La imparable burbuja nupcial o c¨®mo se ha convertido Espa?a en uno de los pa¨ªses m¨¢s caros del mundo para casarse
Tras el par¨®n de la pandemia se han disparado las celebraciones matrimoniales en Espa?a y tambi¨¦n sus precios, reflejo de una sociedad en la que las celebraciones y los convencionalismos sociales siguen siendo m¨¢s importantes que cualquier presupuesto
Javier Tripiana compr¨® un anillo de pedida e hinc¨® rodilla. Se supon¨ªa que ese gesto le iba a llevar al altar, pero acab¨® dirigi¨¦ndole derechito a un concesionario de kil¨®metro cero de la provincia de Alicante. Eso ¨¦l no lo sab¨ªa cuando le pidi¨® matrimonio a su chica. Ella dijo que s¨ª, que claro, que qu¨¦ ilusi¨®n. Les pidieron a amigos y familia que marcaran en sus agendas el 10 de junio de 2023. Y a los due?os de un caser¨®n con una finca mon¨ªsima. Despu¨¦s empezaron a negociar con organizadores de boda, caterings, fot¨®grafos y floristas. Hicieron un Excel de gastos¡ y al final cancelaron el enlace.
¡°Tres meses despu¨¦s de decir al mundo que hab¨ªa boda, la suspendimos¡±, explica Tripiana, de 40 a?os, en un intercambio de audios. Lo que iba a ser una ceremonia ¨ªntima se les estaba yendo de las manos. El presupuesto se disparaba hasta los 30.000 euros, mucho m¨¢s de lo que hab¨ªan planeado. Tripiana y su chica cogieron el dinero que pensaban invertir en la boda (menos la se?al de la finca mon¨ªsima, que perdieron) y lo pusieron para comprar algo menos rom¨¢ntico y m¨¢s tangible: un coche. ¡°Seguimos fuera del matrimonio, pero tenemos m¨¢s espacio para viajar con nuestros perros y el ni?o¡±, resume ¨¦l.
Puede que la historia de Tripiana sea extrema, pero refleja la escalada de precios que han sufrido los enlaces en los ¨²ltimos a?os. Una escalada que se ha disparado despu¨¦s de la pausa nupcial que supuso la pandemia. En esto Espa?a es campe¨®n mundial. Seg¨²n el portal Statista, casarse aqu¨ª cuesta, de media, casi 22.000 euros, siendo el segundo lugar de entre los 14 analizados (solo por detr¨¢s de Estados Unidos) que m¨¢s billete quema al pasar por el altar. Pa¨ªses como Francia (16.500) Inglaterra (casi 18.000) Italia (tercero en la lista con 21.000) o Canad¨¢ (20.500), puede que superen a Espa?a en casi todos los indicadores econ¨®micos y especialmente en el sueldo medio, pero se quedan atr¨¢s al analizar los gastos colaterales de entonar el ¡°s¨ª, quiero¡±.
Tripiana tiene una teor¨ªa al respecto. Una teor¨ªa que, por desgracia, comprob¨® en la pr¨¢ctica. ¡°Antes de cancelar mi boda estuve en una en Alemania¡±, explica. ¡°Y todos los espa?oles alucinamos¡±. ¡°Era todo mucho m¨¢s humilde. Y mi amigo tiene dinero, no era por eso. Es que tienen otra mentalidad¡±. Unas cervezas a la salida de la iglesia, un buf¨¦ libre en un sal¨®n normalito, un brindis por los novios y para casa. ¡°Los espa?oles les dimos entre 100 y 150 euros cada uno¡±, rememora. ¡°Y mi amigo alem¨¢n me dec¨ªa que era demasiado, all¨ª dan unos 50 euros o un detalle. Pero aqu¨ª¡¡±
Aqu¨ª, desde hace a?os se ha establecido que los comensales costeen, aunque sea en parte, su cubierto. Es la ¨²nica forma de sostener la imparable burbuja nupcial. Las listas de regalos, populares durante los a?os noventa, se han ido achicando hasta desaparecer, mientras que los n¨²meros de cuenta van ganando espacio en las invitaciones. ¡°La gente te dice que al final la boda se paga sola, pero quiz¨¢ ese es el problema, la mentira que nos hemos tragado¡±, explica Tripiana. ¡°Somos capaces de forzar a nuestras familias a gastar lo que no tienen por un d¨ªa de jarana. Les exigimos que costeen en nuestra fiesta y criticamos al que no puede hacerlo¡±.
Pero echando la vista atr¨¢s vemos que el bodorrio no es una novedad, sino una constante hist¨®rica. Los matrimonios, en Espa?a, nunca han sido particularmente frugales. Puede que la econom¨ªa no acompa?e, pero hay pocos pa¨ªses que se entreguen con tanta pasi¨®n y desenfreno al festejo de los sacramentos. Luis Ayuso S¨¢nchez, profesor de Sociolog¨ªa de la Universidad de Granada, explica por qu¨¦. Tradicionalmente, la boda serv¨ªa para fortalecer los v¨ªnculos que ten¨ªamos con la familia. ¡°Cuando dos personas se casaban, su red familiar se ampliaba. Por eso era importante que a la boda fuera el pueblo entero, que se enterara todo el mundo. Era una forma de mostrar a la sociedad la red de apoyo¡±.
En los pa¨ªses mediterr¨¢neos, explica Ayuso, las sociedades son m¨¢s familiaristas que en los del norte de Europa, donde el individualismo tiene m¨¢s peso. ¡°Adem¨¢s, en Espa?a, la red de apoyo ha sido fundamental hist¨®ricamente, porque no exist¨ªa el Estado de bienestar, y eso lo supl¨ªa la familia. Esto est¨¢ muy dentro de nuestra cultura y en cierta medida se sigue manteniendo, como hemos visto con la crisis, el desempleo, el covid¡ La familia sigue siendo muy importante. De ah¨ª que el ritual del matrimonio, lo que simbolizaba ese apoyo relacional, siga fuerte en la sociedad espa?ola¡±.
Pero esta es una fuerza relativa. Ayuso cree que el aumento de matrimonios que hemos visto despu¨¦s de la pandemia es un repunte coyuntural. Y eso no cambia las conclusiones a las que lleg¨® en el estudio La gesti¨®n de la intimidad en la sociedad de la informaci¨®n y el conocimiento. Parejas y rupturas en la Espa?a actual, financiado por el BBVA. Son muchas, pero se podr¨ªan resumir en una muy clara: el matrimonio lleva en ca¨ªda libre desde los a?os noventa. ¡°Antes era la puerta de entrada a la vida adulta, daba acceso a las relaciones sexuales, a independizarse, a tener hijos, un determinado estatus social. Ahora, sin embargo, se convierte en algo opcional que se da cuando muchas de esas cosas ya se han hecho¡±.
Hay algunos autores que dicen que el matrimonio era el primer plato y ahora se ha convertido en el postre opcional. Los postres, por definici¨®n, son empalagosos e innecesarios. Son altos en calor¨ªas, vistosos, coloridos, la fantas¨ªa hecha comida. Y solo los pide quien puede permit¨ªrselo.
Jos¨¦ Melo, vicepresidente de ventas en The Knot Worldwide (empresa propietaria de las plataformas Bodas.net y Matrimonios.com), concede que las bodas se han encarecido ligeramente. Seg¨²n sus propios datos, plasmados en el Libro imprescindible de las bodas, el precio medio de una boda en Espa?a se ha incrementado en unos mil euros respecto a 2019, situ¨¢ndose en torno a los 21.500 euros. Melo apunta a la inflaci¨®n y a la tendencia a hacer bodas m¨¢s espectaculares como posibles factores de este aumento. ¡°Es algo que vemos tambi¨¦n en otra de las ¨²ltimas tendencias del sector nupcial: las wedding fest¡±, explica por email. ¡°Se trata de crear una boda al m¨¢s puro estilo festivalero con fuegos artificiales, bengalas, neones, grupos de m¨²sica, tatuajes, celebraciones que suelen durar todo el fin de semana¡ y organizar todo esto es m¨¢s f¨¢cil si se cuenta con un presupuesto mayor¡±.
La boda de ?lex Agull¨®, por duraci¨®n y localizaciones (cinco), podr¨ªa entrar en esta categor¨ªa. ?l es relaciones p¨²blicas y director de la agencia Las Marquesas. Est¨¢ acostumbrado a montar fiestas epatantes para marcas. Por eso quiso subir el list¨®n para su boda. Cerr¨® la plaza de San Felip Neri, en el centro de Barcelona, un convento, la m¨ªtica Casa Corber¨®... Viendo las fotos de las revistas (porque s¨ª, sali¨® en varias revistas) m¨¢s que una boda fastuosa parece la coronaci¨®n discreta de un monarca moderno. Y hay algo innegable: aparte de la fotogenia, fue un fiest¨®n.
¡°Invitamos a 450 personas, ni la boda de la nieta de la duquesa de Alba¡±, dice entre risas Agull¨®. No tuvo un organizador de la boda, pero s¨ª un productor y un director creativo. ¡°Luego cuando lo piensas es de verg¨¹enza porque es la entrada de un piso, pero lo pasamos tan bien que no me arrepiento. No conozco a nadie que se arrepienta de lo gastado en una boda. Aunque suene a t¨®pico, fue el d¨ªa m¨¢s feliz de mi vida¡±.
Agull¨® ten¨ªa presupuesto, pero eso no quiere decir que no le molestara el peaje que supone decir la palabra boda. ¡°El tema de catering, por ejemplo, comida m¨¢s barra libre de dos o tres horas, que puede ser un evento de joyer¨ªa, yo lo he conseguido por menos de 115 y en una boda no te sale por menos de 150¡å. Pero al final cedi¨®, porque bodas no hay m¨¢s que una (o dos) y no es bueno reparar en gastos. Por ti, por tu pareja, pero un poco tambi¨¦n por los dem¨¢s. ¡°Sigue siendo un tema cultural, las celebraciones siguen siendo muestras de poder, las hace quien puede, o incluso quien no puede. Son una forma de mostrar tu ¨¦xito personal y profesional¡±, reflexiona Agull¨®.
Sean bodorrios por todo lo alto como el de Agull¨® o ceremonias discretas como la que no pudo tener Tripiana, las bodas se entienden como ritos sociales, m¨¢s pensados para fuera que para dentro. Son ritos de paso que siguen tiendo una funci¨®n social. Los bautizos est¨¢n en retroceso, las comuniones y confirmaciones son anecd¨®ticas. Pero las bodas (junto a los funerales) permanecen como la ¨²ltima gran fiesta, el evento social por antonomasia. El vivieron felices y comieron perdices. Y pagaron la cuenta.
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