NOFX, el grupo de punks que cruz¨® los l¨ªmites del buen gusto y dijo no a la MTV, dice adi¨®s en Barcelona
La banda californiana liderado por el controvertido Fat Mike cierra 40 a?os de carrera presumiendo de revitalizar una escena moribunda, devolver la incorrecci¨®n al g¨¦nero y sorprender hasta el ¨²ltimo minuto
La resurrecci¨®n del punk californiano de los noventa no era una de las tendencias comerciales m¨¢s f¨¢ciles de anticipar a comienzos de la presente d¨¦cada, pero 2023, por lo pronto, va a acoger giras mundiales multitudinarias y altamente lucrativas de dos estandartes del movimiento. La reuni¨®n de la formaci¨®n cl¨¢sica de Blink-182, que pasar¨¢ por Madrid y Barcelona en octubre, agot¨® entradas en cuesti¨®n de horas. Y a NOFX, pese a haber visitado Espa?a con regularidad en los ¨²ltimos a?os, apenas le ha llevado unos d¨ªas completar doblemente el aforo para sus conciertos de mayo en el Poble Espanyol de Barcelona, ¨²nica ciudad de Europa con dos fechas dentro de la gira de despedida con la que pone fin a 40 a?os de carrera.
NOFX es una de las formaciones m¨¢s singulares del ecosistema alumbrado por el big bang que experiment¨® el g¨¦nero en 1994: aquel a?o, Green Day se convirti¨® en el grupo m¨¢s popular del planeta de la mano de Dookie y sus 20 millones de discos vendidos, mientras The Offspring public¨® Smash, el ¨¢lbum m¨¢s exitoso de la historia comercializado por un sello independiente (Epitaph Records, la discogr¨¢fica punk por excelencia). La banda liderada por el cantante y bajista Michael John Burkett (Newton, Massachusetts, EE UU, 56 a?os), m¨¢s conocido como Fat Mike, edit¨® tambi¨¦n ese a?o Punk in Drublic, todav¨ªa su trabajo m¨¢s popular y una aut¨¦ntica sorpresa para quienes hab¨ªan seguido el tumultuoso recorrido de NOFX desde su origen en 1983.
Conformado junto al guitarrista Eric Melvin (Los ?ngeles, California, 56 a?os) y el bater¨ªa Erik Smelly Sandin (Los ?ngeles., 56 a?os), a quienes m¨¢s tarde se unir¨ªa el tambi¨¦n guitarrista Aaron El Hefe Abeyta (Sacramento, California, 57 a?os), NOFX empez¨® siendo el proyecto de unos adolescentes con mucha pasi¨®n por el punk rock, pero muy poco talento. En su autobiograf¨ªa NOFX: The Hepatitis Bathtub and Other Stories (2016), in¨¦dita en Espa?a, los veteranos m¨²sicos describ¨ªan el quijotesco empe?o con que, convencidos de su propia genialidad, sacaron adelante un grupo que solo parec¨ªa gustarles a ellos mismos y a ninguna otra persona, como se encargaban de documentar con fotograf¨ªas de sus shows de los ochenta, con espectadores aburridos como una ostra observ¨¢ndoles tocar o, directamente, sentados de espaldas al escenario; as¨ª como an¨¦cdotas sobre teloneros ascendiendo a cabezas de cartel durante sus giras europeas por gustar bastante m¨¢s.
Para el cr¨ªtico musical Ian Winwood, autor de Smash! ¡Y la explosi¨®n del punk en los 90 (2018, C¨²pula) la explicaci¨®n de que la banda repentinamente experimentase ¡°el tipo de crecimiento acelerado que solemos asociar con la plantaci¨®n de habas m¨¢gicas¡± radic¨® en la incorporaci¨®n de El Hefe, artista con una formaci¨®n musical superior, en el disco White trash, two heebs and a bean (1991). ¡°Ah¨ª el grupo se transform¨® en un cisne y dej¨® atr¨¢s las plumas de un pato que adem¨¢s de feo era sordo¡±, explica a ICON.
Tambi¨¦n en el descubrimiento de las melod¨ªas y la mejora de Fat Mike como escritor, al conseguir ligar el af¨¢n provocador de sus primeras letras con el ¨¢nimo confesional, personal, tragic¨®mico y desgarrado que ha acabado marcando la identidad de NOFX. ¡±El legado de NOFX es inmenso¡±, contin¨²a Ian Winwood, entrevistado por ICON. ¡°Adem¨¢s de ser consistentemente populares, son aquellos, entre sus colegas, a quienes m¨¢s llamar¨ªas punk. Han empujado la etiqueta en t¨¦rminos de gusto y comportamiento. No solo han aportado un cat¨¢logo de canciones fant¨¢stico, sino que tambi¨¦n son, significativamente, la ¨²nica banda popular de punk rock a la que no ser¨ªa buena idea dar la espalda¡±.
Por favor, no pong¨¢is esta canci¨®n en la radio
Aunque no cabe duda de que la banda se benefici¨® del excelente estado de salud de la escena, el camino comercial de NOFX no es comparable al de sus contempor¨¢neos. En el libro Smash! se relata la resistencia opuesta por Fat Mike en los noventa a firmar con una multinacional en un contexto en el que la industria discogr¨¢fica, despu¨¦s de que Nirvana cambiase radicalmente el paradigma en torno a la m¨²sica de guitarras, estaba dispuesta a comprar cualquier cosa de cualquier grupo punk: Green Day estaban en Warner, Bad Religion en la subsidiaria Atlantic, Social Distortion en Epic (perteneciente a Sony) e incluso The Offspring, pese a su triunfo hist¨®rico desde un espacio independiente, acab¨® saltando a Columbia.
Reticente a la masificaci¨®n del punk y la posible absorci¨®n o desactivaci¨®n de su mensaje por parte de los medios convencionales, el grupo nunca permiti¨® que sus canciones aparecieran en MTV o grandes emisoras de radio. A trav¨¦s de la letra de uno de sus temas m¨¢s ic¨®nicos, The separation of church and skate, el cantante cr¨ªticamente se preguntaba: ¡°?Cu¨¢ndo se volvi¨® tan seguro el punk?¡±).
Fat Mike pele¨® por rearmar el discurso ideol¨®gico y contestatario del punk en Estados Unidos frente a la ola de canciones sobre fiestas, ligar con chicas y humor de hermandad estudiantil que amenazaba con llevar el movimiento a la irrelevancia. ?l fue promotor en 2004 de Rock Against Bush, serie de discos y conciertos orientada a concienciar contra la guerra de Irak y movilizar el voto contra el entonces presidente George W. Bush. Bad Religion, Green Day, Sum 41, The Offspring, Foo Fighters o Pennywise fueron algunos de los grandes nombres que NOFX logr¨® sumar a la causa. En una lis¨¦rgica entrevista realizada por el periodista Jordi Meya para Rockzone en 2018, durante la participaci¨®n de NOFX en el festival Gasteiz Calling de Vitoria, Fat Mike (que, seg¨²n el texto, respond¨ªa mientras se limpiaba el ano con unas toallitas o consum¨ªa un c¨®ctel qu¨ªmico al alcance de pocos organismos) lamentaba sentirse ¡°m¨¢s odiado¡± que otros l¨ªderes como Billie Joe Armstrong o Greg Graffin a consecuencia de su activismo pol¨ªtico.
No obstante, como tambi¨¦n sal¨ªa a colaci¨®n en la entrevista, el cantante estaba experimentando en ese momento una gran pol¨¦mica en su pa¨ªs por bocazas, a consecuencia de que, durante una actuaci¨®n de NOFX en Las Vegas, Fat Mike bromeara acerca del tiroteo que hab¨ªa tenido lugar all¨ª meses atr¨¢s (la peor masacre en Estados Unidos desde el 11-S, con 59 muertos y 851 heridos), quitando hierro al asunto porque las v¨ªctimas fueran los espectadores de un festival de country.
¡°Fat Mike puede ser conflictivo, a veces incluso un capullo¡±, dice Ian Winwood. ¡°Pero tiene que ver con que son una banda de punk como es debido, con la correspondiente cuota de imprevisibilidad y hasta incomodidad para el p¨²blico. Recuerdo ver un concierto de NOFX en Salt Lake City, ¨¢rea conocida por su fe mormona, en el que, antes de que el grupo tocase una sola nota, Fat Mike se pas¨® varios minutos ri¨¦ndose de la religi¨®n de sus espectadores. Si est¨¢s dispuesto a hacer eso, quiz¨¢ vas a merecer el respeto de muchas personas, pero tambi¨¦n vas a ganarte el odio de otras tantas. Es una opci¨®n honorable, pero no el camino para la adulaci¨®n generalizada¡±.
No bebas lo que te ofrezcan en un concierto de NOFX
Basta buscar en YouTube distintos v¨ªdeos de NOFX actuando en directo para constatar que se trata de un grupo altamente irregular, capaz de lo mejor y lo peor en el escenario. Con gran gusto por los discursos largos entre canci¨®n y canci¨®n, frecuentemente respondidos con silbidos, o setlists esquivos que reh¨²yen ser meras listas de grandes ¨¦xitos, adem¨¢s del m¨¢s o menos notorio efecto de las sustancias que Fat Mike y los suyos hayan podido consumir antes del concierto, que NOFX pueda todav¨ªa agotar dos fechas en Espa?a, con precios superiores a los 60 euros y de hasta 500 en el caso de las tambi¨¦n agotadas entradas VIP, demuestra la enorme fidelidad de sus seguidores.
Por otro lado, tambi¨¦n atestigua que, mientras buena parte del entorno de la m¨²sica en directo se gentrifica con experiencias prefabricadas, momentos instagrameables y guiones conocidos al dedillo, los ac¨®litos de NOFX s¨ª agradecen contar con el est¨ªmulo de saber que no saben nada: oficialmente, la banda tocar¨¢ cada d¨ªa en Barcelona 40 canciones que incluir¨¢n dos discos completos distintos (So long and thanks for all the shoes y White trash, two heebs and a bean el viernes 19 de mayo, Wolves in wolves¡¯ clothing y Punk in Drublic el s¨¢bado 20), pero extraoficialmente todo conocedor del grupo sabe que puede pasar cualquier cosa. Y que el sentido de la espontaneidad de NOFX, al final, est¨¢ vinculado a su mayor distintivo, que es su sinceridad.
Lo cantaban en su canci¨®n 60%, donde literalmente se jactaban de no dar nunca m¨¢s del 60% de s¨ª mismos: ¡°No estoy aqu¨ª para entretenerte, lo compras porque eres adicto a la pureza sin censura¡±. Si el libro autobiogr¨¢fico de NOFX resulta tan impactante no es (solamente) por la colecci¨®n de historias grotescas que re¨²ne, sino por la naturalidad con la que, ya en las primeras 25 p¨¢ginas, es capaz de narrar todo tipo de vivencias dolorosas, del episodio de abusos sexuales vivido por el guitarrista Eric Melvin cuando era un ni?o a la descripci¨®n de la enorme violencia y la peligrosidad de la escena punk previa a la explosi¨®n de los a?os noventa.
Abierto con lo que parece un extra?o homenaje indirecto de Fat Mike a Cien a?os de soledad de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez (¡°La primera vez que beb¨ª pis fue en una salida de incendios con vistas al centro de Los ?ngeles¡±), el libro igualmente se detiene en las filias sadomasoquistas del cantante, tambi¨¦n gran activista por la normalizaci¨®n del BDSM. Asimismo, NOFX tiene la credibilidad de haber lucido sin ambages la bandera arco¨ªris en el escenario desde principios del siglo XXI, una d¨¦cada antes de que el concepto pinkwashing siquiera se acu?ara.
El compromiso con el punk rock como medio de expresi¨®n y de autoafirmaci¨®n personal llev¨® tambi¨¦n a Fat Mike a crear en 2009 el alter ego Cokie el Payaso, una especie de versi¨®n oscura de s¨ª mismo con la que, pintado y vestido para la ocasi¨®n, ha editado canciones m¨¢s deprimentes de lo que sol¨ªa marcar el est¨¢ndar de NOFX, con el suicidio, las violaciones a su alrededor o la muerte de sus padres en el centro de las letras. Adem¨¢s de llevar a algunos seguidores a preguntarse por su bienestar mental, un concierto en solitario en 2010, en Texas, se sald¨® con prohibici¨®n permanente de volver a actuar en el recinto despu¨¦s de que invitase a 40 espectadores a beber un chupito de tequila para, al momento, huir del escenario y dejar puesto un v¨ªdeo donde se le ve¨ªa orinando previamente en la misma botella.
El registro adoptado por Fat Mike en su proyecto Cokie the Clown ha definido tambi¨¦n la ¨²ltima etapa de NOFX, donde el grupo ha ahondado en su caracter¨ªstico tono ir¨®nico para abordar cuestiones m¨¢s truculentas. T¨ªtulos como I don¡¯t like me anymore (¡°Ya no me soporto¡±), I love you more than I hate me (¡°Te quiero m¨¢s de lo que me odio¡±) o My favorite enemy (¡°Mi enemigo favorito¡±) pueblan los ¨²ltimos trabajos de la banda, que acreditan su versatilidad y m¨²sculo para seguir haciendo canciones con algo que contar, lejos del piloto autom¨¢tico y de querer cubrir expediente.
En una rese?a en la revista Kerrang!, Ian Winwood alab¨® el crecimiento continuado de NOFX hasta el punto de ser capaces de lanzar su, seg¨²n el cr¨ªtico, mejor trabajo casi al final de su carrera, el disco Single Album (2021). ¡°Despu¨¦s de surgir en 1983 como uno de los peores grupos de punk rock que el mundo hab¨ªa escuchado, el cuarteto, de alguna manera, se emple¨® a fondo hasta convertirse en uno de los mejores. Pocos han encontrado tantas v¨ªas de expresi¨®n en un g¨¦nero que, en manos menos habilidosas, puede ser restrictivo¡±, escrib¨ªa. ¡°Para ser una banda que hace gala de que nada le importa una mierda¡±, resume Winwood a ICON, ¡°sin duda la m¨²sica les importa¡±.
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