin Phoenix o Jordan Belfort de El lobo de Wall Street. Tipos que est¨¢n fuera del sistema y que se rigen ¡°por su propias reglas¡±, juguetes rotos que est¨¢n fuera de la sociedad y aprenden a vivir en una perpetua batalla contra un mundo que les resulta ajeno y hostil.
Estos adoradores de Patrick Bateman van de estoicos modernos a locos del gym obsesionados por el control de sus h¨¢bitos, mis¨®ginos militantes, trolls de internet, habitantes de 4chan, Reddit o Forocoches, anti-wokes, votantes de partidos de extrema derecha o cr¨ªticos ac¨¦rrimos de los intentos de Marvel por diversificar su p¨²blico. A menudo se sirven de la imagen de Bateman para representarse sin preocuparse ni un segundo por el aut¨¦ntico significado de la obra de Ellis que, en un alarde de inteligencia e iron¨ªa, vio todo esto antes que nadie. ¡°Lo que ocurri¨® con American psycho es que era una novela muy detallista¡±, declar¨® a ICON a comienzos de 2020. ¡°Se contaba todo sobre Patrick Bateman, sobre su ropa, su dieta, sus ejercicios f¨ªsicos¡ de alguna manera, la vida de Patrick es lo que puedes hoy ver en muchas redes sociales: foodies, runners, influencers¡ Si alguien convirtiera American psycho en una cuenta de Instagram, ser¨ªa pr¨¢cticamente una novela¡±.
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